Con el inicio del curso escolar, miles de familias ponen su confianza en los comedores escolares para que los más pequeños reciban una buena alimentación. En los casos de riesgo de pobreza, padres y madres contratan el servicio de comedor con la esperanza de que, al menos una comida al día, sea lo más completa posible, aunque esto no es así. Ahora, estos mismos padres ponen quejas y se manifiestan debido a la falta de menús saludables, algo que radica en un motivo que, con el paso de los años, se ha ido haciendo cada vez más común en los colegios y escuelas.
Al hablar de los más pequeños, mantener una buena alimentación es clave para su correcto desarrollo. Factores como el buen rendimiento académico dependen directamente de ello, algo que no siempre se cumple en los centros escolares aunque, tal y como informa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los menús hayan mejorado en los últimos 20 años.
El motivo de la polémica
Padres y madres de todas las zonas de la geografía española se quejan de la falta de propuestas saludables en los menús escolares, y lo cierto es que hay un motivo claro de esto: la proliferación de colegios que utilizan caterings como fuente principal de estas comidas. Menos de la mitad de los centros escolares de España -alrededor de 4 de cada 10- elaboran los menús diarios en sus cocinas.
Es sencillo identificar cuáles son los alimentos más populares en los menús escolares. Los alimentos integrales han aumentado su presencia considerablemente, al igual que la verdura y la fruta -aunque las piezas de temporada son escasas-. Entre este último grupo, los plátanos, manzanas y peras son los más habituales. Mientras, los últimos informes de la OCU señalan que el arroz, la pasta y las patatas se dan de media unas 3 veces a la semana, y el consumo de legumbres no llega al mínimo recomendado de 1,5 veces semanales.
Becas comedor
La profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del grupo FoodLab explica que los nutrientes como los ácidos grasos, hierro, zinc o ácido fólico son esenciales para el "desarrollo del cerebro y el funcionamiento cognitivo" entre los 3 y los 16 años. Y en esta misma línea, los expertos hablan de fomentar las becas comedor para ayudar en la etapa del aprendizaje, ya que muchas familias no pueden pagar su coste. La horquilla es amplia: el servicio de comedor puede ir desde los 96 euros al mes en colegios públicos hasta los 150 en centros privados.
Países como Suecia ya han apostado por esta propuesta, y funciona: los jóvenes que estudiaron con becas comedor durante toda su escolarización aumentaron el 3%, y hasta un 5,8% en los que procedían de familias vulnerables. En esta línea, el Gobierno trabaja en un real decreto para asegurar el acceso a menús de calidad, con al menos un 45% de grutas y hortalizas de temporada.
