La inversión extranjera ha sufrido en Cataluña una caída del 53% en el tercer trimestre de 2016 respecto al mismo periodo de 2015, pasando de 1.173 millones de euros a 552 millones. Así se desprende del análisis de los datos publicados este martes por el Registro de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
En el mismo periodo de tiempo, la inversión foránea en la Comunidad de Madrid se ha incrementado en un 12%, desde los 2.336 a los 2.615 millones de euros, quintuplicando a la de Cataluña.
La disminución del interés por invertir en Cataluña en los primeros nueve meses de 2016 ha sido general por parte de inversores procedentes de las principales áreas geográficas del mundo: Europa (-56%), América (-62%), Asia y Oceanía (-24%) y África (-66%). En su conjunto, los inversores procedentes de los países desarrollados (OCDE) han reducido su volumen invertido en Cataluña en un 56%.
De Cataluña a Madrid
Parece corroborarse una cierta política de trasvase del interés inversor desde Cataluña hacia Madrid por parte de los inversores foráneos. Por ejemplo, los inversores de los dos países más relevantes de la zona euro, Francia y Alemania, han reducido su volumen invertido en Cataluña en un 70% y 83% respectivamente en el tercer trimestre del año mientras han incrementado en el mismo periodo de tiempo sus inversiones en la Comunidad de Madrid en un 67% y 28% respectivamente.
La caída de la inversión extranjera ha afectado a los principales sectores productivos de Cataluña tales como la industria de manufactura (-77%), las actividades inmobiliarias (-51%), la construcción (-34%), el comercio (-60%) y, de manera muy relevante, el sector financiero catalán (-89%).
También se constata aquí un trasvase del interés de los inversores desde Cataluña hacia el resto de España. Así, en el principal sector de la industria, la manufactura, que engloba textil, fabricación de vehículos y metalurgia, las multinacionales extranjeras han reducido su inversión en Cataluña en un 77% mientras la han incrementado en el resto de España en un 94%. Otro tanto ocurre en el sector financiero donde los inversores han reducido su volumen invertido en Cataluña en 2016 en un 89% mientras lo han aumentado en un 78% en el resto del país.
El comportamiento de los inversores internacionales en Cataluña revela una significativa percepción de incertidumbre y riesgo, probablemente debida a la inestabilidad política derivada del proceso soberanista en Cataluña, a la que debe añadirse el impacto negativo de factores impositivos y regulatorios.
Bloqueo político
Cabe remarcar que la incapacidad del gobierno de Puigdemont para sacar adelante leyes, la dependencia de la CUP o los riesgos económicos y políticos inherentes a una hipotética secesión no son las mejores tarjetas de presentación para atraer a nuevos inversores a Cataluña.
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