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ERC rechazará el presupuesto de Sánchez como el de Illa si no desbloquea el ‘cupo’ catalán

Junqueras no está dispuesto a seguir desgastándose como ‘muleta’ del Gobierno mientras Puigdemont se lleva al protagonismo y los votos

  • El exsecretario general de ERC Oriol Junqueras. -

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no garantiza el apoyo a los presupuestos generales del Estado en 2025 si Pedro Sánchez no toma "decisiones" de manera rápida para poner en marcha el denominado cupo catalán, un sistema de financiación similar al que rige en País Vasco y Navarra que sacaría a Cataluña del denominado régimen común con otras 13 autonomías y generador de un fuerte rechazo en el resto de España, incluida buena parte del electorado, militantes y altos cargos socialistas.

Ya no valen solo "gestos" del presidente del Gobierno con el cupo, como la reunión prevista entre él y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, 48 horas antes de la cita del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) con todas las comunidades, el 26 de febrero, señalan a Vozpópuli fuentes próximas al recién reelegido líder republicano, Oriol Junqueras. "Lo que queremos es que se cumpla lo pactado" para la investidura de Illa porque, si no, "estaremos construyendo castillos en el aire".

"No se trata de la quita"

En esa cita del CPFF, el Ejecutivo no tiene a priori previsto hablar del cupo porque sabe que se encontraría con el rechazo de plano por parte no solo de los consejeros de Economìa de las autonomías gobernadas por el PP, tambiñen de las socialistas Castilla-La Mancha y Asturias. Y eso es, precisamente, lo que no quiere ERC. "No se trata solo de hablar de una quita de la deuda de la Generalitat -15.000 millones-" y de la de otros gobiernos, o hablar del aumento del techo de gasto para las autonomías en 2025 respecto a la senda de déficit que el Gobierno retiró del trámite parlamentario en otoño: la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ofrecerá ampliar ese margen en 3.000 millones, un 0,3% o 0,4% más del PIB, como anunciò este periódico en diciembre. Incluso puede que más.

Para la dirección renovada de ERC, que ve con preocupación el creciente protagonismo de su rival, Junts per Catalunya, y, en particular de su líder, Carles Puigdemont, en la legislatura del Estado, es vital marcar distancia con los socialistas, señalan las fuentes consultadas. Con todos; con el PSC de Illa, al que no está dispuesta a apoyar el presupuesto 2025 de la Generalitat -aunque le han permitido la prórroga de los anteriores con  4.000 millones adicionales para que no colapse la administración catalana- pero, sobre todo, con Sánchez.

El  apoyo de ERC a la senda de déficit en las Cortes, si el Ejecutivo se decide finalmente a presentarla de nuevo, no conllevará automáticamente un apoyo los presupuestos generales del Estado 2025. Sería algo así como repetir la jugada con Illa en el Parlament con la prórroga del presupuesto catalán: dar luz verde a lo más básico para que el Estado siga funcionando y no se perjudique a la gente -ya sea decreto ómnibus o senda de déficit- aunque sin dar más oxígeno político a Sánchez si no hay cupo.

En este sentido, señalan las fuentes consultadas, "no se debe interpretar" que el apoyo de ERC a la senda de déficit en las Cortes, si el Ejecutivo se decide finalmente a presentarla de nuevo, conllevará un posterior apoyo los presupuestos generales del Estado 2025. Sería algo así como repetir la jugada con Illa en el Parlament con la prórroga del presupuesto catalán: dar luz verde a lo más básico para cumplir con la Unión Europea y que el Estado siga funcionando, y no se perjudique a la gente. Y esto lo mismo vale para justificar su apoyo al decreto ómnibus o la senda de déficit, aunque sin dar más oxígeno político a Sánchez si no hay cupo.

En este segundo Junqueras, como le define gráficamente una fuente muy próxima para referirse a su vuelta al líderazgo de los republicanos, éste es muy consciente de que Puigdemont ha logrado instalar la imagen de que "la legislatura pasa por Junts", y pretende combatirla con fuerza. "Desde la reinstauración de la democracia, siempre ha habido dos almas del catalanismo: la cabal, que antes representaba Convergencia, y otra más asilvestrada, que representábamos nosotros; pero el procés ha dado la vuelta a eso".

Ni ERC ni Junts quieren elecciones

Esa competencia entre los independentistas catalanes entre poli bueno/poli malo no parece preocupar al Gobierno... de momento. Tanto en La Moncloa como en la sede socialista de Ferraz quitan hierro a la amenaza de ERC y hasta a los plantes de Puigdemont. Se ha instalado en el poder socialista la idea de que, por mucho que Junts amague con dejarle sin apoyo, como ocurrió la semana pasada con el decreto ómnibus, nunca van a estirar tanto la cuerda como para hacer descarrilar la legislatura. "Son los menos interesados", dicen, en que haya elecciones anticipadas.

Junqueras no quiere urnas porque ERC va a la baja en apoyo electoral y Puigdemont porque, insisten en numerosos ámbitos del PSOE consultados por este periòdico, después de haber perdido casi todo el poder institucional en Cataluña, solo le falta un gobierno de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal para acabar siendo "insignificante". Ironizan, incluso, con el hecho de que el ex presidente catalán haya presentado como un gran éxito haber descafeinado la proposición no de ley (PNL) en la que se insta al presidente del Gobierno a presentar una cuestión de confianza.

Sánchez ya ha dicho que no va a presentar esa peligrosa para él cuestión de confianza -sí la pierde abandonaría el poder- aunque el Congreso le inste a ello, "y no ha pasado nada", recalcan a fuentes del gabinete; las mismas que recuerdan que "el martes la legislatura parecía que descarrilaba por el rechazo al decreto ómnibus e íbamos a elecciones y hoy no sólo tenemos aprobadas las medidas del escudo social sino que ya tenemos fecha del Consejo de Política Fiscal y Financiera para dar luz verde a la senda de déficit y Junts acepta volver a hablar del presupuesto"

Sánchez ya ha dicho que no va a presentar esa peligrosa para él cuestión de confianza -sí la pierde abandonaría el poder- aunque el Congreso le inste a ello, "y no ha pasado nada", recalcan a Vozpópuli fuentes del gabinete; recuerdan, además, que "el martes la legislatura parecía que descarrilaba por el rechazo al decreto ómnibus e íbamos a elecciones y hoy no sólo tenemos aprobadas las medidas del escudo social sino que ya tenemos fecha del Consejo de Política Fiscal y Financiera para dar luz verde a la senda de déficit y Junts ya ha aceptado volver a hablar del presupuesto".

La fotografía de Sánchez con el huido Puigdemont en Waterloo (Bélgica), o donde sea, no se descarta en el Gobierno, pero siempre a posteriori de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, que eso sí que le garantizaría al inquilino de La Moncloa, sin ningún género de dudas, agotar la legislatura hasta 2027. Por si acaso este escenario no acaba ocurriendo, en el PSOE ya contemplan un plan B, gobernar con una segunda prórroga de los de 2023, "que Rajoy estuvo tres ejercicios presupuestarios sin cuentas públicas", recuerdan.

 

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