El Rey ha expresado este jueves ante el cuerpo diplomático acreditado en España su deseo de "seguir trabajando con la nueva Administración" estadounidense de Donald Trump "al mismo nivel de excelencia" con que se ha hecho hasta ahora, "también en los asuntos globales y en los foros multilaterales".
Felipe VI, acompañado por doña Letizia, ha ofrecido su segunda recepción al cuerpo diplomático, un acto solemne convocado en el Palacio Real con motivo del nuevo año, que no se celebró en 2016 por la situación de interinidad política de España, y al que han asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ambos con sus esposas.
En su intervención ante unos 250 invitados, don Felipe ha dedicado "un recuerdo lleno de emoción" a las víctimas de ataques terroristas perpetrados en diversas partes del mundo, entre ellos los que golpearon recientemente Berlín y Estambul, y ha subrayado que el mejor homenaje es la "firme determinación" de España "para seguir luchando hasta erradicar el terrorismo".
"No son pocos los retos y desafíos que nuestro país tiene ante sí en esta nueva legislatura", ha continuado el monarca, "pero los afrontaremos como una nación orgullosa de su pasado y proyectada hacia el futuro", como "una nación firme en la protección y el fomento de sus principios e integradora de su diversidad y pluralidad".
En cuanto a la UE, consciente de que "el proyecto europeo es hoy puesto en cuestión", ha instado a "mejorar la arquitectura institucional y las políticas de la Unión", porque "es tiempo para una mejor Europa, no para deshacer lo mucho y bueno construido, ni para retroceder".
"Sabemos bien dónde nos llevaría el camino de retorno: a una Europa egoísta y ensimismada, de nacionalismos enfrentados, con más fronteras y barreras a la prosperidad, a la movilidad de nuestros ciudadanos y a la circulación de bienes e ideas", ha recalcado, antes de proclamar: "Este es un lugar al que no deseamos volver".
Ante las "graves crisis humanitarias" de inmigrantes y refugiados, el Rey ha animado a "hacer más" y "hacerlo mejor", tras advertir: "Hemos de dar lo mejor de nosotros mismos en la medida de nuestras capacidades y sin eludir nuestras responsabilidades".
En su detallada exposición de las áreas de actuación de la política exterior, se ha felicitado por el "trabajo bien hecho" de España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ha pedido apoyo para la candidatura de este país al Consejo de Derechos Humanos en el periodo 2018-2020 y ha reafirmado el apoyo español a las víctimas del terrorismo "siempre y en todo lugar".
La unión de EEUU con España
En ausencia de embajador estadounidense desde la marcha de James Costos tras el triunfo de Donald Trump, ha sido el encargado de Negocios, Krishna Urs, quien ha representado en la recepción a EE.UU., nación de la que el Rey ha destacado sus "relevantes y profundos" vínculos con España, así como la "estrecha agenda política, económica, empresarial y de seguridad" que une a ambos países.
"Es nuestro deseo seguir trabajando con la nueva Administración al mismo nivel de excelencia con que lo hemos venido haciendo hasta ahora", tanto a nivel bilateral como "en los asuntos globales y en los foros multilaterales", ha resaltado el Monarca.
Poco antes, después de reafirmar el compromiso español con la paz y prosperidad en el Mediterráneo y Oriente Próximo -incluida la tradicional apuesta por la solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí-, don Felipe ha resaltado que España trabajará asimismo para que Rusia sea "un actor constructivo" en el espacio euro-asiático.
En "estos tiempos de incertidumbre y esperanza", España "cuenta con la vocación y la capacidad efectiva para mantener e impulsar una presencia global efectiva", ha garantizado el jefe del Estado al final de una larga intervención en la que no ha olvidado mencionar la importancia de la cooperación con Iberoamérica y el apoyo a Colombia en un proceso de paz que espera ver culminado "muy pronto".
Igualmente, ha querido dejar clara la voluntad española de formar parte de la "historia de éxito" de Asia, "la región más dinámica en crecimiento", y de "celebrar durante esta legislatura una cumbre entre España y África".
En su calidad de decano del cuerpo diplomático, el nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, ha expresado su satisfacción por "la superación de la incertidumbre política en España", ha alabado a don Felipe por su "contacto oportuno y directo" durante el periodo de interinidad para encontrar una solución y ha pedido que la recuperación económica española se haga con "cohesión y equilibrio".
Sin mencionar a Cataluña, Fratini ha defendido además "la identidad común específica de España", así como el respeto a la Constitución y a las reglas comunes, al tiempo que ha animado a buscar la solidaridad entre todos a través del diálogo, y ha elogiado el papel de Felipe VI en su "imprescindible rol de árbitro".
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