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Juanma Moreno reivindica una Andalucía sin "injerencias ni tutelas" frente a territorios con "alfombra roja"

El presidente de la Junta ha criticado el trato preferente hacia Cataluña y País Vasco, sin mencionarlos, y ha cargado contra el Gobierno central por "atacar nuestra autonomía" en materia fiscal

"La Andalucía actual no acepta injerencias ni tutelas". El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha protagonizado un reivindicativo discurso, con motivo del 28-F, día de esta comunidad autónoma. Para el gobernante del Partido Popular, que ha cerrado el acto de entrega de medallas en el Teatro Maestranza de Sevilla, "no es justo que se ataque a nuestra autonomía, mientras a otros territorios siempre se les pone una alfombra roja".

Sin menciones concretas a ninguna comunidad autónoma que no fuera la andaluza está claro a quiénes iban dirigidas las críticas. En primer lugar al Gobierno central, tras haber aprobado Moreno un recurso ante el Constitucional , por "atacar la autonomía fiscal" y el Estatuto de Andalucía. Todo ello después de implantarse desde Moncloa el llamado 'impuesto de la solidaridad' para las grandes fortunas. Lo anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, poco después de que la Junta de Andalucía aprobara la supresión del impuesto de Patrimonio.

En cuanto a los "territorios" con "alfombra roja" es evidente que Moreno Bonilla se refiere a Cataluña y al País Vasco. "Los andaluces no aceptamos que se pongan obstáculos en nuestro camino, situándonos en desventaja para competir en igualdad", ha enfatizado, por si había alguna duda sobre a qué se refería. 

En Andalucía, ha proseguido el gobernante, el Ejecutivo que él lidera actúa "con todos los instrumentos y competencias que tenemos", además de no renunciar "a ninguna de las posibilidades que nos da nuestro Estatuto de Autonomía".

De ahí que se muestre decidido "a defender una Andalucía con capacidad de elegir su futuro dentro del marco de la Constitución Española". Estas últimas palabras han sonado al "andalucismo constitucional" del que siempre hablaba el exlíder del PP andaluz y ex ministro Javier Arenas.

Fue Arenas el primer líder del centro derecha andaluz que supo sacudirse los tópicos de una derecha rancia y añeja. Además, siempre presumió de ser discípulo, desde sus tiempos en la Facultad de Derecho de Sevilla, del exministro de UCD Manuel Clavero Arévalo, catedrático en dicha institución y figura fundamental de la autonomía andaluza.

Clavero, descrito por Moreno cuando falleció como "padre de la Andalucía moderna", llegó a renunciar a su cartera ministerial como rechazo a la posición de Adolfo Suárez sobre el referéndum andaluz del 28 de febrero de 1980, a través del cual se lograría la autonomía plena.

El Gobierno de UCD utilizó al artista Lauren Postigo, con una campaña institucional que promovía la abstención, bajo el lema de 'Andaluz, este no es tu referéndum '.

Toques andalucistas en el discurso

El barón autonómico del PP ha impregnado su discurso de toques andalucistas, no en vano hace tiempo que el Gobierno de la Junta supo atraer para sí la bandera blanca y verde, así como el ideal de Blas Infante, a quien también ha citado Moreno durante su intervención, al ser considerado como el padre de la patria andaluza.

Moreno Bonilla, como ya había hecho Arenas antaño al frente del PP andaluz, pero con la ventaja de estar en el poder –asentado en el palacio de San Temo desde enero de 2019– logró con creces dejar atrás el llamado 'pecado original' de la derecha en esta tierra: UCD y Alianza Popular animaban a la abstención, e incluso el voto en contra, en el caso de los segundos, cuando el 28 de febrero de 1980 se celebró el citado referéndum. Fue por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución.

De hecho, Andalucía es la única comunidad autónoma que logró serlo a través de un referéndum, para lograr equipararse a comunidades consideradas históricas como Cataluña, País Vasco y Galicia. Todas ellas habían logrado sus estatutos de autonomía durante la Segunda República.

Horas antes de la intervención de Juanma Moreno el presidente del Parlamento, el popular Jesús Aguirre, ya había hablado de "un nuevo andalucismo". Es precisamente el que ha sabido encarnar el actual PP-A, que le ha arrebatado con astucia esa bandera al PSOE.

