Ha llegado a España el debate sobre un posible impuesto a los perros. Una medida que se ya se aplica en países de Europa como Alemanía donde los propietarios de perros pagan una tasa anual de 120 euros por tener mascota en casa. Un debate que ha vuelvo a la actualidad tras la polémica nacida en Francia en los últimos días donde se planteó la implantación de este nuevo impuesto a todos los dueños de perros.
Los motivos del impuesto canino en Francia
La principal razón del país francés para plantear este nuevo impuesto es el objetivo de recaudar con el fin de mantener los parques de perros así como la gestión de residuos. Esta controvertida tasa ha supuesto la recaudación de hasta 421 millones de euros en 2023 en Alemania. Otros países como Holanda o Suiza también cuentan con esta tasa que oscila entre los 100 y los 200 euros, en función del tamaño y del peso del animal. Este impuesto a los perros desató la polémica entre los dueños de mascotas en Francia tras conocer que se estaba estudiando un impuesto a partir de 100 euros al año por tener perro.
Una medida díficil de aprobar
Según comentan los medios de Francia, este impuesto tendría una reacción negativa para un alto porcentaje de la población francesa al igual que ocurrió con la reforma de las pensiones. Una situación que hace difícil que un gobierno la ponga en marcha.
En España, un 43% de los hogares tienen un animal de compañía en casa según datos del INE y como informa la Real Sociedad Canina de España (RSCE), mantener un perro en España puede costar unos 105 euros al mes, que se traduce en un importe de más de 1.200 euros anuales destinados al cuidado y atención de las mascotas. Una idea que sobrevuela por el pensamiento de varios ayuntamientos de España y que pone en aviso a millones de hogares en España que cuentan con animales de compañía.
Una idea que viene del siglo XVIII
Esta idea, que puede parecer nueva, viene del siglo XVIII cuando el primer ministro británico por aquel entonces William Pitt se encontraba desesperado por recoger dinero para poder financiar la guerra contra Francia. Esto le llevó a plantear nuevos impuestos, un tanto controvertidos y llamativos, como los aplicados al jabón, a las velas, a la seda, a las empleadas domésticas, a los relojes de pared y, en última instancia, a los perros.
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