La ‘Pia Unio Sancti Pauli Apostoli’ no deja de crecer en número de adeptos desde que el pasado lunes 13 de mayo, un grupo de clarisas de Burgos anunciaran que se marchaban de la Iglesia católica para unirse a esta presunta secta. Las religiosas rehuyeron a la prensa durante días después de conocerse su iniciativa cismática, pero encontraron protección mediática bajo la sotana de don José Ceacero, el cura al que esta nueva organización había confiado la custodia de la pequeña comunidad de monjas de Belorado, a 43 kilómetros de la capital de la provincia, y al que usaron como portavoz.
Ceacero, al que siempre han llamado Fran desde niño, es un linarense de 42 años muy cercano al “falso obispo” Pablo de Rojas, al frente de la ‘Pia Unio’ desde su fundación hace solo unos años. A ambos se les conoce una relación sumamente estrecha que no está libre de sospechas, ya que se les ha visto paseando juntos desde hace años por las calles de Bilbao, Alar del Rey -el pueblo de Palencia donde tienen comprado un caserón- o Linares, de viaje en pareja y hasta compartiendo vivienda.
Ceacero servía copas por la noche y daba la comunión por la mañana
Fran destacó como barman en Bilbao hasta 2022, cuando dejó esa faceta profesional. De hecho, presidió la Asociación de Barmen de Bizkaia, fue profesor de una escuela de coctelería y recibió premios por su pericia con los shakers y coladores. Durante ese tiempo trabajó en el bar Estraunza y en el Gin Fizz, dos conocidos sitios de copas de la capital vasca.
"No se le ha conocido pareja nunca, la verdad, ni se le ha visto con mujeres, si eso alguna vez con otro barman por la calle ", comentan a Vozpópili en la asociación de Barmen preguntados por las compañías de Ceacero en esa época. "Lo conozco bien como profesional, pero te aseguro que me sorprendió conocer esta faceta religiosa, como le ha sorprendido a todo el gremio", añade el actual presidente por llamada telefónica. "Este es un mundo muy pequeño y nos conocemos prácticamente los de toda España".
Curiosamente, Fran, como lo conocen allí, estuvo durante 10 años compaginando su trabajo detrás de la barra con su vocación religiosa: por las mañanas usaba el cáliz y por las noches las copas. "Es una enciclopedia de la coctelería, pero, ¿era bueno? Bueno, sí, era un profesional", califica el nuevo presidente al que fuera su compañero, del que reconoce que se le ha visto "mucho" con el obispo Pablo de Rojas, "incluso se ha llegado a decir que son familia".
Algo parecido opinan de él en su nuevo pueblo, Alar de Rey, donde vive inseparablemente con Pablo Rojas: "Está siempre aquí, forma ya parte del mobiliario", afirma uno de los profesionales de la hostelería del lugar. "Una vez hizo un comentario sobre cómo debía ponerse una copa, y me sorprendió, porque se notaba que sabía del tema", confirman en un bar de copas del centro. "Luego ya me enteré de que había salido en la tele y en las revistas" en reportajes en los que se comentaba esa doble faceta de religioso y coctelero, asegura este mismo camarero, que desea que conste en este reportaje que tanto el sacerdote como el obispo "son buena gente y no hacen daño a nadie". En cuanto a la relación con Pablo de Rojas, también desconocen su naturaleza, aunque se les ha visto paseando juntos a su perro: "No me extrañaría nada, pero puede ser, por la forma de… eso", manifiesta un hostelero que no desea dar su nombre.
Ceacero es íntimo de De Rojas desde la infancia
Conoció a Pablo Rojas Sánchez (ahora conocido como el arzobispo Pablo de Rojas Sánchez-Franco) siendo los dos niños en Linares, de donde ambos son originarios, a los 12 años. Fueron muy buenos amigos, pero no volvieron a encontrarse hasta que coincidieron años después formándose como sacerdotes en una institución apartada de la Iglesia de Roma. Fran Ceacero se considera Franquista (como ya apuntaba el experto en sectas Luis Santamaría a Vozpópuli) ya que alaba su lucha contra el comunismo y la consideración de rey que le otorgó un papa al que aún considera legítimo, Pío XII -en el cargo entre 1939 y 1958..
Entre los dos íntimos amigos fundaron la organización que lleva por nombre ‘Pia Unio Sancti Pauli Apostoli’, desconocido por el gran público hasta la semana pasada. Está registrada como asociación sin ánimo de lucro desde 2021 en el Ministerio del Interior, aunque sus orígenes se remontan a 2005, en Bilbao, año en el que fue fundada por el líder de esta presunta secta, Pablo de Rojas, que en aquel momento tenía 23 años. En este momento, la recientemente creada institución posee una página web y está presente en las redes sociales, a través de las cuales aprovecha para pedir donativos.
El nombre de Pablo de Rojas apareció por primera vez en negro sobre blanco el pasado cuando decenas de religiosos y sacerdotes de la zona de Burgos recibieron atónitos a través de su móvil un extenso comunicado de 75 páginas firmado por la superiora de esta comunidad de 15 hermanas clarisas, sor Isabel de la Trinidad. "A partir de hoy, nuestra comunidad (...) pasa a formar parte de la Iglesia Católica bajo la tutela de S. Ilma. Rvdma. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, Obispo legitimo", decía el escrito. La sociedad en cuestión lleva por nombre ‘Pia Unio Sancti Pauli Apostoli’, autodefinida como "una suerte de Milicia Guerrera predestinada a sobresalir sobre todo lo existente" que no reconoce a ninguno de los últimos seis papas de Roma.
El escritor Luis Santamaría describe a Pablo de Rojas como un creyente con "ideas nostálgicas” de una Iglesia de otra época, previa a 1962 -año de inicio del Concilio Vaticano II- y "al régimen franquista", un hombre de 42 años que se había hecho pasar por cura de la Iglesia católica de Roma en el pasado y que ha encontrado atención entre personas que comparten estas mismas ideologías.
"Este tipo de grupos juegan con el engaño", asegura el experto en sectas Luis Santamaría. "Llevo detrás de ellos 5 o 6 años y ahora, con esto que ha pasado con estas monjas clarisas, se demuestra que sí tienen una gran capacidad dañina", ha explicado el teólogo y escritor a Vozpópuli.
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