La Organización Mundial de la Salud -OMS-, encargada de promover la salud a nivel mundial, lanza una nueva advertencia al hablar de los perjuicios que causan un tipo de ollas y sartenes a la salud. Para saber cuáles evitar, la OMS detalla cuál es el compuesto que hace que este frecuente utensilio de cocina pueda llevar a padecer graves enfermedades y patologías: el sulfonato de perfluorooctano y el ácido perfluorooctanoico, o PFOS y PFOA respectivamente.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer ya avisaba de la peligrosidad de encontrar este tipo de sustancias en otros objetos como alfombras, materiales de construcción, cosméticos, y envases de alimentos. El mayor objetivo de estos polímeros es resistir el calor y repeler casi cualquier material, por lo que supone una ayuda muy significativa a la hora de limpiar y mantener en buen estado los utensilios que lo contienen.
Pero la misma característica que hace al compuesto atractivo -su resistencia al calor- también es la que provoca el riesgo. A partir de los 260 grados, este comienza a degradarse y liberar agentes cancerígenos. La patología surge tras un uso continuado de utensilios y objetos con PFOS y PFOA, sobre todo si la manipulación y el uso de estas ollas y sartenes no es correcto.
Qué tipo de sartén y olla puede provocar cáncer
La preocupación de la comunidad internacional surge al pensar en el tipo de sartenes y ollas que puede derivar en el desarrollo de cáncer, ya que son de las más utilizadas alrededor del globo: las sartenes y ollas antiadherentes. Sus beneficios a la hora de cocinar y limpiar son claros. La comida se maneja mucho mejor en ellas, evitando que se pegue en su superficie. Mientras, limpiarlas es mucho más sencillo y rápido, además de una mejor preservación de los nutrientes de los alimentos según algunos expertos.
El surgimiento de la sartén antiadherente se remonta a los años 30, cuando el estadounidense Roy Plunkett descubría un material que desarrollaba esta función por pura casualidad. El químico dejó reposar una mezcla para producir gas durante toda una noche. Así, a la mañana siguiente encontraba una sustancia resbaladiza que no se deshacía fácilmente al mezclarla con otras sustancias.
Repercusiones para la salud
Los expertos de la Sociedad Estadounidense del Cáncer explican que, tras utilizar estos objetos de forma continuada, hay un mayor riesgo de desarrollar la Sociedad cáncer testicular y de riñón. El Instituto Nacional de Cáncer afirma que se diagnosticarán 9.760 casos nuevos de cáncer de testículo en Estados Unidos en 2024, mientras que en España se estima que en 2024 se alcanzarán los 286.664 casos de cáncer renal.
Además de estas dos patologías, los PFOS y PFOA "pueden causar efectos adversos en los sistemas reproductivos e inmunitarios, así como en el desarrollo, y en órganos como el hígado y los riñones", informa la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. "Las averiguaciones más constantes son los mayores niveles de colesterol en las personas expuestas, con datos más limitados relacionados con: bajo peso al nacer, efectos en el sistema inmunitario, cáncer (en el caso de PFOA), y perturbación de la hormona tiroides (en el caso de PFOS)”, concluyen.
Formas de reducir el riesgo
Además de la solución obvia -deshacerse de todas las sartenes y ollas con estos dos compuestos presentes en la cocina-, hay otras maneras de reducir los riesgos de padecer estos problemas de salud y enfermedades debido por estos compuestos. La primera de ellas es controlar la temperatura a la que se someten estos utensilios de cocina. En el caso de estar por debajo de 260 grados, no debe haber problema.
Finalmente, otra forma de evitar que el polímero se degrade es hacer un buen uso de la olla o sartén. Para prepararlas para cocinar, es imprescindible echar el aceite y calentar el utensilio ya con el líquido vertido. Calentar la sartén sin hacer esto previamente acelera su deterioro y provoca un precoz desprendimiento de los PFOS y PFOA.