Los gobiernos de Francia y el resto de los países europeos y Canadá que participan y colaboran con la operación 'Barkhane' y la Fuerza Takuba han anunciado este jueves la retirada de sus fuerzas de Malí, donde estaban desplegadas para ayudar a Bamako en la lucha contra el yihadismo, ante las tensiones con la junta militar en el país africano.
"Ante las múltiples obstrucciones de las autoridades de transición maliense, Canadá y los países europeos que operan al lado de la operación 'Barkhane' y en el seno de la Fuerza Takuba estiman que las condiciones políticas, operacionales y jurídicas no están en marcha para llevar a cabo de forma eficaz su despliegue actual en la lucha contra el terrorismo en Malí", han señalado en un comunicado.
Así, han resaltado que "han decidido iniciar la retirada coordinada del territorio maliense de sus respectivos medios militares dedicados a estas operaciones". "En estrecha coordinación con los estados vecinos, también han expresado su deseo de mantener su papel en la región, respetando los procedimientos constitucionales respectivos", han agregado. En su declaración conjunta antes de la sexta cumbre en Bruselas entre líderes europeos y africanos, estos países han subrayado su "determinación" a la hora de "apoyar a Malí y su población en sus esfuerzos para obtener una paz duradera y una estabilidad, así como a combatir las amenazas terroristas en el Sahel".
Terroristas en el Sahel
"Reafirmamos nuestra firme voluntad de mantener nuestra asociación y nuestra interactuación con el pueblo maliense para hacer frente a todos los desafíos que supone la actividad de grupos armados terroristas en el Sahel", han dicho, antes de lamentar que las autoridades malienses de transición "no hayan respetado" sus compromisos con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) a la hora de organizar elecciones tras el golpe de Estado de agosto de 2020.
"Apoyamos plenamente los esfuerzos en marcha de la CEDEAO y la Unión Africana (UA) para el retorno de Malí al orden constitucional sin más retrasos", han señalado, al tiempo que han pedido a las autoridades malienses "retomar un diálogo constructivo" con ambas organizaciones, "al más alto nivel", con el objetivo de "encontrar una solución en favor de la estabilidad y el desarrollo de Malí y toda la región".
Los firmantes han subrayado además la contribución "esencial" de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) para estabilizar la situación en Malí y ha destacado la "contribución sustancial" de la Unión Europea (UE) y sus misiones de paz y seguridad en el Sahel.
"Reafirmamos el objetivo crucial de reforzar los medios y capacidades de las fuerzas de seguridad de los países de la región e incrementar así la seguridad de las poblaciones locales allá donde se reúnan las condiciones necesarias", han explicado, antes de mostrar su disposición a "seguir abordando las causas profundas de la inseguridad" en Malí y "movilizando ayuda para responder a las necesidades inmediatas y a largo plazo de la población". De esta forma, han recalcado igualmente su "disponibilidad" a la hora de "continuar el diálogo con las autoridades de transición malienses".
Conversaciones a nivel político y militar
Por otra parte, estos países han hecho hincapié en que "a petición de sus socios africanos y "sobre la base de las discusiones sobre las futuras modalidades de acción conjunta, se ha acordado mantener la acción conjunta contra el terrorismo en la región del Sahel, especialmente en Níger y el golfo de Guinea". A tal fin, se han mantenido conversaciones a nivel político y militar para determinar "los parámetros de esta acción" entre esta fecha y junio de 2022.
En lo relativo a la expansión de la amenaza yihadista hacia el golfo de Guinea y África occidental, los firmantes han mostrado su voluntad de actuar "activamente" para apoyar a los países de estas regiones, "según sus demandas". "Estas acciones apoyarían las iniciativas y a las organizaciones regionales pertinentes, tales como la UA, la CEDEAO, el G5 Sahel y la Iniciativa de Accra", han detallado.
Por último, han reclamado al alto representante de la coalición para el Sahel, Djimé Adoum, organizar "rápidamente" una reunión ministerial en el seno de la coalición "con el objetivo de establecer un balance de la 'hoja de ruta' adoptada en marzo de 2021 y para tener en cuenta las nuevas orientaciones".
El comunicado ha sido publicado después de una cena de trabajo el miércoles en el Elíseo en la que participaron delegaciones de más de una veintena de países europeos y africanos, así como de organizaciones internacionales como la UE y la UA. Las tensiones han ido al alza durante los últimos meses por el anuncio de la junta militar de alargar el proceso de transición a entre cuatro y cinco años y de aplazar las elecciones previstas para marzo, en medio de los cruces de acusaciones entre París y Bamako sobre los esfuerzos en materia antiterrorista.
Asimismo, las autoridades francesas, al igual que otros países occidentales, se han mostrado igualmente muy críticas con la junta por el supuesto despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, algo que ha sido negado desde Bamako y Moscú, que hablan de cooperación militar regular.
El Gobierno de transición ha admitido la presencia de instructores militares rusos en el país, bajo un mandato parecido al que otorgaron a la misión de entrenamiento de la Unión Europea, en medio de las suspicacias occidentales por el aumento de la influencia rusa en África.
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