Torres de la Alameda, un municipio del corredor del Henares situado a medio centenar de kilómetros de Madrid, en un llano protegido por montes bajos, de 43 kilómetros cuadrados de superficie y casi dos mil años de historia, ha sido elegido por la empresa norteamericana The Cordish Companies para levantar un macrocomplejo de ocio familiar y convenciones que tiene ilusionado a una población que ronda los ocho mil habitantes, de los que setecientos se encuentran en situación de desempleo. El proyecto, conocido como Live! Resorts Madrid ha sido una lotería anticipada para una localidad que centra su actividad en torno a un pequeño polígono industrial y a la ocupación de parte de su población en Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz y Madrid.
“Desde hacía cinco o seis meses algunos propietarios de la zona nos venían comentando que les estaban haciendo ofertas por la compra de sus terrenos –cuenta Carlos Sáez, el alcalde socialista de Torres de la Alameda, donde gobierna en minoría-. En un principio pensamos que se estaban adquiriendo para construir un centro logístico, un proyecto que la Comunidad de Madrid abandonó hace años, y pensamos que tal vez se estuviese reactivando”. Las ofertas son en realidad contratos de opción de compra sobre los terrenos, de los que ya se han hecho dos pagos a los propietarios, a los que se irán sumando otros a medida que el proyecto avance, lo que depende, fundamentalmente, de que la Comunidad de Madrid dé el visto bueno definitivo y las autorizaciones pertinentes. Los terrenos en cuestión sobre los que se levantará la futura ciudad de ocio son 134 hectáreas de terreno agrícola plantados de trigo y cebada situados a cuatro kilómetros del casco urbano del municipio, en una superficie llana sin protección medioambiental.
La sorpresa para Carlos Sáez tuvo lugar el martes 29 de noviembre, cuando recibió una llamada de los ejecutivos de Cordish para anticiparle que al día siguiente iban a presentar su proyecto en el hotel Palace de Madrid, tras haber mantenido varios contactos con responsables de la Comunidad de Madrid que habrían dado sus parabienes al mismo. “Ya entonces me aclararon que no era un nuevo Eurovegas (un macrocomplejo de juego del millonario norteamericano Sheldon Adelson que iba a levantarse en Alcorcón y fue abandonado en 2013), sino un centro de ocio familiar y de convenciones con una zona de juego de entre el 5 y el 10%. Al día siguiente de la presentación me pidieron una entrevista personal y estuvimos reunidos en mi despacho durante media hora, en la que me expusieron las líneas maestras de su iniciativa. No me dio la impresión de que viniesen de farol. Han estudiado muy bien la operación, querían construir un centro de este tipo en Madrid y Torres de la Alameda les ha parecido la ubicación perfecta”.
Carlos Sáez, alcalde de Torres de la Alameda: "No me dio la impresión de que viniesen de farol. Han estudiado muy bien la operación".
Lo que le explicaron al alcalde es un megaproyecto que desde entonces tiene encandilada a la corporación y a todo el pueblo, salvando las naturales reticencias tras lo ocurrido con Eurovegas. El proyecto prevé la construcción de tres centros de convenciones, uno con capacidad para diez mil personas y dos más para dos mil personas cada uno. Varios hoteles de cuatro y cinco estrellas con capacidad para 2.700 habitaciones ampliables a 4.000. Un teatro estilo Broadway, un circo permanente, 26 salas de cine, una avenida dedicada a restaurantes con especialidades de cocina de todo el mundo, dos mercados inspirados en los de San Miguel y San Antón de Madrid, un rincón del artista en el que actuarían músicos amateurs, tres discotecas temáticas, un área de conciertos, bolera, parques infantiles con guardería, dos piscinas, una de ellas con olas, además de las de los complejos hoteleros, una gran zona deportiva con gimnasio, otra zona para torneos de videojuegos, calles peatonales con más de 400 tiendas, 5.000 plazas de aparcamiento gratuitas y 2.500 árboles.
Hablando en cifras, se calcula que será necesaria una inversión de al menos 2.200 millones de euros, que podrían alcanzar los 3.000 según el número de plazas hoteleras que se construyan, que generaría 56.433 puestos de trabajo directos e indirectos. Una perita en dulce para un municipio muy castigado por el paro. “Setecientos desempleados pueden parecer pocos, pero yo les pongo cara y es un drama –dice el alcalde-. Esta ha sido zona de construcción y ahora te encuentras con personas de cuarenta y tantos años que prácticamente ha arrojado la toalla ante la imposibilidad de encontrar un empleo y esa gente tiene ahora una ilusión tremenda”. De hecho, el ayuntamiento tiene una bolsa de trabajo que ha crecido exponencialmente desde que trascendió la probable construcción del megaproyecto. “Ha venido incluso gente de otros municipios limítrofes a apuntarse –continúa el alcalde-. Cordish se ha comprometido a crear una escuela de formación para preparar a los trabajadores en las ocupaciones que vayan a tener que desarrollar, y los primeros de la lista serían los de Torres de la Alameda”.
