El disfrute de un refrescante mojito en la playa este verano puede convertirse en una pesadilla sanitaria. Un reciente estudio llevado a cabo por el laboratorio MicroBac ha desvelado una alarmante realidad: los mojitos que ofrecen los vendedores ambulantes en playas como la Barceloneta están contaminados con bacterias fecales, concretamente con E. coli, lo que los convierte en una opción peligrosa para la salud.
Un estudio que lo avala
De acuerdo con investigaciones realizadas por el laboratorio MicroBac, las muestras de mojitos recolectadas en varias playas mostraron niveles extremadamente altos de la bacteria Escherichia coli (E. coli), una bacteria que se encuentra normalmente en los intestinos de humanos y animales. Su presencia en alimentos o bebidas es un claro indicio de contaminación con materia fecal. Según las regulaciones sanitarias, el nivel permitido de E. coli en alimentos es inferior a 10, pero los mojitos analizados alcanzaron valores de 720, lo que supera con creces los límites de seguridad.
Peligrosa falta de higiene
Este alarmante descubrimiento tiene su explicación en las prácticas poco higiénicas que utilizan algunos vendedores ambulantes para evitar que la policía les confisque los productos. Estas bebidas, aunque pueden parecer frescas y tentadoras con su hierbabuena y colores vibrantes, son a menudo almacenadas en contenedores o incluso en alcantarillas para evitar ser requisadas. Posteriormente, se vuelven a vender a los turistas desprevenidos. Durante este proceso, tanto las pajitas como los vasos también resultan contaminados.
Para empeorar la situación, se ha reportado que algunos vendedores recurren a prácticas aún más peligrosas, como utilizar colorantes provenientes de fuentes insalubres, incluso alcantarillas, para hacer que las bebidas se vean más atractivas. Este tipo de manipulación no solo incrementa el riesgo de contaminación, sino que también expone a los consumidores a sustancias químicas potencialmente tóxicas.
Otras bacterias encontradas
El análisis de las muestras de mojitos revela la presencia no solo de E. coli, sino también de otras bacterias peligrosas como la Salmonella, lo que podría llevar a infecciones graves en los consumidores. Dado que estos patógenos pueden causar enfermedades gastrointestinales severas, consumir estas bebidas en la playa podría resultar en una experiencia muy desagradable, si no peligrosa.
Aunque la tentación de disfrutar de un mojito en la playa es fuerte, es fundamental recordar los riesgos asociados. La aparente frescura y el sabor refrescante no compensan el peligro que representan estas bebidas contaminadas. Para proteger tu salud, es mejor evitar la compra de mojitos a vendedores ambulantes y optar por alternativas más seguras.