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Cómo bordar una entrevista de trabajo: las ocho cosas que nunca debes hacer ni decir

Si estás en búsqueda activa de empleo, has de ir bien preparado a tu cita con el entrevistador

Entre diciembre y enero se producen muchos despidos en las empresas. Los jefes miran las cuentas anuales, hacen la previsión para el año próximo, y deciden prescindir de muchos empleados.

Si es tu caso y te encuentras en búsqueda activa de empleo –o si quieres simplemente cambiar de curro o encontrar otro mejor–, tendrás que enfrentarte a las temidas (a la par que aburridas) entrevistas de trabajo.

Hay que ir con los deberes bien aprendidos de casa, pues tendrás apenas unos minutos para convencer a una persona experta en reclutar talento de tu valía profesional. Un solo fallo, un solo error, y tu candidatura será descartada de inmediato.

Recogemos algunos de los consejos que ofrecen los expertos. Estas son las ocho cosas que nunca jamás debes hacer o decir en una entrevista de trabajo:

1) Mostrar desconocimiento de la empresa

Tienes que ir a la entrevista con los deberes aprendidos. No puedes preguntar "¿a qué se dedica esta compañía?" ni "¿quién es el director?". No has de mostrar ningún desconocimiento de la compañía que quieres que te contrate, pues será interpretado por tu entrevistador como una falta enorme de interés.

2) Soltar bromas

Puede que te toque un entrevistador muy majo, que sea de tu edad y que dé pie a cierto 'colegueo'. Es posible incluso que la persona que te esté intentando contratar para su empresa te suelte algún chascarrillo, pero tú no debes caer en ello. Puedes reírle la gracia, ser amable, majo, pero no has de soltar ninguna broma. Intenta no pasarte de cordial. Recuerda que una persona discreta y educada siempre es buen visto por las compañías. Ya cuando te contraten puedes ser todo lo dicharachero que quieras, en las cenas de empresa, por ejemplo.

No hagas bromas. No es tu amigo

3) Explicar tu drama personal

Muchas personas creen que si le dan pena al entrevistador, este las contratará. Pero no, amigo. Explicar en una entrevista de trabajo el calvario personal por el que están pasando, será percibido por la otra persona como un 'problema'. Y nadie quiere más problemas en su vida, y menos en el trabajo. Por mucho que estés roto por dentro, debes mostrar entereza en la reunión, y hacer ver que separas lo profesional de lo personal.

4) Criticar a tu antiguo jefe

Esto es una obviedad, pero hay gente que lo sigue haciendo. Por mucho que tu anterior jefe (o actual si estás buscando cambiarte) sea el diablo en persona y todo el mundo lo sepa, incluso tu entrevistador, no has de criticarle jamás. Tampoco debes hablar mal de la antigua compañía para la que trabajabas, ya que pensarán que también vas a hablar mal de ellos por ahí si las cosas se tuercen. Puedes dejar caer que no estabas a gusto, pero nunca criticar. Recuérdalo.

No lo hemos dicho, pero tampoco ligues

5) Mentir

Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y es cierto, así que no engañes. Ni en el currículum ni en la entrevista. Intentar engañar a un entrevistador es como tratar de robar a un ladrón: te van a acabar pillando. En lo que más se miente es en los idiomas, en el sueldo que estabas percibiendo o en los máster que (no) tienes. Cuidadín.

6) Llegar tarde o irte antes

Es mejor que tengas que esperar media hora por llegar antes de tiempo que presentarte tarde en una entrevista de trabajo. Además de quedar fatal, será interpretado como una falta de respeto total a tu entrevistador y a la empresa. Lo más valioso que tenemos los humanos es el tiempo, y si se lo robas a otra persona, vete olvidando del trabajo. Planifica bien el itinerario, los posibles atascos, las huelgas en el transporte público... Sé previsor y adulto, lector. 

Si quieres preguntar por el sueldo, hazlo. Estás en tu derecho

7) Parecer desesperado

Frases como "necesito este trabajo", "se me acaba el paro", "estoy desesperado en mi empresa" o "por favor, contratadme" arruinan tus posibilidades de acabar contratado en la empresa. Muestra interés, pero no demasiado. No hagas ver que necesitas el dinero, sino que estás ahí porque quieres crecer como profesional.

8) Ser maleducado

No seas maleducado ni con la recepcionista ni con quienes pueden ser tus futuros compañeros. En las empresas la gente suele estar muy aburrida, y cualquier cosa nueva (en este caso, tú) será evaluada, juzgada y comentada. Ve con una sonrisa, sin ser necesariamente falso. Recuerda que la gente con la que te cruces o te vea también cuenta, pues luego informarán al jefe de si les has gustado o no. Y, además, puede que acaben siendo tus compañeros de mesa en el futuro. Educación ante todo, lector.

No te muestres desesperado. Dignidad ante todo, lector

Y esto es todo. En cuanto al sueldo, hemos preferido no manifestarnos, pues algunos gurús de los RRHH recomiendan no preguntarlo, pero nosotros tenemos nuestras dudas, ya que lo suyo es que, si optas a un puesto, sea la empresa la que te informe de lo que vas a cobrar.

Si estás buscando trabajo, lector, te deseamos mucha suerte. Tú puedes. ¡Ah! Y acude bien vestido, por favor.

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