La temporada de verano es sinónimo de playa, sol y, por desgracia, también de picaduras marinas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una alerta para concienciar a la población sobre la importancia de extremar las precauciones ante este tipo de incidentes, ya que reaccionar deprisa y saber cómo actuar es clave para evitar complicaciones mayores.
Las picaduras más comunes en el mar son las de medusas, carabela portuguesa, pez araña y erizos. Todas ellas pueden provocar dolor, inflamación, enrojecimiento e incluso reacciones alérgicas graves en personas sensibles.
En caso de picadura, lo primero que hay que hacer es mantener la calma y retirar cualquier resto del animal que haya quedado en la piel. No se debe frotar la zona afectada, ya que esto podría extender el veneno. A continuación, se debe lavar la zona con agua salada durante al menos 20 minutos.
Para aliviar el dolor y la inflamación, se puede aplicar hielo envuelto en una toalla o compresas frías. También se pueden utilizar lociones calmantes como el aloe vera o la calamina.
Picadura de medusa
En la parte del contacto con la medusa aparece rápidamente un eritema muy doloroso, inflamado y con aspecto similar a una ampolla. No obstante, la reacción puede ser muy variable, porque los tentáculos de la medusa segregan distintos tipos de toxinas, según la especie de que se trate.
Las medusas que frecuentan las costas españolas no suelen causar más que el molesto picor e inflamación, pero en otras latitudes hay especies que pueden dar lugar a complicaciones mucho más serias y parada cardiorrespiratoria en los casos muy graves. Si vas a bañarte en playas de destinos exóticos, como Filipinas o Australia, procura informarte de los peligros.
Picadura de carabela portuguesa
No es propiamente una medusa, aunque filogenéticamente está emparentada con ellas. La carabela portuguesa es un organismo que se encuentra habitualmente en aguas cálidas, sobre todo en regiones tropicales y subtropicales, pero de forma ocasional algunos ejemplares pueden llegar a costas españolas. Su picadura es muy dolorosa. En personas alérgicas o muy sensibles a su veneno podría llegar a causar la muerte. Aunque sea una situación improbable en nuestras costas, si te pica una carabela portuguesa las medidas a adoptar son parecidas a las de la picadura de medusa.
Aunque no hay demasiada evidencia científica al respecto, parece que sumergir la extremidad afectada en agua caliente (no quemando: mucho cuidado con pasarse y producir una quemadura que agrave la situación) durante unos 20 minutos, o en su defecto mantener una ducha con agua caliente, puede aliviar el dolor. Si ello no es posible, puede intentarse con frío, mediante la aplicación de hielo. Eso sí, al igual que comentamos al hablar de las medusas, utiliza una bolsa de plástico o una tela impermeable para evitar el contacto con el agua dulce cuando el hielo se derrita.
Picadura de pez araña
El pez araña o pez escorpión es un habitual de nuestros mares, y puede llegar a acercarse bastante a las costas. A veces es difícil verlo, pues se mete en la arena, mimetizándose con ella. El riesgo viene del pinchazo de sus espinas dorsales: esa picadura es muy dolorosa, por el veneno que contienen esas espinas. El lugar de la picadura, donde se inocula el veneno, aparece enrojecido e hinchado, y en casos extremos pueden aparecer náuseas, vómitos o fiebre. El dolor puede durar horas, y llega a ser bastante intenso.
Picadura de erizo
Los erizos de mar viven normalmente en fondos rocosos poco profundos. Si los pisas o colocas la mano en la roca, puede que sus espinas, muy frágiles, se desprendan se claven en la piel. Molestas y dolorosas, lo primero es sacarlas, usando una pinza si es posible, con mucho cuidado de no partirlas.
Si no lo consigues, después de haber lavado y desinfectado la zona afectada, recurre a una gasa con agua y vinagre para reblandecerlas o disolverlas. Si no lo consigues, o si la herida no evoluciona bien, acude al médico.
Recomendaciones para prevenir picaduras marinas
Los expertos recuerdan algunas recomendaciones para evitar este desagradable episodio en las playas:
- Bañarse en zonas vigiladas por socorristas.
- Utilizar traje de neopreno o licra si se practica snorkel o buceo.
- Evitar meterse en el agua si se observan medusas o carabelas portuguesas.
- No tocar los animales marinos, incluso si parecen muertos.
- Tener a mano un kit de primeros auxilios para tratar las picaduras.
Los expertos y la OCU recuerdan también que en caso de que la picadura sea muy dolorosa, se extienda por el cuerpo o la persona sufra una reacción alérgica (hinchazón de la cara o garganta, dificultad para respirar), es fundamental buscar atención médica de forma inmediata.