Rafael Marcos, el exmarido de María Sevilla, sigue la cruzada por la seguridad de su hijo. Desde su casa en Estepona (Málaga) viaja a Madrid para comandar este sábado una concentración frente al Ministerio de Igualdad. Tiene claro los motivos: pedir una igualdad "real" y acabar con la impunidad de Irene Montero. En una entrevista a Vozpópuli, Marcos reconoce que le gustaría hablar con la ministra y la advierte: "si viera y escuchara a mi hijo cambiaría radicalmente".
La concentración, organizada por la Asociación Nacional de Ayuda a Víctimas de Violencia Doméstica (ANAVID), será a las seis de la tarde. Los presentes se reunirán frente al Ministerio de Igualdad en el número 37 de la calle Alcalá. La entidad que convoca la protesta ha ayudado en todo momento a Marcos desde el principio. Además, esta organización es la que guarda el dinero que está reuniendo el padre en donaciones para que pueda presentar las querellas judiciales que tiene pendiente. El sábado desvelará la cifra total que ha conseguido recaudar de momento en
"Quiero que la gente sea consciente de que se puede salir a las calles. Basta ya de la impunidad de Irene Montero. Me gustaría hablar con ella para que recapacitara por lo que ha dicho y por lo que ha hecho. Si me escuchara estoy convencido de que cambiaría radicalmente su visión y sino se desenmascararía", explica en una conversación con Vozpópuli.
Montero cambiaría de idea
Marcos cree que si la ministra "escuchara y viera a mi hijo cambiaría de parecer". "Estoy cien por cien convencido. Sino lo hace es que tiene otros intereses", lamenta. Porque el padre de uno de los hijos de la expresidenta de la asociación Infancia Libre afirma que Montero no tiene argumentos para defender su postura sobre el indulto a María Sevilla.
Para ello, a este padre le gustaría sentarse y tener un encuentro con Montero con documentación y en presencia del hijo que su secuestrado por María Sevilla. "Es la víctima real", enfatiza. Marcos ha intentado ponerse en contacto con las asociaciones que apoyaron el indulto a su exmujer. "Tiran balones fuera. Cuando hablo con ellos se lo toman como que les estoy amenazando", lamenta.
Su hijo no quiere ver a María Sevilla
Este padre sigue buscando fondos para presentar las correspondientes denuncias contra la ministra, Irene Montero, la secretaria de Estado, Ángela Rodríguez Pum, y la periodista Ana Pardo de Vera. También recurrirá el indulto a su expareja por el que le devuelven la patria potestad del hijo que tienen en común.
Una semana después de conocer la decisión del Gobierno, Marcos sigue viendo "lamentable" esta iniciativa. "Me duele cada vez que lo pienso. No han visto por el bienestar de mi hijo. Él tiene claro que no quiere ver a su madre. Yo le pregunto y me dice que es porque le ha hecho mucho daño. En la última visita que tuvieron juntos, el 19 de febrero, le registró", confiesa el exmarido de Sevilla.
Tras la decisión del Ejecutivo aún no sabe cuando la expresidenta de la asociación Infancia Libre podrá volver a ver a su hijo. "No se ha puesto en contacto con nosotros", añade.
"Yo estaría en prisión sin indulto"
Cuestionado por las razones para acudir a la protesta del sábado, Rafael lo tiene claro: "es algo de todos y que nos pilla a todos". "Siempre vamos a tener de cerca alguno de estos casos que afectan a más de la mitad de la población a la que se nos acusa por el mero hecho de ser hombres. Lo sufrimos nosotros y nuestra familias. Que se condene a los maltratadores. Me da igual del sexo que sean. Si ésto lo llego a hacer yo estaría en prisión sin indulto", reflexiona.
El caso se María Sevilla se remonta a marzo de 2017. La expresidenta de la asociación Infancia Libre se trasladó de Madrid a Granada con el hijo, que por aquel entonces tenía 11 años, que comparte con su expareja, Rafael Marcos. No le consultó y la justicia otorgó la custodia del menor al padre en diciembre de ese año.
La mujer se encontraba en busca y captura desde septiembre de 2018 por incumplir esta sentencia judicial. Fue detenida junto a su pareja en una pedanía de 6.000 metros cuadrados en la localidad conquense de Villar de Cañas. Los agentes consiguieron acceder a su interior el sábado 30 de marzo de 2019. "Tenían un perro de la raza pitbull que redujimos sin ningún problema. Al ver a los niños parecían 'niños lobo'. Llegaron a oler a los funcionarios", explicaron fuentes de la investigación a Vozpópuli.
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