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La polarización pasa factura: la mitad de los españoles se muestra insatisfecho con nuestra democracia

Un sondeo con 25.600 entrevistas realizado por encargo de la Comisión Europea sitúa a España en el puesto 12 de los 27 cuando se mide la confianza en las instituciones

La polarización política empieza a pasar factura: más de la mitad de los españoles, un 52%, se declara insatisfecho con el funcionamiento de la democracia, y la creciente desconfianza en las instituciones es la segunda amenaza más significativa para el 38%, según un sondeo de Ipsos Consulting realizado en toda la UE. Estos porcentajes no son mucho peores que en otros Estados, donde la polarización también ha hecho mella, aunque sitúan a nuestro país en el puesto 12 de satisfacción entre los 27.

En su Discurso sobre el estado de la Unión en 2022 ante el Parlamento Europeo, la Presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, anunció un paquete de medidas “en defensa de la Democracia" ante el deterioro de las opiniones públicas nacionales que ya empezaba a percibirse.

En aquel contexto, la Comisión encargó un Eurobarómetro flash para evaluar el estado de la democracia en cada país y en la Unión, así como las percepciones sobre las percepciones de las amenazas a las que nos enfrentamos. El trabajo de campo fueron en total 25.600 entrevistas por ordenador a mayores de 15 años realizadas por Ipsos simultáneamente entre los días 22 y 29 de marzo del año que termina en todos los países comunitarios.

Cuando se pregunta a los europeos de los 27 por el grado de satisfacción con el funcionamiento de la democracia, casi la mitad manifiesta una percepción similar: un 10% declara estar "muy satisfecho" y un 37% "algo satisfecho". En contraste, el 31% admite estar "poco satisfecho" y un 20% “nada satisfecho”.

Esa polarización se refleja fielmente en España, donde los porcentajes de satisfacción prácticamente coinciden con el resto: un 47% se dice satisfecho -13% “muy satisfecho” y un 34% “algo satisfecho”-, frente a una mayoría del 52% que dicen estar insatisfecha con el funcionamiento de la democracia española -hasta un 21% se declara “nada satisfecho”-.

Esa polarización se refleja fielmente en España, donde los porcentajes de satisfacción prácticamente coinciden con el resto: un 47% se dice satisfecho -13% “muy satisfecho” y un 34% “algo satisfecho”-, frente a una mayoría del 52% que dicen estar insatisfecha con el funcionamiento de la democracia española -hasta un 21% se declara “nada satisfecho”-.

Un 76% de la población española cree que cuenta con un buen acceso a información precisa en los distintos medios de comunicación sobre temas de actualidad, cuatro puntos por encima del porcentaje europeo, posicionándose como el séptimo país europeo donde más población comparte que está bien informada.

En cuanto a la libertad de expresión, siete de cada 10 de nuestros compatriotas (69%) confían en la libertad para expresar sus ideales sin temor a consecuencias, un punto por encima del porcentaje medio europeo.

Por el contrario, y bastante por debajo de la media del colectivo de naciones UE (58%), en España solo un 45% de los preguntados admite que tiene la posibilidad de interactuar de forma directa en un debate con los candidatos y las candidatas de los partidos políticos, situándose así entre los tres países europeos -junto con Hungría y Croacia-, donde la población menos cree en esa interactuación con la clase política.

En España, un 40% de los encuestados identifica desinformación e información falsa como el riesgo más grave para nuestra democracia; y hasta un 38% señala su escepticismo y creciente desconfianza hacia las instituciones democráticas como la segunda preocupación más significativa, seis puntos por encima de la cifra de la UE.

Confrontados los 25.600 entrevistados con un listado de once posibles amenazas, en 22 de los 27 países señalaron la información falsa y/o engañosa que circula online y offline, como la principal amenaza, con un 38%; seguida de la creciente desconfianza y escepticismo hacia las instituciones democráticas con un 32%, segunda amenaza. Como tercera amenaza, la falta de compromiso e interés por la política y las elecciones es señalada por un 26% de la población europea.

En España, un 40% de los encuestados identifica desinformación e información falsa como el riesgo más grave para nuestra democracia, y un 38% señala el escepticismo y la creciente desconfianza hacia las instituciones democráticas como la segunda preocupación más significativa, seis puntos por encima de la cifra de la UE.

La tercera amenaza a la democracia para la población española es diferente de la tercera europea: Mientras que para nuestros vecinos del norte resulta de la falta de compromiso por la política, en nuestro país se señala la falta de libertad de prensa y diversidad de los medios de comunicación -un 26%- como tercera amenaza; y la falta de compromiso e interés por la política y las elecciones es la cuarta amenaza para los españoles, con un 23% de respuestas.

Además, también se preguntó sobre los factores más importantes para asegurar campañas electorales libres y justas. En primer lugar, un 46% de los encuestados por Ipsos en toda Europa señaló que es imprescindible que los debates y campañas eviten el discurso de odio, la manipulación y las mentiras, seguido de que los candidatos y los partidos políticos tengan igualdad de oportunidades para acceder a los medios de comunicación (41%). En tercer lugar, el factor más señalado por los europeos para garantizar una campaña electoral libre y justa es que los votantes sepan quién financia a los candidatos y partidos políticos (35%).

En el caso de España, los tres factores elegidos para garantizar una campaña electoral libre y justa tienen similitudes de respuesta con las del resto de la UE, pero también diferencias: un 55% de los sondeados en nuestro país considera que un debate libre de odio, manipulación y engaños es el aspecto más importante, superando en 9 puntos a la cifra europea.

En el caso de España, los tres factores elegidos para garantizar una campaña electoral libre y justa tienen similitudes de respuesta con las del resto de europeos, pero también diferencias: un 55% de los sondeados en nuestro país considera que un debate libre de odio, manipulación y engaños es el aspecto más importante, superando en 9 puntos a la cifra europea.

Y, en segundo lugar los encuestados dan más importancia a que los partidos españoles sean transparentes en cuanto a sus técnicas para seleccionar a las personas a las que envían su propaganda -4 de cada 10 personas, trece puntos más que en la UE-; lo cual nos sitúa como el país que más importancia le da a este factor para garantizar una campaña electoral libre y justa. Esta opinión se sitúa considerablemente por encima del 27%, cifra europea, colocando a España a la cabeza.

En tercer lugar, un 39% de los españoles cree que es esencial conocer las fuentes de financiación de los partidos políticos, subrayando la importancia de la transparencia financiera para preservar la integridad del sistema democrático.

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