El té verde no solo es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, también una de las más saludables. Así lo aseguran los estudios que confirman los numerosos beneficios que esta infusión tiene para la salud y que lo convierten en un importante aliado de una vida sana. Rico en antioxidantes y con numerosas propiedades, entre ellas antiinflamatoria, antiviral y anticancerígena, los expertos aseguran que tomar de manera habitual el té verde ayuda a combatir algunas enfermedades.
Originario de China hace más de 3.000 años, el té verde se considera una fuente de bienestar y salud, algo que ha extendido su consumo por todo el mundo.
Las enfermedades que el té verde ayuda a combatir
Entre sus principales componentes destacan las vitaminas A, C, E y algunas del complejo B, y oligoelementos como manganeso, flúor, zinc y cobre. Pero sobre todo, esta bebida destaca por su alto contenido en antioxidantes, hasta 20 veces mayor que la vitamina E y 100 veces más que la vitamina C, que ayudan a proteger al cuerpo del daño que causan los radicales libres.
Aunque en menor cantidad que el café o incluso que el té negro, el té verde aporta cafeína, por lo que es importante no excederse en su consumo.
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Además de tener un delicioso sabor y aroma, el té verde ayuda, gracias a estas admiradas propiedades, a combatir algunas conocidas enfermedades como estas:
-Enfermedades cardiovasculares: convertidas en una de las principales causas de muerte en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares han encontrado un gran aliado en el té verde. Y es que, tal y como confirman los estudios, su consumo habitual ayuda a mejorar algunos de los principales factores de riesgo como la presión arterial alta, el colesterol LDL y la inflamación arterial.
-Enfermedades neurodegenerativas: gracias a su importante acción antioxidante, el té verde ayuda a proteger a las células cerebrales del daño oxidativo protegiéndolas y reduciendo el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson. Además, diferentes estudios desvelan su impacto positivo sobre funciones cognitivas como la memoria y la atención.
-Diabetes: gracias a sus propiedades, el té verde mejora la sensibilidad a la insulina y regula el azúcar en sangre, previniendo y controlando esta enfermedad.
-Obesidad: según las investigaciones, la cafeína y las catequinas presentes en el té verde podrían tener un efecto termogénico que favorezca la pérdida de peso y de grasa corporal. Así, esta bebida no solo es consumida por sus saludables beneficios, también en las dietas para adelgazar y como aliado contra la obesidad.
-Enfermedades antiinflamatorias: gracias a sus propiedades antiinflamatorias, esta bebida puede ayudar a combatir algunas enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide o la inflamación intestinal.
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-Enfermedades bucales: según algunos estudios, esta bebida podría ayudar a mantener la salud mental, ya que reduce la inflamación de las encías, disminuye la formación de sarro y evita el crecimiento de ciertas bacterias.
-Ansiedad e insomnio: a pesar de contener cafeína, el té verde también es rico en el aminoácido teanina, que promueve la relajación reduciendo la ansiedad y el estrés, y mejorando la calidad del sueño.
-Osteoporosis: las investigaciones también apuntan a la ayuda del té verde a la hora de reducir el riesgo de sufrir osteoporosis. Y es que, agracias a su aporte de fluir y otros compuestos como los flavonoides, ayuda a fortalecer la densidad ósea y a evitar fracturas.
-Cáncer: teniendo siempre presente que ni el té verde ni ningún alimento pueden ser cura del cáncer, los estudios sugieren que el té verde, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, podría ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.