“El proyecto está presentado en el registro de la comunidad y ya es una cuestión de ésta que salga adelante o no –continúa Carlos Sáez-. La potestad de recalificación de los terrenos (de rústicos a urbanizables en este caso) es de los ayuntamientos, aunque es finalmente la comunidad la que la aprueba, pero parece que a raíz del proyecto de Eurovegas hubo unas modificaciones legales y es la propia comunidad la que dirige todo el procedimiento. He solicitado una reunión con la presidenta porque entiendo que el tema nos compete también a nosotros, y estoy a la espera de que me concrete la misma y me exponga cuál es su posición en este asunto. Por lealtad institucional debería decirme qué le parece el proyecto y si lo están estudiando”. De momento, lo que sabemos es que Cristina Cifuentes dijo en un acto celebrado el pasado día 1 que el proyecto “tiene una pinta muy buena”.
Un portavoz de la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid manifestó a Vozpópuli que los técnicos de la misma están valorando el proyecto presentado, que los promotores han solicitado que sea calificado como Centro Integral de Desarrollo, previsto para proyectos de interés para la región, que tiene ventajas fiscales y en la tramitación, pero obliga a sacar el mismo a concurso por si cualquier otra empresa estuviese interesada en presentar un proyecto similar en otra zona de Madrid. Un trámite que lleva un mes, del que ya ha transcurrido la mitad del tiempo. Transcurrido este plazo sin nuevos aspirantes se abriría un procedimiento urbanístico que se prolongaría por espacio de 5 o 6 meses como paso previo a la concesión de todos los permisos para que las obras dieran comienzo.
La empresa promotora del megaproyecto tiene previsto que esté en pleno funcionamiento a finales de 2019 o principios de 2020
Los promotores tienen previsto superar estos trámites a lo largo de 2017, y calculan que las obras se prolongarían entre 18 y 24 meses, con la idea de que el complejo esté en pleno funcionamiento a finales de 2019 o principios de 2020. “Creo que tiene muchas posibilidades de salir adelante –señala Carlos Sáez-. No han exigido ningún cambio legislativo, como sí ocurrió con Eurovegas, ya han puesto una parte del dinero, puesto que están pagando el coste de los terrenos que se han comprometido a adquirir, y conocemos el sitio exacto en el que se ubicarán las instalaciones. A mi entender tiene una pinta bastante más serie de lo que han sido otros proyectos similares anteriores, pero toca esperar”.
Los vecinos, a favor.
“El proyecto solo puede traer más beneficios que perjuicios, fundamentalmente puestos de trabajo –dice Jesús y José Luis, empleados municipales que esta mañana de diciembre trabajan colocando los adornos navideños en la plaza principal del pueblo, en la que se encuentra el consistorio y la iglesia parroquial del siglo XVI-. Este es el pueblo más ‘matado’ de la zona (el pueblo no tiene ni cine ni discoteca), el que menos ha crecido en los últimos quince años, y esto puede ser una inyección económica y de actividad muy importantes. Incluso es probable que el macrovertedero que tienen proyectado en Loeches, y que tantas protestas está generando, lo tengan que quitar de la ubicación prevista porque está a tan solo dos kilómetros de donde estaría el complejo de ocio”. “Estamos muy contentos porque en el pueblo hay mucho paro y esto puede ayudar a que la gente encuentre trabajo, pero lo único que sabemos hasta ahora es lo que ha salido en la televisión”, comenta Gloria. Y para Felipe, ya jubilado, “esto no es para mí, pero va a venir muy bien a la gente joven. Ponga usted que me parece estupendo que se construya”.
Miguel Ángel Martín es el presidente de la Asociación de Empresarios de Torres de la Alameda (Asemta) y propietario de una empresa de estructuras de edificios. La asociación celebrará el próximo día 20 su asamblea anual, en la que en esta ocasión han incluido en su orden del día el proyecto de Cordish. “La asociación no tiene aún una opinión formada, hay que esperar a que celebremos la reunión convocada, pero personalmente soy optimista porque las cifras que se manejan son creíbles. Si finalmente se lleva a cabo va a tener una enorme influencia en la zona noroeste de Madrid, el corredor del Henares, muy castigada por la crisis, sobre todo a nivel industrial”.
Polígono industrial.
Entre las ‘joyas de la corona’ del polígono industrial de Torres de la Alameda está el Centro Nacional de Recambios de Renault para España y Portugal, con una superficie de 85.000 metros cuadrados, y Andreas Sthil, una de las empresas más importantes del sector de la maquinaria de jardinería, aunque la mayoría son pequeñas compañías, de alimentación y cáterin para colegios e instituciones, una pastelería industrial, empresas mecanizadas, una distribuidora de Coca Cola y hasta tres o cuatro compañías de escenografía que hacen decorados para el teatro.
“El macrocomplejo puede dinamizar el polígono –dice Miguel Ángel Martín-. Las grandes obras las harán las grandes constructoras, pero éstas subcontratan muchos trabajos y ahí podemos tener oportunidades. Hemos pedido al ayuntamiento que se cree una agencia canalizadora de oferta y demanda. Un canal a través del cual se planteen las necesidades para que las industrias de Torres de la Alameda y del entorno estemos al tanto de ellas y podamos ofrecernos.
De momento, Torres de la Alameda vive su particular Bienvenido Mister Marshall, la película dirigida por Luis García Berlanga en 1953 en la que los habitantes del pueblo de Villar del Río esperaban ilusionados la visita de una delegación norteamericana que iba a presentar en nuestro país el Plan Marshall, ideado para ayudar a países europeos a recuperarse de la II Guerra Mundial. Una visita que nunca se produjo. En Torres, al menos, ya conocen a sus interlocutores.
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