Después de que el debate de la moción de censura sirviera para que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, inaugurara una nueva fase en sus relaciones con el PSOE, más conciliadora, el líder del partido morado le ha mandado un mensaje al restaurado líder de los socialistas, Pedro Sánchez, para "trasladarle que valoró positivamente" tanto "el tono" del portavoz de su Grupo, José Luis Ábalos, como "la relación" de ambas formaciones.
Después de que la portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, anunciara en varias entrevistas en televisión que ambos líderes habían mantenido un contacto, fuentes de la formación morada han señalado que tras un mensaje inicial de Iglesias al finalizar el debate, se ha producido este jueves un intercambio de impresiones por la misma vía telefónica, la plataforma Telegram. Así mismo, ambos "han acordado hablar después del Congreso del PSOE", que se celebra este fin de semana en Madrid.
Mientras tanto, el equipo de Pedro Sánchez ha confirmado la conversación telefónica pero ha rebajado la intensidad. Después de que Podemos desvelara ese intercambio de mensajes, fuentes del entorno del secretario general se han limitado a señalar que Sánchez recibió ayer miércoles un mensaje de Iglesias, "al que respondió con cortesía".
El "nuevo PSOE", como lo denominan los 'pedristas', quiere llegar a acuerdos con Podemos, pero trata de evitar el abrazo del oso que, según algunos socialistas, quiere hacerles el partido morado.
Después de que ayer el portavoz socialista se mostrara dispuesto en la Cámara Baja a explorar "mayorías alternativas" para echar abajo algunas políticas del PP, sin responder a la oferta de Iglesias de presentar una nueva moción de censura, el secretario general del PSOE ha asegurado en una tribuna en El Mundo que explorará la manera de acabar con el Gobierno del PP, pero a través de un acuerdo con "las fuerzas del cambio", lo que incluye también a Ciudadanos.
En el debate de la moción de censura, Iglesias desplegó su mejor tono para atraer al PSOE. De hecho, aprovechó su réplica a Xavier Domenech para dirigirse ya a Ábalos y tenderle la mano al acuerdo. Después, el socialista insistió en el rechazo a la moción de censura, que como estaba previsto fracasó, pero aseguró que hay camino para el entendimiento en políticas concretas.
Iglesias quiso sellar esta nueva etapa de sus relaciones con el PSOE acercándose hasta el escaño de Ábalos, al terminar su última réplica, con quien se estrechó la mano, ofreciendo así la imagen que buscaba.
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