Pedro Sánchez y Teresa Ribera levantaron el teléfono el pasado lunes por la tarde para convocar de forma urgente en Moncloa a los grandes 'jefes' de la energía en España. Esta vez, y a diferencia de los encuentros de la crisis de septiembre, la reunión fue de forma conjunta y no por separado. Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), José Bogas (Endesa), Josu Jon Imaz (Repsol), Francisco Reynés (Naturgy), José Manuel Entrecanales (Acciona) y Ana Paula Marques (EDP) movieron sus agendas para escuchar al Ejecutivo español ante la crisis del sector que ha agravado la invasión de Ucrania.
Y, desde el primer momento, Sánchez y Ribera notaron que entre sus visitantes existían ciertas discrepancias con las que les tocaría lidiar. Según fuentes conocedoras del encuentro, el ambiente era "tenso" cuando tomaba la palabra alguno de estos 'jefes'. Algunos testigos hablan de "dos sensibilidades claras" en las energéticas. Otros portavoces destacan un "ambiente cordial" donde "evidentemente, cada uno defiende sus intereses".
Estas "dos sensibilidades" o posiciones "tensas" las protagonizaban las principales eléctricas y los gigantes de los hidrocarburos. O lo que es lo mismo, Sánchez Galán y Bogas con Imaz y Reynés. El primer grupo empuja al Gobierno a limitar el precio del gas, mantenerlo dentro del mercado mayorista de electricidad, descartar cualquier tipo de recuperación de los 'beneficios caídos del cielo' de las fuentes no emisoras de CO2 y reconocer a los hidrocarburos como los grandes triunfadores de los altos precios.
El otro grupo, según recuerdan las mismas fuentes, pide a Ribera y Sánchez que saquen al gas del 'pool' para que no eleve el precio del resto de fuentes de generación, revise la fiscalidad de los hidrocarburos al igual que la electricidad y, al igual que el otro bando, apuntan que el actual modelo de casación de los precios de la electricidad beneficia a unas tecnologías más que a otras. Entrecanales y Marques, compartiendo más lo intereses de Galán y Bogas, se mantuvieron más de perfil dentro de estas dos sensibilidades, según describen los testigos.
Pedro Sánchez y Teresa Ribera querían ganarse el favor de los seis visitantes antes del Consejo Europeo del jueves y de cara a su plan de choque que presentará el próximo 29 de marzo. Que llegará cargado de medidas energéticas de urgencia. El presidente del Gobierno explicaba a los grandes ejecutivos de las energéticas que ante esta "situación excepcional" optarán por "medidas temporales y no estructurales". Aunque, tras dos horas y media de reunión, no quiso profundizar en ninguna medida concreta en la que estén ultimando.
Ribera ha dejado la voz cantante a Sánchez para detallar algunas sensaciones que se están encontrando entre sus colegas europeos en sus diferentes viajes. El resumen, según destacan fuentes cercanas a la reunión, es que siente respaldado por países vecinos como Portugal, Francia e Italia y que, con la colaboración de las energéticas, podrán poner en marcha de inmediato este paquete de soluciones para los altos precios de la energía y que lograr un coste asequible tanto para los hogares como las empresas.
Reynés, Galán, Bogas e Imaz
Pedro Sánchez ha 'pasado palabra' sobre si finalmente limitará el precio del gas en su entrada en el mercado o si está convencido de si logrará sacar del pool eléctrico la producción de energía que llega a través del gas. Dos movimientos claves que aguardan Reynés, Galán, Bogas o Imaz.
Dos grupos que se consideran con negocios muy diferenciados y el Gobierno tiene en la mesa sus dos iniciativas a corto plazo. Por un lado, apostar por el desacople del precio del gas natural de la formación del precio eléctrico para desligarlo de la volatilidad del mercado y poner referencia al precio de gas natural. Por otro, fijar precios para el gas, que se mantenga en el mercado y lograr de esta manera que el precio del pool no vuelva a superar la barrera de los 200 euros/MWh en esta crisis.
Dos sensibilidades que chocan y que hasta el 29 de marzo no sabrán si triunfa una por encima de la otra o, por otra parte, pierden las dos.