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Granados dice que Manos Limpias le pidió 50.000 € por parar una denuncia contra él

Durante su comparecencia voluntaria de diciembre, el ex secretario general del PP madrileño detalló al juez Velasco una supuesta visita a su despacho de Miguel Bernard, secretario general del polémico sindicato y detenido en abril pasado por sus vínculos con la trama de Ausbanc. El político aseguró que le pidió dinero a cambio del silencio del directivo de una constructora que le acusaba.

El sindicato Manos Limpias también aparece en el sumario del 'caso Púnica'... y con Francisco Granados como supuesta víctima de un intento de extorsión. Fue el propio exsecretario general del PP madrileño el que desveló el pasado 21 de diciembre, durante su declaración voluntaria ante el juez Eloy Velasco, que recibió en su despacho la visita del máximo dirigente de esta organización, Miguel Bernard, hoy imputado en el sumario de la 'Operación Nelson' por sus vínculos con las actividades presuntamente delictivas de Ausbanc. Según detalló el político al magistrado, Bernard acudió a su despacho oficial para pedirle 50.000 euros a cambio de que el directivo de una constructora que había salido en dos medios de comunicación acusándole de corrupción se retractara. El político detalló en su comparecencia, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Vozpópuli, que no aceptó lo que consideró una "oferta" y no una amenaza. Este directivo terminó declarando como testigo en el 'caso Púnica'.

El político aseguró al juez que Bernard se presentó en su despacho para pedirle dinero a cambio de que el directivo de una constructora se retractara de las acusaciones que había lanzado contra él

La revelación se produjo a preguntas del nuevo abogado de Granados, Carlos García Ceca, y cuando el único investigado por la trama de corrupción que permanece en prisión ya llevaba dos años declarando. Su letrado le preguntó si conocía a los propietarios de la Constructora Dico y de la empresa Virton, dos de las sociedades salpicadas por las investigaciones del 'caso Púnica' y por la confesión del que fuera socio del político, David Marjaliza. El exdirigente del PP admitió tener tratos con ellos e, incluso que a la primera le adquirió una vivienda, aunque, eso sí, "un poco más cara de las primeras que vendió a mis vecinos". Lo que negó fue haberles dado trato de favor desde sus cargos públicos.

Abogado: ¿Recibió alguna presión o algún ofrecimiento de dinero para adjudicar alguna obra o vivienda a estos señores?

Francisco Granados: Nunca. Jamás.

A: ¿A estas empresas?

F.G: Nunca.

A: ¿Ni siquiera de DICO, que al parecer recibió, efectivamente, el encargo de.. o la adjudicación de algunas pequeñas obras?

F.G: Nunca me han pedido estos señores absolutamente nada. Estas son las empresas que el señor Marjaliza [en su confesión] dice que él ha estado intermediando, que no sabía qué obras, que ya las miraría en internet. [...] Tengo la suficiente relación para que estos señores, si tienen alguna duda o algún interés en algo de alguna obra que se presentan o lo que sea , o quieren alguna aclaración, no necesitaban para nada al señor Marjaliza. Me llaman y yo les atiendo encantado. O sea que, en fin, la intermediación del señor Marjaliza ahí pues...

Cacerías y políticos

En ese momento, su abogado le preguntó directamente por el "testigo protegido de la empresa DICO", en referencia a David Merino, antiguo empleado de la constructora que en 2009 desveló en dos medios de comunicación la celebración de cacerías organizadas por constructoras a las que se invitaba a  políticos, entre ellos el propio Granados, para conseguir recalificaciones de terrenos. Merino llegó a afirmar entonces que había entregado a Granados dinero "en bolsas". Sin embargo, cuando compareció como testigo ante el juez Velasco dentro del 'caso Púnica', el exempleado de DICO se retractó de buena parte de sus acusaciones.

Granados asegura que consideró la petición de 50.000 euros como "una oferta" más que como "una amenaza", y que la rechazó porque "todo aquello era mentira"

En su declaración del pasado mes de diciembre, el ex secretario general del PP madrileño, que cuando se produjo publicaron aquellas informaciones ya era el 'número 3' del Ejecutivo regional de Esperanza Aguirre, respondió que no sabía quién era este directivo cuando "salió ahí diciendo una serie de barbaridades" y que, de hecho, "no le pongo cara". También aseguró que en su día le puso un requerimiento notarial para que se retractara, cosa que afirma que hizo, y una demanda. Su letrado le preguntó entonces directamente por el secretario general de Manos Limpias.

Abogado: ¿Al día siguiente [de la publicación de aquellas noticias en 2009] se presentó en su domicilio Miguel Bernard con dos personas más en nombre del denunciante?"

Francisco Granados: En mi domicilio, no. Se presentó en mi despacho el señor Bernard y dos personas que me dijeron también que eran abogados de Manos Limpias. [...] Que este señor [David Merino] había trabajado en DICO, que tenía muchos problemas de todo tipo, que era toxicómano, que estaba en la indigencia y que se había visto obligado a denunciar este tipo de cosas utilizando que yo era una persona conocida para que se le diera una cierta relevancia porque tenía un contencioso con sus exjefes de DICO. Y que, en cualquier caso, lo que este señor estaba pasando era por una situación de absoluta penuria y que con 50.000 euros se arreglaba el asunto. Que con que se le pagaran 3.000 euros al mes durante una serie de meses para que él juntara 50.000 euros, él estaba dispuesto a retractarse. Yo lo que les dije es que entendía que aquello no era una amenaza, sino que era una oferta, y que era una oferta que no tenía por qué aceptar porque todo aquello era mentira. Yo lo que hice fue ponerle, como le he dicho, un requerimiento notarial, que este señor contestó y se retractó absolutamente de todo, y la demanda. Y nunca más supe de él hasta que he visto que forma parte de, en fin, del sumario...

Doce folios para Aguirre

Ahí finalizó el interrogatorio sobre aquel suceso. Tras esta afirmación, el abogado de Granados planteó preguntas para que éste rebatiera otras acusaciones. En concreto, su relación con la empresa Cofely-GDF Suez, salpicada por el supuesto amaño de contratos millonarios de eficiencia energética en varios ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, y su supuesta participación en la propiedad de una finca de Ávila. Él negó todo rotundamente. Aún quedaban cerca de 45 minutos de declaración que el político aprovechó para rechazar éstas y otras ocasiones e, incluso, para presumir de que su dimisión como senador del PP cuando salió a la luz en febrero de 2014 que había tenido una cuenta secreta en Suiza era "un caso único en la política española".

Poco después de la detencion de Granados, Aguirre aseguró que pidió a éste explicaciones por las acusaciones del directivo de DICO. Sin embargo, la 'lideresa' no recordaba que Bernard le hubiera visitado a ella también

De hecho, el político tampoco hizo ninguna referencia a que tras publicarse aquellas informaciones que le relacionaban con suspuestos amaños con la constructora Dico, Esperanza Aguirre le pidió explicaciones. "Llamé al señor Granados a mi despacho para pedirle explicaciones, a lo que él contestó negando los hechos", detalló en noviembre de 2014 la 'lideresa' después de que Vozpópuli desvelase que también ella había recibido la visita del secretario general de Manos Limpias para entregarle doce folios manuscritos por el directivo de la constructora en los que se detallaba el supuesto cobro de comisiones por parte del que era su 'número 3' en el Ejecutivo regional. Sobre dicho encuentro con Bernard, Aguirre dijo entonces que no lo recordaba.

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