El 97% de los conductores supera el límite de velocidad de 20 km/h establecido en vías urbanas por la fragilidad de sus viandantes, en especial niños y ancianos. Así lo recoge el informe 'Velocidad y Usuarios Vulnerables' que ha presentado este jueves la Fundación MAPFRE. Además, este estudio ha servido para cuantificar los excesos de velocidad de los vehículos en entornos con presencia de usuarios vulnerables –zonas escolares, centros de mayores o parques- y analizar si los conductores son capaces de percibir el peligro y reducir por sí mismos la velocidad en este tipo de entornos.
La velocidad fue, según los datos de la Dirección General de Tráfico, un factor concurrente en el 20% de todos los siniestros mortales sucedidos en 2015. Sin embargo, los vehículos que circulan por estas vías respetan en muy pocas ocasiones los límites máximos de velocidad establecidos, los cuales suelen fijar como velocidad máxima los 20, 30, 40 y 50 km/hora. De hecho, cuando el límite máximo de velocidad es menor, el grado en el que se excede es mayor. En vías con un límite de 20 km/h, los coches llegan incluso a sobrepasarlo en 15,6 km/h de media.
Para ello, Fundación MAPFRE ha llevado a cabo más de 3.000 mediciones de vehículos en diez ciudades españolas: Madrid, Tenerife, Ávila, Barcelona, Córdoba, Las Palmas, Valencia, Zaragoza, Santiago de Compostela y Sevilla. El análisis se ha realizado con dos cinemómetros que calculan la velocidad a partir de la diferencia de frecuencia de las ondas que rebotan en el vehículo (efecto Doppler). De estas pruebas puede deducirse que alrededor del 65% de los conductores supera los límites de velocidad en vías con presencia de usuarios vulnerables.
Según el informe, Ávila es la primera ciudad española donde los vehículos sobrepasan los límites fijados (100%), seguida de Zaragoza (91,67%) y Madrid (87,76%). Por el contrario, Las Palmas y Tenerife son las regiones donde los conductores conducen a una velocidad adecuada, con sólo un 16% de vehículos que exceden los límites. Todas las mediciones se han llevado a cabo en vías rectas con señalización, pero sin badenes que obliguen al conductor a reducir la velocidad, con el objetivo de evaluar en qué grado el conductor decide libremente reducir la velocidad al pasar una zona con presencia de peatones vulnerables.
Durante el acto, Jesús Monclús, director de seguridad vial de Fundación MAPFRE, ha destacado que “una velocidad inadecuada puede ser crucial en un atropello, ya que un accidente que podría ser leve puede terminar siendo grave o, incluso, mortal”. También ha señalado que “las consecuencias de un accidente provienen principalmente de la relación entre la velocidad y la distancia de frenado”, ya que cuanto mayor es la velocidad del vehículo, menor es el tiempo que tiene el conductor para evitar el accidente.
Asimismo, el director de seguridad vial ha hecho referencia a los últimos datos de siniestralidad vial, resaltando que la mayoría de accidentes con heridos tienen lugar en vías urbanas. “Tan sólo en 2015 se registraron 63.198 accidentes con víctimas en las ciudades y pueblos españoles, en los cuales fallecieron 441 personas y más de 4.751 resultaron heridas y hospitalizadas”. Monclús ha insistido en que “la velocidad y la fragilidad de los usuarios son los principales factores en los accidentes en las vías urbanas”.
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