El Gobierno de España ha desatado una nueva polémica laboral al rechazar la demanda de UGT de incrementar el pago por horas extraordinarias. En una respuesta oficial al Consejo de Europa, el Ejecutivo ha defendido el actual modelo español, que delega esta cuestión en la negociación colectiva de cada convenio.
El sindicato, liderado por Pepe Álvarez, quiso recalcar que la Carta Social Europea, en su artículo 4.2, tal y como lo recoge el propio BOE, establece de manera clara el derecho de los trabajadores a una remuneración adicional por las horas extraordinarias. Este principio fundamental del derecho laboral europeo choca frontalmente con la flexibilidad que ofrece el modelo español, donde la regulación de las horas extra se delega en los convenios colectivos.
Si bien es cierto que muchos convenios incluyen cláusulas que remuneran las horas extra, la ausencia de una norma estatal que garantice este derecho de manera universal plantea dudas sobre si la legislación española está alineada con los estándares internacionales. Sin embargo, el Gobierno ha argumentado que el 60% de los convenios colectivos ya incluyen cláusulas que remuneran las horas extra, y que imponer una regulación más rígida podría desincentivar su realización.
Esta decisión ha generado un intenso debate sobre el equilibrio entre la flexibilidad laboral y los derechos de los trabajadores. Mientras el Gobierno defiende la autonomía de la negociación colectiva, UGT advierte de que la falta de una regulación clara puede dejar a muchos trabajadores en una situación de desventaja.
La remuneración de las horas extra, a debate
La decisión del Gobierno de mantener el modelo actual de horas extra, que delega su regulación en los convenios colectivos, ha generado un intenso debate sobre los derechos laborales en España. Mientras la patronal celebra la flexibilidad que ofrece este sistema, los sindicatos advierten de un posible aumento de la desigualdad laboral y de un deterioro de las condiciones de trabajo, especialmente en sectores como la hostelería y la sanidad, donde las horas extra son especialmente frecuentes y a la orden del día.
En este sentido, será crucial observar cómo evoluciona la negociación colectiva en los próximos meses y años, y si las empresas aprovechan este margen de maniobra para reducir los costes laborales a costa de la salud y el bienestar de los trabajadores.
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