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El padre de Espinar pasó a asesorar a CCOO tras la venta del piso

Lo hizo como miembro del Consejo Asesor de la Fundación Primero de Mayo, el 'think tank' del sindicato. La central era y es la propietaria de la promotora que construyó la vivienda del senador de Podemos.

La relación del padre de Ramón Espinar Merino con Comisiones Obreras (CCOO) fue especialmente estrecha tras la venta del piso con el que el senador de Podemos ganó 20.000 euros, según ha reconocido él mismo (30.000 conforme a los cálculos de la cadena Ser, medio que ha destapado el escándalo).

Hasta ahora, era sabido que el abogado Ramón Espinar Gallego se movía en el círculo de Antonio Rey de Viñas Sánchez-Majestad, expresidente de Vitra, la cooperativa que gestionó la promoción de dicha vivienda y que también está bajo control de CCOO. De hecho, ambos compartieron Consejo de Administración de Caja Madrid y están procesados en el caso de las tarjetas black.

Pero, además de ello, según ha podido saber Vozpópuli, el padre del dirigente de Podemos llegó a tener hilo directo con Comisiones Obreras a través de su fundación Primero de Mayo, el laboratorio de ideas de la central. Espinar Gallego se convirtió en noviembre de 2011 en miembro del Consejo Asesor de dicha fundación. Tan sólo habían transcurrido siete meses desde que su hijo formalizara en abril la venta de la vivienda de protección pública (VPP) que había adquirido por la vía rápida como socio de la cooperativa Vitra, manejada por CCOO.

El padre de Espinar, nombrado consejero de Caja Madrid (2003-2010) a propuesta del PSOE, fue uno de los tres familiares que en 2007 prestaron 60.000 euros al senador para la entrada del piso y las primeras mensualidades. El hoy diputado autonómico en la Asamblea de Madrid alega que por entonces no tenía ingresos suficientes para asumir estos pagos. La vivienda, localizada en la zona de Fuentelucha en Alcobendas, fue comprada por 146.224 euros y luego vendida por 176.000 euros. Tenía un dormitorio, dos plazas de garaje -de 30 metros cuadrados cada una- y un trastero.

Espinar Gallego se convirtió en miembro del Consejo Asesor de la Fundación Primero de Mayo siete meses después de que su hijo vendiera la VPP

En concreto, Espinar Gallego, encausado por un presunto delito de apropiación indebida, perteneció al Consejo Asesor de la Fundación Primero de Mayo desde su constitución el 13 de noviembre de 2011 hasta octubre de 2014, fecha en que salió a la luz el fraude de las tarjetas opacas de Caja Madrid (el gasto del exdirigente socialista fue de 178.400 euros en esos siete años). De igual modo, el entonces presidente del think tank sindical, Rodolfo Benito, apareció en la lista de los 87 imputados por las black. Miembro de la Comisión Ejecutiva de CCOO como secretario de Estudios, dimitió de este cargo y de la presidencia de la Fundación Primero de Mayo. Benito era el responsable del laboratorio en el momento en que se creó dicho Consejo Asesor.

No obstante, Espinar Gallego ya venía colaborando con la Fundación Primero de Mayo antes de formar parte del grupo de expertos de su Consejo Asesor. Por ejemplo, en mayo de 2009 realizó una serie de reflexiones para la revista Cuadernos de la Fundación. Por aquel entonces su hijo llevaba desde 2007 pagando la vivienda de Vitra en construcción y todavía restaban diez meses para formalizar la compra.

En su análisis, el abogado señalaba que "los errores y abusos del pasado en mundo inmobiliario no deben hacernos abandonar a este sector, la incidencia del mismo en el desarrollo del turismo, la creación de bienestar social y seguir dotando de viviendas dignas a las clases menos favorecidas deben seguir siendo uno de los motores de nuestra estructura económica".

¿Solvencia?

Así mismo, en otra consideración subrayaba que "es preciso estimular y contribuir a dotar de vivienda, en precio asequible, a los sectores sociales de renta baja, mediante un nuevo estímulo en la construcción de vivienda protegida, la única que aún se comercializa en el mercado, comprometiendo a las entidades financieras a la concesión de los correspondientes créditos siempre que se garantice la solvencia del adquirente".

Diez meses después, en marzo de 2010, su hijo se subrogó a una hipoteca de 92.000 euros sin los ingresos suficientes para seguir afrontando las mensualidades del piso. De hecho, tuvo que ser avalado para la concesión de tal préstamo bancario, según fuentes del BBVA, cuyo sistema de riesgos es uno de los más rigurosos del mercado.

En rueda de prensa la pasada semana, el diputado y candidato pablista a las primarias de Podemos en la Comunidad de Madrid declaró que su padre le dejó parte de aquellos 60.000 euros "en un momento en que uno no tenía la información que tiene ahora y eso es importante", apostilló.

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