Alberto Núñez Feijóo guarda el anhelo de poder enrolar a PNV y Junts en la gobernabilidad de un proyecto de centroderecha en España. No obstante, habida cuenta de la situación política actual y de cercanía a Pedro Sánchez, sabe que es inviable. Algo "imposible a corto plazo", según destaca un diputado popular con trienios. "Ahora mismo, lo único que podemos decir es que han renovado para cuatro años el Gobierno vasco", añaden desde la dirección del PP vasco. "No nos engañemos", se resignan desde el entorno del líder del PP. Y eso al respecto del PNV. En el caso del partido de Carles Puigdemont, un acercamiento sería posible si el guión de la política española lo escribiera Ray Bradbury.
Al respecto fue preguntado Feijóo este jueves, durante una entrevista matinal en la COPE. El líder de la oposición destacó los "aspectos de materia económica, industrial y energética" en los que el PP podía mantener sintonía con jeltzales y posconvergentes. En ningún momento cerró la puerta de manera tajante, si bien, en relación a los independentistas catalanes, recalcó la "cacicada" que le parece la Ley de Amnistía. Por ello, "es imposible para el PP competir con lo que les da Sánchez", es la lectura del del diputado anteriormente citado.
Ni siquiera después de la ruptura con Vox en las cinco comunidades que gobernaban en coalición (Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Murcia). Y ni siquiera después de que el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, destacara ante Sánchez este miércoles que "negar o no abordar el aspecto ético es un error", todo al hilo de la investigación judicial sobre la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, que este viernes declarará en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ante el juez Juan Carlos Peinado por presuntos delitos de tráficos de influencias y corrupción en los negocios.
"Hay límites más allá de lo penal", resolvió el portavoz peneuvista. "La inmensa mayoría de las leyes actuales no serían suficientes, es importante tener líderes con valores éticos. El problema no es tanto las leyes, sino la falta de cultura democrática en España. Unos contra otros se enfrentan manifestando las discrepancias contra las sentencias de los demás", añadió. Sin embargo, para el PP no significa sino "una anécdota" que "no tendrá recorrido".
¿Y la situación con Junts? "A ver: ni siquiera nos dieron el puesto en la Mesa del Parlament que nos pertenecía", descartan cualquier atisbo de sintonía. "Si coincidimos en alguna propuesta con alguien, no tenemos inconveniente en acercar posturas y pactar. Podemos votar en el Congreso de forma coincidente, ya ha pasado otras veces", insistió Feijóo en las posibles concordancias económicas. Algo que, eso sí, puede jugar malas pasadas al Ejecutivo de coalición, incapaz de sacar cualquier ley adelante si no es con la unanimidad de todos sus socios.
La advertencia de De Andrés
La situación, por tanto, es la misma que la del pasado 12 de junio, cuando el PP celebró su último Comité Ejecutivo Nacional en Génova. El líder de los populares vascos, Javier de Andrés, como el resto de sus homólogos presentes, tomó la palabra al término del discurso público de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP vasco fue de los últimos en hablar, ya con la persiana echada. Como publicó Vozpópuli de fuentes presenciales, De Andrés quiso subrayar ante la plana mayor de su partido que "el PNV está en la órbita de Sánchez y del PSOE" y que se olvide quien así lo crea que sus cinco diputados en el Congreso serían sumables a una hipotética moción de censura.
Hacía tres días que Feijóo ganó a Sánchez en las elecciones europeas 22-20, con cuatro puntos de diferencia. En aquellas elecciones, el PNV sacó un resultado que ilustra a la perfección la situación que atraviesan los nacionalistas vascos pese a que Imanol Pradales esté a punto de revalidar otros cuatro años la hegemonía de la formación sobre Ajuria Enea. Quedaron terceros. Y la estrategia, desde entonces, no es otra que marcar perfil propio.
No obstante, desde el entorno del líder del PP aseguran que "la relación con el PNV no es mala, sino normal", si bien describen a una formación que, antaño comanditaria, sobre todo en la primera legislatura de José María Aznar (1996-2000); ahora estaría desnortada. "El PNV está en una fase de entreguismo absoluto al PSOE, y la traslación de votos a Sánchez es evidente. El partido del lehendakari ha quedado tercero en el País Vasco. El PNV tiene un problema, y es que, seguramente, Bildu llegará a gobernar con apoyo del PSOE", estimaban tras el 9-J desde el entorno del líder del PP.
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