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Granados reconoce que es suyo el millón de euros "de Ikea" encontrado a sus suegros

El político asegura ahora en un escrito presentado para pedir la libertad provisional que los 922.000 euros hallados en un maletín oculto en el altillo de la casa de los padres de su mujer forman parte del dinero que tenía en Suiza y que su socio David Marjaliza le entregó en España.

Ni generosos ladrones, ni olvidadizos empleados de Ikea, ni desprendidos fontaneros. Los 922.000 euros encontrados ocultos en un maletín en el altillo de un armario de la casa de los suegros de Francisco Granados ya tienen propietario: el propio político. El que fuera 'número 3' del Gobierno de Esperanza Aguirre y secretario general del PP madrileño ha presentado un escrito en la Audiencia Nacional en el que admite que dichos fondos son suyos y que forman parte del dinero que en su día tenía en cuentas bancarias de Suiza. El político intenta con ello demostrar que no tiene "una gran cantidad de dinero oculto", uno de los argumentos esgrimidos recientemente por el juez Eloy Velasco para rechazar su puesta en libertad y prolongar hasta dos años más su situación de prisión preventiva.

Granados vincula ahora el dinero encontrado en casa de sus suegros con los fondos que ocultaba en Suiza y que repatrió para él su socio Marjaliza

El escrito, al que ha tenido acceso Vozpópuli, es un recurso de apelación a dicha decisión del magistrado que le mantiene como el único de los investigados por el 'caso Púnica' que aún sigue en prisión. En él, asegura que el único dinero que tuvo escondido fue el que atesoró la cuenta que abrió en Ginebra cuando aún era empleado de banca y no había entrado en política. De hecho, asegura que cerró la misma "voluntariamente" al considerar que "no era compatible con el ejercicio de un puesto político de cierto relieve en Madrid, dentro de la Comunidad". Para hacerlo, añade, cedió su saldo al constructor David Marjaliza, quien se "lo reintegró en España".

Es en este punto de su recurso en el que relaciona ese dinero con los 922.000 euros que se intervinieron en noviembre del año pasado en casa de sus suegros. Hasta ahora, la única versión sobre el origen de dichos fondos la habían dado, precisamente, estos últimos, Juan Alarcón y Catalina Castellanos, a los que el juez Velasco interrogó como imputados. Entonces, el primero intentó justificar el hallazgo en el hecho de que en su vivienda habían entrado muchas personas, entre ellos ladrones, "los de Ikea" y algún "fontanero". Ahora, sin embargo, su yerno reconoce que ese dinero es suyo por primera vez, aunque como parte de su argumento de que no posee más propiedades que le puedan permitir huir. De hecho, considera que este "patrimonio oculto" del que habla el juez en sus últimos autos no es sino "una elucubración, una sospecha, una hipótesis del instructor carente de un auténtico fundamento" y que es utilizada como "fórmula estereotipada" para rechazar sus peticiones de excarcelación.

Su mujer y dos hijas

En este punto, Granados compara su situación con la de "múltiples personas que por hechos similares y mucho más importantes se pasean en estos momentos por las sedes de nuestro Juzgados y tribunales, según es público y conocido". Aunque no cita nombres concretos, parece referirse a Rodrigo Rato y otros relevantes implicados en casos de corrupción que no están en prisión provisional como él. Además, el político 'popular' destaca que tampoco se ha tenido en cuenta su arraigo más que demostrable que convierte en prácticamente imposible que intente fugarse si es puesto en libertad. De hecho, en el recurso recuerda que "es natural del pueblo [Valdemoro] donde vive con su mujer y dos hijas de poco más de 19 ó 20 años" y que éstas "están en necesidad evidente de tener a su padre en casa". También asegura que su madre "le visita cada fin de semana en la única salida que hace de su casa desde que el hijo entró en prisión".

El político esgrime su situación familiar para pedir a la Audiencia Nacional que revoque la decisión del juez Velasco de mantenerlo en prisión

A todo ello, añade que todos los miembros de su familia "subsisten" gracias al trabajo de su mujer, cuyo sueldo, sin embargo, no les permite hacer frente a los pagos de la hipoteca de la casa donde viven "con el riesgo que ello comporta". También recuerda que él ha perdido su puesto de trabajo en el banco Societé Genérale, donde era analista financiero, y que "la privación de libertad le impide buscar una oportunidad de empleo cuando su edad le incluye entre los más difíciles de colocar". Circunstancias todas ellas que el ex secretario general del PP madrileño quiere que la Audiencia Nacional tenga en cuenta ahora para anular la decisión del juez Velasco de mantenerlo en prisión.

El recurso de Granados también repite el argumento que esgrimió en su anterior escrito en el que pedía la libertad. En concreto, el supuesto incumplimiento de una directiva europea que obliga a la Justicia de los países de la UE a facilitar a los imputados información suficiente sobre la causa para garantizar "un efectivo ejercicio del derecho de defensa" y que, en su caso, considera que no se ha producido por la larga duración del secreto de sumario. Entonces sustentaba su petición en tres resoluciones judiciales recientes que ahora vuelve a citar. Dos son referidas a sendos directivos del banco chino ICBC arrestados por blanqueo de capitales, y la tercera de un presunto narcotraficante, en las que sí se aplicó dicha legislación y que supuso su inmediata puesta en libertad hace sólo unos meses.

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