La nulidad de la causa sigue siendo la gran esperanza para muchos de los que sienten en el banquillo del primer gran juicio del caso Gürtel. Tanto, que cualquier excusa es buena para sumar motivos con los que armar en un futuro un recurso de casación cuando se dicte sentencia y ésta, como se temen, no sea especialmente benévola con ellos. Quizá por ello, la sesión de la mañana de la novena jornada de la vista se ha convertido en un toma y daca entre Pablo Crespo, presunto 'número 2' de la trama y su abogado, Miguel Durán, con la fiscal Anticorrupción y el tribunal a cuenta de los documentos que se le exhibían en formato digital y que el señalado como 'lugarteniente' de Francisco Correa exigía ver en papel si querían que respondiera.
Crespo ya ha anunciado que la negativa del tribunal a mostrarle en papel los documentos sobre los que le interrogaba la Fiscalía la usará para pedir en su día la nulidad de la sentencia
El rifirrafe jurídico lo han saldado los magistrados recordando que el futuro ya está aquí y que no viene a cuenta ahora reclamar las páginas físicas a estas alturas del siglo XXI. Crespo ya ha anunciado que se siente indefensión por ello y ha dejado claro que lo utilizará como causa de nulidad cuando se dicte sentencia. Los letrados de otros dos acusados se han subido al carro inmediatamente. Uno de ellos ha sido el de Luis Bárcenas, a quien la Justicia Suiza no hace otra cosa que darle disgustos y parece haber perdido toda esperanza de que su salvación venga desde Berna.
Con este prólogo, la declaración de este martes por la mañana de Pablo Crespo ha discurrido en un constante toma y daca de él con la fiscal. Ésta le preguntaba por la autoría de una firma o de una anotación de un documento que se le mostraba en las pantallas instaladas en la sala, y el 'número 2' de la Gürtel se escudaba que o veía el papel y lo tocaba o no contestaba. Ello no ha impedido que la representante de Anticorrupción le haya bombardeado con toda una batería de preguntas sobre los supuestos tratos de la trama con políticos concretos, el pago a éstos de comisiones y el regalo de viajes. Muchas veces se ha encontrado con la respuesta del "no me acuerdo" o, simplemente, "si no me enseña la prueba de convicción no voy a responder".
"Ni un céntimo a Sepúlveda"
No obstante, Crespo también ha echado mano del 'escudo' que ya utilizó en la jornada del viernes: que él no manejaba los fondos de ninguna para él desconocida caja B, que él nunca ha pagado nada a ningún cargo político y que para todo eso que le pregunten a su jefe, Francisco Correa, quien, al fin y al cabo, es el que ya ha reconocido en el juicio que los sobres los estregaba él y nadie más que él. De hecho, el 'lugarteniente' ha llegado a afirmar hasta en cuatro ocasiones que "jamás le he entregado un céntimo al señor Sepúlveda", en referencia al alcalde de Pozuelo de Alarcón tambiién en la sala como acusado. Su principal argumento: dejó de tener relación con él en 2003, precisamente cuando se convirtió en el regidor del municipio madrileño. Algo similar ha dicho del ex diputado Jesús Merino, de cuyo bufete admitió que echaba mano cuando tenía que despedir a algún empleado y poco más.
Escudado en la pseudoconfesión de Correa, el 'número 2' de la Gürtel ha echado un cable a varios 'compis-banqui' como Bárcenas, Sepúlveda y Merino
El ex marido de Ana Mato y Merino no han sido los únicos 'compis-banqui' que han salido bien parado de la declaración de Crespo, porque éste ha insistido una y otra vez que él no sabe de pagos de mordidas o de viajes a Luis Bárcenas, del que también ha dejado claro, como hizo ya Correa, que no es 'Luis el Cabrón' por mucho que insistan la Policía y Anticorrupción. De hecho, ha asegurado que su relación con el ex tesorero del PP fue simplemente la de "un proveedor", sin ninguna confianza. Incluso ha definido al que fuera 'enemigo número 1 de Génova' como una persona "muy educada" que a la hora de cerrar los contratos para las campañas electorales se convertía en un hueso duro de roer. Tanto que terminó teniendo "una discusión bastante aparatosa" con Correa que rompió la fructífera relación que había entre 'Don Vito' y el ex tesorero del PP.
Precisamente, al hablar de la campaña electoral para las autonómicas y municipales de 2003, Pablo Crespo ha sacado a relucir el nombre de algunos altos cargos de partido. Ha citado a Mato, Javier Arenas, Juan José Matarí y Juan Carlos Vera como integrantes de un comité electoral del que ha dejado claro de nuevo que Bárcenas no formaba parte. Precisamente sobre este trabajo que realizaron para Génova 13 dos de las empresas de la trama, Spinaker y Rialgreen, la fiscal ha preguntado de manera insistente a Crespo, sobre todo por el documento manuscrito que se encontró con iniciales y el reparto de unas supuestas comisiones a LB, PAC, PC, JM, JS... Crespo ha reconocido que él lo redactó de su puño y letra pero, al fin y al cabo, era un simple amanuense de su jefe Francisco Correa, que era quien le dictaba "las cuentas"y que por tanto no sabía quién estaba detrás de aquellas iniciales salvo él y su jefe. Del "enséñeme el papel" a "no me acuerdo" sólo hay un paso y Crespo ha demostrado tenerlo muy ensayado.