Pedro Sánchez disfruta de sus vacaciones de verano tras la sorpresa en los resultados de las elecciones generales del pasado 23 de julio. Pero, a su regreso, tendrá que hacer frente al asunto que preocupa actualmente a gran parte de los españoles: la formación de gobierno. Como candidato con más papeletas para ser investido presidente, al secretario general del PSOE le esperan unas exigentes negociaciones con el resto de formaciones para conseguir su apoyo.
Con la vista puesta en la fecha de constitución de las Cortes, el 17 de agosto, tras la que el rey comenzará sus reuniones con los distintos representantes de los grupos políticos. El día 22 de agosto se formarán los distintos grupos parlamentarios y será ahí cuando Felipe VI propondrá a su aspirante, sin una fecha estipulada por ley.
El debate de investidura estaría previsto para la primera semana de septiembre, y el candidato que se postule al cargo deberá conseguir mayoría absoluta para alcanzar la presidencia. Si esto no ocurre, se realizará un segundo debate en el que ya bastaría con una mayoría simple para conseguir la investidura del postulado.
Si ambos fallan, se procederá a la disolución de las Cortes, en torno al mes de noviembre, y a la repetición del proceso electoral, estimado para fechas próximas a la Navidad.
El poder de Junts
Tras la perdida de un escaño del PSOE, en favor del Partido Popular, tras el recuento del voto CERA, las cosas se complicaron para la posible investidura del actual presidente. El camino, que parecía bastante sencillo para Sánchez, dio un giro radical al necesitar ahora el 'sí' de Junts, cuando antes le valdría con su mera abstención.
Esto ha dado el poder a la formación independentista y ha puesto de nuevo en el foco a una de las figuras más polémicas del panorama político de los últimos años, Carles Puigdemont. Los catalanes podrían ponérselo difícil al secretario general socialista y elevar sus exigencias para apoyar su investidura.
Un indulto para el exiliado en Bruselas o un referéndum para la independencia catalana son las principales apuestas sobre las posibles peticiones de Junts al actual presidente para revalidar su cargo a principios de septiembre, ante las que Sánchez podría tener que ceder si quiere mantenerse al frente del país.
Sánchez se aferra al cargo
Pedro Sánchez no sólo trata de agarrarse a la presidencia del Gobierno, sino también a su liderazgo en el PSOE con su puesto de secretario general. Su posición a la cabeza del partido ya era puesta en duda hasta por sus propios 'barones' tras los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo.
Page y Lambán fueron los más críticos y algunos hasta decían que el partido ya buscaba un sucesor, una persona que pudiese hacerse fuerte en la oposición. Cuando parecía que Sánchez lo tenía todo perdido, ocurrió el milagro.
La actitud socialista ante las generales era completamente derrotista, pero el adelanto de los comicios y una buena campaña permitieron a Sánchez 'remontar' los catastróficos resultados previstos y recortar mucho las distancias con el Partido Popular. Esto consolidó la figura del actual presidente, no solo al frente del PSOE, sino también como jefe del ejecutivo.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación