El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha empezado fuerte su enfrentamiento con el número dos y portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, en la Asamblea Ciudadana estatal de Vistalagre. Lo ha hecho con un discurso directo, lanzando un torpedo a la línea de flotación del proyecto de los errejonistas, que defienden un Podemos aperturista, de construcción de una "mayoría popular", con un equilibrio entre instituciones y calle. "La transversalidad no tiene que ver con parecerse al PSOE, sino con parecerse a España. La transversalidad no es parecerse a os viejos partidos, sino a la gente que trabaja, que saca adelante nuestro país", ha destacado Iglesias.
En esta línea, el líder morado, partidario de estrechar los lazos con IU, se ha proclamado de "izquierdas" y ha apelado a emplear ya palabras como "proceso constituyente". "No nos equivocamos. Soy de izquierdas, pero no me creo la geografía parlamentaria. No nos podemos olvidar de quienes somos, no nos podemos parecer a ellos ni en los andares", ha espetado a los errejonistas, agrupados en la candidatura 'Recuperar la ilusión".
Además, el dirigente de la lista oficalista 'Podemos para Todas' ha manifestado que "el 15-M no era la revancha de la izquierda derrotada, sino que llamaba a todos, a la izquierda también, a iniciar una nueva Transición".
En cuanto a la mayor movilización que promueven los pablistas, anteponiéndola al trabajo parlamentario, Iglesias ha insistido en que "no bastan las victorias electorales; también hacen falta victorias sociales, construir un pueblo que vaya expresando desde hoy mismo la posibilidad de una Españan nueva", ha sentenciado.
Con anterioridad, en el saludo de bienvenida la Asamblea de Vistalegre, Iglesias ha recalcado que "hoy no nos hablamos a nosotros mismos, sino que hablamos a un pueblo, a las abuelas que estiran la pensión, a las madres que trabajan 20 horas", ha indicado entre otros ejemplos.
Acto seguido, no ha desaprovechado la ocasión y también se ha dirigido entre líneas a los errejonistas: "No lo olvidemos nunca más: el ensimismamiento y la división trabajan para el enemigo. Hemos cometido muchos errores, pero esta Asamblea debe ser un ejemplo de unidad, fraternidad y la inteligencia", ha remachado.
Íñigo Errejón, que ha intervenido a continuación para defender el documento político de su corriente (Recuperar la Ilusión), también ha llamado a la unidad y ha intentado alejar el fantasma de la escisión. “A partir del lunes”, ha proclamado, habrá “más Podemos” con unos militantes “más juntos, más fuertes, con más voluntad, con más ganas” de triunfar. Errejón trataba así de aplacar las tensiones desatadas entre él e Iglesias, que en las semanas previas a Vistalegre han alcanzado cotas de durísimo enconamiento. El actual secretario Político del partido agradece el esfuerzo a todos los que componen Podemos -“levanten el puño, hagan la uve o abran la mano”- y cree que el debate interno es “una lección” a los viejos partidos.
Errejón ha aprovechado su intervención más para dar un mitin que para argumentar en favor de sus tesis sobre la formación transversal que quiere construir para alcanzar el poder. “No hemos venido a nuestro país a cantarle las cuarenta a los poderosos”, ha dicho en referencia al repliegue y rupturismo sin matices que defienden los pablistas, sino “a marcarles el camino de salida”, a “recuperar la soberanía popular”. Y eso solo se consigue, a su juicio, con un partido aperturista que trate de ampliar sus apoyos y no con el atrincheramiento que defiende el equipo del secretario general.
El portavoz de Unidos Podemos en el Congreso ha atacado a todos los rivales políticos de la formación morada, dedicando sus mayores pullas a un PP al que se propone derrotar. “Cuidado”, ha proclamado, no vaya a ser que el 19 Congreso Nacional lo tengan que “librar en un centro penitenciario”. Del PSOE ha criticado que se fije el objetivo de tumbar “al populismo” en lugar del de combatir la “precariedad” o al Gobierno de Rajoy, “chapucero, injusto y antipatriótico”. Además, ha ironizado sobre la falta de debate de ideas en Ciudadanos, que en su Asamblea General se dedicó a discutir “sobre si Adolfo Suárez tiene que seguir siendo el referente en los discursos”. Y ha indicado a Albert Rivera que no puede erigirse en heredero de los liberales de Cádiz porque éstos defendían al pueblo y el partido naranja aboga por poner a los ciudadanos "de rodillas ante los poderosos".
“Unidad, orgullo, ilusión y victoria” ha sido la receta con la que ha concluido un discurso varias veces interrumpido por los aplausos de los 10.000 militantes congregados en Vistalegre. Errejón ve el ambiente propicio no solo para cerrar las heridas internas abiertas los últimos meses, sino para construir a partir de ahí una alternativa ganadora. “Adelante, que se puede”, ha gritado antes de dejar paso a los Anticapitalistas.
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