No hay que olvidar la sintonía que mantiene Moreno con uno de los grandes referentes históricos del andalucismo, Alejandro Rojas-Marcos. Esta semana, el que fuera también alcalde de Sevilla animaba al presidente a "desmontar la manipulación de los socialistas" en torno al 28-F y lo que representa el andalucismo que –considera el exlíder del Partido Andalucista– se "apropió" el PSOE durante casi cuarenta años de gobiernos.

Moreno ha apelado a la "política útil de buscar soluciones y mejorar cada día", en el marco del sello de político pragmático que le caracteriza.

Ha empleado también la palabra "moderación", otra de sus señas de identidad como dirigente centrista que es, dentro del PP, además de la "responsabilidad y el respeto", frente a "la exageración que no conduce a nada". No obstante, ha querido dejar espacio a "las críticas" que, según ha dicho, "nos hacen mejores a todos".

Cree Moreno que "nuestra valía y nuestra fuerza pueden contribuir a hacer una España mejor". Ante tales retos reivindica el derecho a buscar las mejores herramientas para "el bienestar y el progreso" de Andalucía, "bajando impuestos, facilitando la creación de empresas, atrayendo inversión, fortaleciendo nuestros sectores económicos y adaptando el tejido productivo a la economía del futuro", ha enumerado.

Si se tiene en cuenta la buena sintonía que el gobernante autonómico ha desplegado con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, así como con la patronal empresarial (CEA), desde su llegada a la presidencia, se puede entender su apelación a la unidad de "empresas, autónomos, sindicatos y administraciones" en lo que ha llamado "gran empeño colectivo de generar empleo de calidad".

Se trata, según el gobernante, de "construir una Andalucía mejor y avanzar juntos hacia el futuro con determinación y orgullo... ¡Eso es andalucismo!", ha exclamado.

Entre las cifras que ha destacado está que "el año pasado lideramos la bajada de paro en España y hemos alcanzado los 190.000 millones de euros de PIB, pero no se trata solo de cifras, sino también de un cambio en la mirada hacia Andalucía". 

Para el también presidente del PP andaluz a los andaluces "se nos ve como una comunidad atractiva y fiable, convencida de su valía y dispuesta a ser la primera". 

Reconocimientos a la sanidad pública

No han faltado los reconocimientos a la sanidad pública, por parte de Moreno Bonilla, en un momento convulso, cuando toda la izquierda más le ataca, al acusarle de querer privatizar determinados servicios sanitarios de atención primaria y hacer, en tal contexto, conciertos con la privada, tras conocerse un borrador elaborado por la Consejería de Salud.

"Andalucía tiene un buen sistema público de educación, un buen sistema público de protección social y un buen sistema público de salud. Valoremos lo nuestro", ha animado a los presentes.

"Nuestra sanidad pública es cada día más moderna y un referente de la investigación y los tratamientos más avanzados, gracias al esfuerzo de excelentes profesionales como el doctor Ramiro Rivera". Se trata del primer cirujano en llevar a cabo en España algunas de las operaciones cardiovasculares que hoy son habituales. 

"Más de la mitad del presupuesto de Andalucía" –más de 26.000 millones de euros– según lo expuesto por el presidente de la Junta, "se destina a sostener, ampliar y robustecer la sanidad, la educación y las políticas sociales". 

La columna del bienestar la sostienen, ha añadido a continuación Moreno, "con entrega y vocación de servicio público nuestros 98.000 docentes, más de 60.000 trabajadores de los servicios sociales y 125.000 profesionales de la sanidad pública". 

Tampoco han faltado las alusiones a las políticas de protección a las mujeres "víctimas de la violencia machista", sin duda otra de las grandes banderas de Juanma Moreno, tanto durante su gobierno con Ciudadanos, partido encargado de tal responsabilidad, como ahora.

Precisamente la gestión de la Consejería de Igualdad, en manos de Cs, y encargada de la lucha contra la violencia de género, que no reconoce Vox como tal, al adoptar únicamente el discurso de la "violencia intrafamiliar", provocó y sigue provocando las críticas furibundas hacia Moreno por parte de la formación de Abascal, socio legislativo del anterior Ejecutivo de centro derecha.

La extrema derecha en Andalucía, a pesar de tener representación en el Parlamento con 14 escaños, se niega siempre a acudir a los actos del 28-F, cuya legitimidad y legado de Blas Infante no reconoce, además de descalificar a quien fuera fusilado por falangistas en el verano de 1936.

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