Cada vez están más asentados y cómodos en el término de organización criminal. Los miembros de algunas bandas latinas se están trasladando de las grandes ciudades a medianas o pequeñas poblaciones donde quieren seguir imponiendo su reino de la violencia, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli. Prueba de ello es que esta semana, la Policía Nacional ha detenido a tres Dominican Don't Play (DDP) en Cuenca que tenían conexiones con varios coros de Madrid.
Cada vez son más comunes las uniones entre los grupos de la misma banda de diferentes municipios. Prueba de ello es que el pasado 5 de febrero, la 'noche de caídas', uno de los asesinos de la banda de los DDP estaba oculto con sus compañeros pandilleros de Toledo, donde tenían organizado todo para vender droga y falsificación de moneda que posteriormente distribuían por otros municipios de la península. Uno de los negocios con más beneficios para las bandas.
Después llegó la polémica judicial. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Illescas se quería inhibir porque estos pandilleros habían actuado en varias provincias españolas y por la magnitud de la problemática. Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz afirmó que no era competente para investigar a los miembros de la banda Dominican Don’t Play (DDP).
Viajes por España
El magistrado manifestó que las pesquisas que hacían referencia a un modo de actuación jerarquizado por parte de los miembros de la banda, pero no se había acreditado que en la comisión de los delitos de tráfico de drogas y falsificación de moneda operaran con los requisitos exigidos para su imputación en el marco de una organización criminal. Por lo que la causa será instruida por el juzgado de Toledo.
La imputación del delito de organización criminal a los pandilleros es una de las grandes luchas que mantiene la justicia con los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. La condena por esta tipología suponen penas más fuertes de cárcel y los jóvenes se podrían pensar dos veces entrar en las bandas.
Las intervenciones contra los DDP fuera de la Comunidad se han incrementado en las últimas fechas. Zaragoza, Mallorca o Valencia ha sido algunos de los puntos donde han actuado. La dinámica sigue en expansión pero en este caso en zonas urbanas más pequeñas. Unas poblaciones donde rara vez encuentran enemigos y gracias a ello los pueden incorporar dentro de sus territorios ganados. Cabe recordar que éste es uno de sus motivos fundamentales de ataques o caídas (buscar su dominio contra el resto de bandas).
Discriminan a grupos minoritarios
Esta semana, la Policía Nacional ha detenido en Cuenca a tres jóvenes de la banda Dominican Don´t Play. Tuvieron un incidente a la salida de un local de ocio, dos jóvenes fueron abordados y agredidos por otros tres. Uno de ellos portaba un machete de grandes dimensiones, lo que provocó una gran alarma entre la multitud allí congregada. Las dos víctimas de aquella agresión sufrieron lesiones de diversa consideración y tuvieron que ser intervenidas quirúrgicamente en el Hospital de Cuenca.
Los investigadores del área de Información lograron constatar que había una relación previa entre dos de los detenidos con los Dominican establecidos en Madrid. Estas relaciones son más frecuentes ahora mismo por 'pandilleros' que tienen que viajar por motivos personales fuera de la capital y ya asientan su grupo en la zona donde acaban viviendo. Las bandas se expanden y se globalizan.
Gracias a las tres detenciones de Cuenca, la Policía Nacional ha podido desarticular "un posible germen o célula inicial" de esta banda integrada por jóvenes de entre 14 y 30 años y con una estructura de cohesión y disciplina interna. En este momento, según la Policía, estos grupos "están expandiendo su influencia delictiva a otras ciudades generando nuevas dinámicas que influyen en los comportamientos violentos, como puede ser el odio y la discriminación hacia otros grupos minoritarios y vulnerables".
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