El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, atenderá la llamada telefónica que le haga el candidato popular a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, a diferencia de los otros dos barones socialistas, el asturiano Adrián Barbón y la navarra María Chivite, pero dejándole “claro” que cualquier negociación para la investidura “la lleva la dirección federal del PSOE” con Pedro Sánchez a la cabeza, explican a Vozpópuli fuentes del entorno de Page.
Por mucho que al mandatario castellano-manchego no le guste nada que el huido Carles Puigdemont vaya a tener el “mando a distancia” desde Waterloo (Bélgica), lo que no va a hacer es “inmiscuirse” en un terreno negociador que no es el suyo; ni, mucho menos, alentar la especulación sobre un hipotético tamayazo (dos diputados del PSOE acabaron votando contra su partido) como el registrado en la Asamblea de Madrid en 2003, que quitó la Presidencia de la comunidad a Rafael Simancas y se la dio a Esperanza Aguirre.
“Nosotros no vamos a darle a Feijóo un portazo como Barbón. Le cogeremos el teléfono, hablaremos, si quiere, de la situación política generada tras las elecciones, de las necesidades de Castilla-La Mancha, pero lo que no vamos a hacer es establecer una estrategia de rechazo política preventiva ante lo que pueda negociar la Dirección Federal del PSOE”, advierten las fuentes consultadas.
Page ha decidido hablar en función de los hechos políticos concretos que se deriven de las negociaciones de investidura de Sánchez, no preventivamente y en base solo a “hipótesis” como, por ejemplo, una supuesta Ley de Amnistía o el referéndum en Cataluña
Dicho de otra manera: el presidente castellano-manchego ha decidido hablar en función de los hechos políticos que se deriven de las negociaciones de investidura, no en base a “hipótesis” como, por ejemplo, la supuesta Ley de Amnistía o el referéndum en Cataluña. De hecho, su última declaración conocida fue el 17 de agosto, día de la Constitución de las Cortes, cuando se constató que la socialista ex presidenta balear, Francina Armengol, a ocupar la Presidencia de la Cámara Baja gracias al acuerdo con Puigdemont; fue entonces cuando afeó a su partido que el mando a distancia de España lo tenga un prófugo de la Justicia.
Las palabras del propio Puigdemont éste jueves, advirtiendo que frente a la avalancha de “especulaciones” interesadas desde la parte socialista respecto a un casi seguro acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, “no hay ninguna negociación abierta”, vienen a avalar, según las fuentes consultadas la tesis de Page de que en este momento lo más importante es el “control de los tiempos”:
“No hay ninguna negociación en marcha con nadie, ni se ha presentado ningún proyecto de amnistía a ningún partido político”, insiste el fugado. La incertidumbre que crea de facto este tuit de Puigdemont, desmintiendo en buena medida todo lo publicado hasta el momento, es por lo que Page prefiere mantenerse en silencio hasta ver en qué se concreta esa negociación.
No quiere comentar públicamente ningún aspecto relacionado con la difícil “amnistía” del propio ex presidente de la Generalitat y decenas cargos públicos implicados en el 1-O todavía pendientes de juicio, así como de cientos de miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) procesados por desórdenes públicos y estragos. “Hagamos política-ficción -se preguntan en el entorno de Page-, imaginemos que se aprueba es supuesta Ley de Amnistía… y los jueces, Llarena y otros, la desmontan en sus sentencias ¿Qué ocurriría entonces?”.
“No tiene sentido” reunirse con Feijóo
Además, el mandatario castellano-manchego es consciente de que ahora mismo está siendo observado con lupa, dentro y fuera del PSOE, por su postura distante con la política y la estrategia de Pedro Sánchez durante los últimos años, y no quiere dar pábulo a quienes le sitúan como promotor de hipótesis descabelladas tales que ese “delirante” tamayazo patriótico propuesto por el ex portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros: que cuatro o cinco diputados socialistas de esa comunidad se abstengan en la investidura de Feijóo el 27 de septiembre.
“Quien propone eso no sabe cómo funciona el PSOE. Los diputados socialistas de Castilla-La Mancha son elegidos por la Dirección Federal y se deben a la disciplina del Grupo Parlamentario en el Congreso”, explican las fuentes consultadas. “y además, ¿para qué? si al día siguiente de su investidura Feijóo seguiría necesitando los votos de Vox para gobernar”.
Dicho lo cual, en el entorno de Page se insiste en que éste no va a dar portazo telefónico al presidente del PP porque ambos mantienen una relación fluida desde que el gallego era presidente de la Xunta. Y si hubiera habido una ronda de encuentros del candidato con otros barones autonómicos, más allá de la cita de éste miércoles en el Congreso con el presidente del gobierno en funciones, al presidente castellano-manchego no le hubiera importado participar, pero ahora “no tiene sentido” y el propio Feijóo lo ha descartado.
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