Tres tortugas bobas capturadas accidentalmente por pescadores y recuperadas en el Centro de Recuperación de Animales Marinos (CRAM) de El Prat de Llobregat (Barcelona) han sido liberadas hoy en la playa de las Delicias de la Ràpita.
Miles de rapitenses y personas venidas de pueblos vecinos han asistido al evento, convertido en una gran fiesta, en la que se han realizado talleres divulgativos y actividades dirigidas a los niños.
Kika, Fortunata y Marta son los nombres con los que han sido bautizadas las tortugas, que fueron capturadas accidentalmente por pescadores de la Ràpita.
"Nos encontramos con que muchas veces la tortuga llega viva al barco y aunque aparentemente está en buen estado, puede estar sufriendo un síndrome de descompresión, que es lo mismo que les pasa a las personas cuando suben muy rápido desde de una gran profundidad hasta la superficie", ha explicado Aïda Tarragó, del Servicio de Fauna y Flora del Departamento de Territorio de la Generalitat.
"Se forman burbujas de nitrógeno en la sangre y el animal acaba muriendo en 2 ó 3 días", ha añadido Tarragó.
Desde que la Fundación CRAM ha empezado a hacer sesiones informativas a los pescadores "se ha detectado un cambio muy importante", según constata Anna Casquillo, bióloga de la fundación CRAM, que precisa que "hemos visto como ellos enseguida nos han empezado a llamar y a avisarnos para colaborar".
A raíz de esta colaboración, se ha podido rescatar y recuperar las tres tortugas que hoy se han liberado , y de hecho, han sido los mismos pescadores que las capturaron los que hoy las han devuelto al mar.
Fortunata fue capturada el 13 de junio, pesa 30 kilos y presentaba una herida bastante profunda en la zona del plastrón, parte ventral del caparazón de las tortugas, y la aleta rota en la zona del fémur, mientras Kika, de 22 kilos, llegó al CRAM el 18 de septiembre con heridas de poca consideración y se ha podido recuperar rápidamente, ha recogido EFE.
Por último, Marta, de 40 kilos, fue capturada el 1 de junio y tenía una enfermedad descompresiva, por lo que ha requerido tratamiento hiperbárico y también se ha podido recuperar.
"Por lo que sabemos, las tortugas que son capaces de recuperarse en centros sobreviven, son animales muy resistentes. Si se recuperan y se liberan, el éxito está asegurado ", afirma Tarragó.
Las tres tortugas han sido liberadas en medio de una gran expectación y emoción por parte de los asistentes. Durante 2017 han llegado al CRAM 8 tortugas procedentes de barcas y 6 de ellas ya se han podido devolver al mar.
En la comarca tarraconense del Montsià y en la zona cercana a la península de la Banya, en el Delta del Ebro, es donde se recuperaron más tortugas en Cataluña, ya que éste se ha convertido en uno de los hábitats más importantes de la tortuga boba (caretta caretta).
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación