La conocida y eterna ambigüedad del PNV vuelve a estar de moda en la política nacional. Y no solo porque durante el reciente aberri eguna ((día de la patria vasca") los peneuvistas exhibieran su lado más soberanista con la ya célebre comparación entre "Ucrania y Euskal Herria", sino también porque en esos mismos actos tendían su mano al nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para aislar a Vox.
Es obvio que el PNV intenta resituarse por el efecto Feijóo que según algunas encuestas apunta a una hipotética victoria del PP en las elecciones generales. Ahí, en ese posible cambio en Moncloa, se enmarca que en el mismo aberri eguna, el presidente peneuvista, Andoni Ortuzar, por un lado agitase el amor incondicional a la ikurriña y por otro lanzase su propuesta a PP y PSOE para "dejar fuera de juego" a "los fachas de Vox".
No fue un mensaje improvisado ni un calentón. Un día antes el líder peneuvista exponía esa misma propuesta en las páginas del diario Deia. En la entrevista Ortuzar admitía que había hablado con el nuevo líder del PP y, respecto al pacto de PP y Vox en Castilla y León, llegaba a decir que "hay que darle tiempo a Feijóo" porque en dicha comunidad, a su juicio, ese pacto era culpa también del PSOE por no respaldar a los populares. Y remarcaba una y otra vez algo ya sabido: el PNV no estará en acuerdos donde esté Vox.
Como ya contó Vozpópuli en febrero, en el cuartel general de los jeltzales celebran que el presidente de la Xunta gallega dirija el PP en detrimento del dimisionario Pablo Casado, con quien la relación era prácticamente nula. Los motivos son la sintonía entre Feijóo y el lehendakari, Íñigo Urkullu, y, siempre según la visitón peneuvista, la moderación en el discurso del nuevo líder popular y su manera de comprender mejor el sistema autonómico en razón de su trayectoria política.
El PNV mueve ficha con esa propuesta a PP y PSOE de dejar fuera de cualquier ecuación a Vox. Hacía mucho tiempo que los peneuvistas no eran tan claros en cualquier oferta, fuera la que fuera, a los populares
En ese contexto, el PNV mueve ficha con esa propuesta a PP y PSOE de dejar fuera de cualquier ecuación a Vox. Hacía mucho tiempo que los peneuvistas no eran tan claros en cualquier oferta, fuera la que fuera, a los populares. Durante los últimos tiempos, con Casado al frente de Génova, Ortuzar, Urkullu y los suyos ni mencionaban posibles acuerdos con el PP y dejaban claro que su apuesta era respaldar al Gobierno de PSOE y Podemos que preside Pedro Sánchez. Ahora, siguen respaldándolo, claro, pero ya abren otras vías para el futuro. Se recolocan por lo que pueda venir.
Su cara más rupturista
El nuevo tono peneuvista se nota también en el nivel de sus proclamas independentistas. Ya es una tradición muy acendrada que el PNV aproveche tanto el aberri eguna (día de la patria) como el alderdi eguna (día del partido) para mostrar su cara más rupturista, habitualmente con palabras gruesas, como el "españoles ni por el forro" de Ortuzar poco antes de la pandemia. Normalmente, además, con los papeles repartidos, de modo que Urkullu hace de poli bueno y Ortuzar de poli malo.
Lo cierto es que del último acto de este tipo, celebrado el pasado domingo, el PNV hizo lo de siempre: sí pero no. Lógicamente se ha destacado sobremanera que el PNV comparase el País Vasco a Ucrania o el Sáhara. Ortuzar llegó a decir que "creer en una Euskadi libre y justa nos tiene que hacer también querer una Ucrania libre y justa, y un Sáhara libre y justo; que sean como lo que pedimos hoy también para nuestra Euskadi; que sean lo que libremente, sin agresiones, sin injerencias externas, su ciudadanía quiera ser".
Pero, al mismo tiempo y por contradictorio que pueda parecer, el presidente del PNV defendió que el nacionalismo de su partido es un "nacionalismo democrático" y huyó de planteamientos abiertamente rupturistas y ni siquiera mencionó el posible nuevo Estatuto que está atascado en el Parlamento vasco. Además, presentó el citado plan para "arrimar el hombro" con PP y PSOE y aislar a Vox. Plan que evidencia, claro está, que la mente de los dirigentes del PNV está donde siempre ha estado: contribuir a la gobernabilidad en el Congreso de los Diputados para sacar réditos para la comunidad donde gobiernan.
¿Y en el PP vasco?
La estrategia peneuvista de tender la mano para pactar contra Vox provoca, de paso, fuertes choques con el propio PP vasco. Porque las críticas del PNV al pacto con Vox en Castilla y León no gustaron nada al líder de los populares en Euskadi, Carlos Iturgaiz, que respondió con contundencia: "Pasa de castaño a oscuro que intente darnos lecciones y nos diga eso un partido que ha retrocedido democráticamente al pactar con Bildu".
Porque Iturgaiz recuerda que el PNV quiere llegar a acuerdos "con esa Bildu que justifica los crímenes de ETA". "Los de Bildu son los patriotas para el PNV, patriotas descarriados en algunas ocasiones, pero a la postre patriotas y por eso quiere llegar a esos acuerdos".
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