Sol, música, cerveza y objetos de esos que pensarías que nunca volverías a ver. Un año más, los madrileños se reúnen en la plaza de Conde Duque cuando sale el sol y hasta que este se esconde para compartir aquéllas reliquias que tienen casi más edad que los asistentes. El público por lo general es joven, jóvenes que buscan entre biombos y stands improvisados camisas de leñador, vaqueros de talle alto o vinilos de The Beatles, pero de los de verdad, de los que se compraron en los 60. Sin embargo, no solo los millennials se desplazan al barrio madrileño, todos los públicos se acercan para ver el encanto de lo que allí se vende y conocer sus historias. Se llama Lost&Found, y es un mercado al aire libre en el que la palabra que más se escucha es vintage.
Se celebra en Conde Duque (Madrid) este fin de semana del 27 al 28 de mayo
Este fin de semana -27 y 28 de mayo- se celebra la cuarta edición de este paraíso de coleccionistas en Madrid, pero en Barcelona ya va a por la década. "Hace casi 10 años llegamos a Barcelona por la necesidad de compartir esta cultura de la segunda mano y el vintage", cuenta Kaká Gouve, directora de producción de Lost&Found. Se asemeja a otros rastros como los de Berlín, Ámsterdam, Londres o los conocidos mercadillos al aire libre de Estados Unidos. "Surge de la necesidad de tener esta cultura de la renovación, de la segunda mano y de las cosas que no se aprovechan puedan ser vendidas o intercambiadas", dice. En Madrid es la quinta edición, todavía es "una novedad", aunque hay "mucha tradición de rastrillos".
El dicho 'todas la modas vuelven' se hace más patente que nunca. Gafas de pasta a lo John Lennon o sombreros como los de Audrey Hepburn, de los años 50, 60 y de ahora comparten plaza. Una plaza que, como narra Gouve, visitan alrededor de 30.000 personas en un fin de semana. Pero este afán por lo antiguo no es de ahora. "No creo que sea una moda, tanto nuestro proyecto como otros similares llevan bastantes años y siguen aguantando, fue una moda en su momento, pero llegó para quedarse", afirma. "Aunque el vintage esté relacionado con lo antiguo y el culto, la gente todavía lo busca", añade. Aquí se celebra junto a DJS y food trucks que convierten el evento de compra venta en algo más: "Queremos crear un ambiente en el que apetezca pasar el día".
Actualmente, las primeras marcas se hacen con el mercado, las grandes firmas marcan las tendencias. Sin embargo, en este mercado se hallan cosas muy distintas a lo que la gente suele encontrar en los grandes almacenes. Objetos únicos que se contraponen a las líneas establecidas por los diseñadores. Gouve no considera que se trate de "una guerra declarada a las marcas", pero Lost&Found fomenta cosas que las cadenas no hacen. "Evidentemente, lo que se encuentra aquí es único porque no se crea en una fábrica, cada producto tiene su historia", dice. "Pero hay público para todo, hay gente que prefiere la ropa de las cadenas y otra que prefiere objetos más únicos", concluye.
Hay algo que llama la atención de casi todos los asistentes, las historias que hay detrás de las reliquias. Se consideran "tesoros". Ha habido "todo tipo de objetos y cada uno tiene una historia distinta", señala Gouve. Hay 300 puestos en Madrid y en Barcelona a veces se llega a los 400: "Tenemos una lista de espera bastante larga, gente que quiere participar". Como anécdota, la directora del mercado cuenta que ella misma compró una bicicleta roja, una BH de los años 70. "La bicicleta era de quien me la vendió y me contó su historia", narra sobre la autenticidad de lo que se puede adquirir, "ahora es mi bici".
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