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La trama Púnica se forró con las fiestas de las inauguraciones del Metro de Aguirre

La Guardia Civil reclama documentación a FCC, Dragados y Sacyr por el pago de 756.000 euros a la empresa Waiter Music por la organización en 2007 de los eventos de apertura de nuevos tramos de las Líneas 7 y 3 del suburbano madrileño. Los investigadores sospechan que las contratación vino impuesta por Granados a través de dos de sus hombres de confianza.

  • Aguirre y Ruiz Gallardón inauguran en abril de 2007 la ampliación de la Línea 3 de Metro.

Inauguraciones a todo tren, negocio redondo para la Púnica. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha tomado en las últimas semanas declaración como testigo a directivos de tres grandes constructoras españolas para recabar datos sobre los pagos realizados por éstas a una empresa de la trama, Waiter Music SL, por la organización de las fiestas de inauguración de dos obras en el Metro de la Comunidad de Madrid en 2007 alas que asistió la entonces la presidenta Esperanza Aguirre. Se trata, en concreto, de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Sacyr SA y Dragados SA, cuyos representantes reconocieron ante los agentes haber abonado más de 750.000 euros a dicha mercantil especializada en la celebración de eventos y que el juez Eloy Velasco vincula con Francisco Granados. Los investigadores sospechan que éste a través de su asesor Edelmiro Andrés Galván o de Jesús Trabada, puesto por él como consejero delegado Mintra, la empresa pública que se encargaba de adjudicar las obras del suburbano madrileño hasta su disolución en 2011, imponía la contratación de la mercantil de Púnica. Esta última fue la que montó en 2008 una fiesta de cumpleaños 'gratis total' para Granados valorada en 12.500 euros.

Los agentes preguntaron a los responsables de las tres constructoras si la contratación de Waiter Music les vino impuesta por dos personas cercanas a Granados

Así consta en un atestado de la Guardia Civil elaborado el pasado 10 de noviembre y al que ha tenido acceso Vozpópuli. En el mismo se recogen diversas diligencias recientes de los agentes de la UCO respecto a Waiter Music y las supuestas irregularidades que rodeó su contratación para organizar festejos en diversos pueblos de la Comunidad de Madrid donde gobernaba el PP y para el propio Ejecutivo regional. En este caso, la investigación se centra en sendos eventos organizados en abril y mayo de 2007 para celebrar la inauguración en aquellas fechas de la prolongación de las líneas 3 y 7 del Metro madrileño, a los que asistió Esperanza Aguirre. Para ello, el pasado 1 de junio el Instituto armado remitió al juez Velasco tres oficios para que reclamara formalmente abundante documentación a FCC, Dragados y Sacyr, ya que eran las constructoras que habían sido adjudicatarias de las obras y figuraban como responsables de los pagos a la compañía ligada a la trama. Pedía desde las facturas hasta "la identificación de las personas responsables de la contratación de Waiter Music", incluido "imágenes del servicio" y "la motivación en la contratación".

FCC y la Línea 3

Las pesquisas continuaron el pasado 26 de octubre. Ese día, fueron citados a declarar en calidad de testigo tres directivos de las empresas. El primero en hacerlo fue Alejandro C.M., quien en 2007 era el responsable de la Delegación de Transportes de FCC y ejercía de supervisor de las obras de prolongación de la Línea 3 de Metro desde Legazpi al barrio de San Cristóbal de los Ángeles. En su testimonio, aseguró que no supo nada de la fiesta hasta después de su celebración y que, de hecho, no sabía qué era Waiter Music "antes de venir aquí". Los agentes le preguntaron si participó en la contratación de la misma y en la gestión de los pagos, y le mostraron tres documentos, en dos de los cuales aparecía su firma o visado.

Edelmiro Andrés Galván y Jesus Trabada, las dos personas por las que fueron preguntados los directivos, son hombres de la máxima confianza de Granados

Aunque Alejandro C.N. reconoció dichas rúbricas como suyas, pero también destacó que por él pasaban una media al año de 3.000 pedidos y 20.000 facturas y que por ello no recordaba expresamente esas. No obstante, admitió cierta incoherencia entre las fechas de la factura y la hoja de pedido de un evento que le costó a la compañía 299.601 euros. La UCO le preguntó abiertamente si Edelmiro Andrés Galván, asesor de Granados en la Consejería de Presidencia e imputado en la causa, o el consejero delegado de Mintra, Jesús Trabada, también hombre de la máxima confianza del cabecilla de la trama, le habían impuesto la contratación de dicha empresa. Dijo que de ambos sólo conocía al segundo y rechazó presiones.

"No era habitual"

El siguiente en declarar fue Ricardo G.E., quien trabajaba también para FCC en esa misma obra. Sus respuestas fueron muy similares a las de su compañero. Así, negó conocer quién organizó la fiesta y destacó que él no se involucraba en la gestión de ese tipo de actos ya que en la compañía existía "un departamento de Comunicación". Sin embargo, sí admitió que formalizó el pedido del evento cuando éste ya se había realizado y que lo hizo "en base a una factura que venía aprobada por la dirección de FCC". De hecho admitió que esto no era "lo habitual" ni "la forma de trabajo" acostumbrada. Los agentes también le interrogaron por Jesús Trabada y Edelmiro Andrés Galván. Aseguró conocer sólo al primero.

Los directivos aseguraron no conocer los detalles de la contratación de Waiter Music, aunque admitieron que hubo elementos "no habituales" en las facturas

El último testigo citado fue Juan Carlos P.R., quien fue jefe de obras de Dragados en la prolongación de la Línea 7 de Metro a las localidades de Coslada y San Fernando de Henares. Este responsable de la constructora admitió saber que hubo una fiesta y que el coste total de la misma, 456.000 euros, se lo repartieron entre su compañía y Sacyr porque ambas realizaron las obras. Sobre quién organizó dicho evento y la contratación para ello de Waiter Music aseguró desconocer detalles y sólo admitió que comunicó "a sus superiores" que a la inauguración "acudirían autoridades políticas de la Comunidad de Madrid".

El responsable de Dragados también reconoció haber dado "el visto bueno" al pago del evento, aunque recalcó que no supervisó "los espectáculos y actuaciones" ya que "esta función suele realizarse por personal vinculado al Gabinete de Protocolo" del Ejecutivo que entonces encabezaba Esperanza Aguirre. Sobre las supuestas presiones para que se contratara a Waiter Music, dijo que creía recordar que "la factura y la solicitud de pago llegaron a través de Mintra y que posteriormente le solicitaría a Dragados que se hiciese cargo de la factura", aunque señaló no estaba seguro. Preguntado por el máximo responsable entonces de esta compañía pública, Jesús Trabada, y ñor el asesor de Granados, Edelmiro Andrés Galván, simplemente admitió conocer al primero.

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