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Un testigo del caso del entrenador de Getafe: "Dormía con el menor con el pestillo cerrado"

Un testigo del caso del entrenador de fútbol que presuntamente abusó de menores confesó a la Policía Nacional que durante una concentración el hombre durmió a solas con el chico con el pestillo echado y las ventanas bajadas

"Vimos cosas extrañas, relaciones que no eran profesionales y cuando volvimos de las concentraciones Adolfo desapareció". Es el testimonio de uno de los entrenadores que trabajó con Adolfo L.R. antes de ser detenido por la Policía Nacional por presuntamente abusar de uno de los menores. Según la declaración de este trabajador a Vozpópuli el arrestado durmió en su habitación con el chico a solas con el pestillo cerrado y con las persianas bajadas.

Adolfo L.R., español de 45 años, era una de las figuras más conocidas en el mundo del fútbol base del sur de la Comunidad de Madrid. Ha trabajado para clubes como el Leganés y ha colaborado con otros como el Rayo Vallecano o el Fuenlabrada.

Una vez que finalizó su etapa en el equipo 'pepinero' decidió crear sus propios cursos de tecnificación donde captaba a los niños para después representarlos. Dos de estos participantes, de 15 y 13 años, le han denunciado por presuntos abusos sexuales. Les realizaba tocamientos y también les besaba. En ambos casos fue detenido por la Policía Nacional. La última vez la semana pasada en el municipio madrileño de Getafe.

Sentadilla a las dos de la mañana en su habitación

Una vez que la madre del niño denunció los hechos, los agentes de la Comisaría de Fuenlabrada tomaron testimonio a las familias de los participantes en los campus y también al resto de entrenadores que acudieron a estas citas que se desarrollaron en Benidorm y en Grazalema (Cádiz). Uno de estos trabajadores ha hablado con Vozpópuli y ha relatado su experiencia con Adolfo.

Este entrenador comenzó a trabajar con el ojeador desde finales de 2021 hasta julio de este año cuando participaron en estos dos campus fuera de la Comunidad de Madrid. El testigo desarrollaba su labor con otro 'míster', uno de sus mejores amigos. "Vímos ya ejercicios extraños para lo que es el mundo del fútbol base", confiesa.

El niño y el entrenador abrazados por la calle

"En Benidorm dormíamos con los chavales en un hotel y uno de los días nos encontramos a las dos de la mañana a uno de los chavales de 12 años en el rellano. Nos dijo que estaba esperando a Adolfo porque estaban pasando en grupos pequeños a su habitación para tener una charla de cara al partido del día siguiente. En ese momento nos pareció raro", reflexiona. La mañana siguiente preguntaron al menor por la situación "extraña" que habían presenciado.

"El niño nos dijo que les habían dado la charla y que después tuvieron que hacer sentadillas con Adolfo encima. Nos quedamos asombrados pero no sabíamos si estaba loco o qué le sucedía", relata. Estas "situaciones extrañas" con los menores sobrepasaban este adjetivo cuando las protagonizaba el niño que finalmente denunció los abusos sexuales.

"Adolfo y el niño iban por Benidorm abrazados por la calle. No le dejaba juntarse con los otros chicos ya que el entrenador decía que le acosaban. Yo era el entrenador de su equipo y nadie le hacía bullying", detalla. "La culpa la tienes tú porque tienes al niño todo el día pegado", llegó a decirle este entrenador a Adolfo, que se pasó la conversación "por el forro".

Dormían juntos con el pestillo cerrado

Las situaciones "más extrañas" se vivieron en la concentración de Grazalema, según este testigo. "Nos alojamos todos en una casa rural y el único que tenía una habitación individual era Adolfo. Se pasó las 24 horas con este chico. Dormían juntos con el pestillo cerrado y las persianas bajadas", añade este entrenador.

Después de estos dos viajes los testigos decidieron investigar sobre la vida de Adolfo, quien desapareció en los días posteriores. "Nos llamaban los padres porque no podían contactar con él. Solo dos o tres familias pudieron hablar con él tras la denuncia de la madre y les transmitió tranquilidad", afirma. Este entrenador fue uno de los citados por la Policía Nacional. Les contó "día por día" todas las "situaciones raras y todos los detalles" de su experiencia.

Después de estas concentraciones la madre de este menor denunció la situación ante la Policía Nacional, quien finalmente detuvo a este hombre. El juez dejó en libertad al entrenador pero con una orden de alejamiento sobre el chico.


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