Fin de la película. La Policía Francesa ha detenido en la madrugada de este miércoles a Redoine Faïd, que hace tres meses se convirtió en el fugitivo más buscado del país, tras escaparse en helicóptero de la cárcel, donde cumplía una pena de 25 años.
La detención tuvo lugar alrededor de las cuatro de la madrugada. Se produjo en un piso del barrio del Moulin de Créil (norte). Además de Faïd, fueron arrestados su hermano Rachid, dos de sus sobrinos y una mujer.
El apartamento en el que encontraron al fugitivo estaba lleno de pistolas. Los hechos, eso sí, se produjeron sin altercados y sin intercambio de disparos.
Descubierto gracias a escuchas telefónicas
Lo cierto es que ya hacía días que los investigadores habían descubierto el escondite del fugitivo. Fue gracias a las escuchas telefónicas de los miembros de su entorno.
En una entrevista a la emisora "Europe 1", la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, explicó que los investigadores trabajaban "desde hace varios meses en un cierto número de indicios" que han permitido llegar hasta Faïd.
Belloubet reconoció que había estado preocupada por cómo podía reaccionar en el momento de su captura teniendo en cuenta sus antecedentes violentos. Tras un arresto sin incidentes, ya dijo estar "muy feliz de que las cosas hayan ocurrido de la forma en que han ocurrido".
Cómo se escapó Redoine Faïd de la cárcel
Redoine Faïd se fugó de la prisión de Réau, en la región de París, el 1 de julio. Fue gracias a un comando formado por varios hombres fuertemente armados que secuestraron un helicóptero con el que lo sacaron del centro penitenciario.
Semanas más tarde, el 24 de julio, el preso consiguió zafarse de una persecución con los gendarmes. Hecho que terminó en un centro comercial de la ciudad de Sarcelles, al norte de París, donde junto a un cómplice abandonó un coche.
El 5 de septiembre, las fuerzas del orden llevaron a cabo una serie de registros en París y en varias localidades del departamento de Oise, donde se encuentra Créil, dentro de las pesquisas para seguirle el rastro.
Redoine Faïd, de 46 años y con un largo historial delictivo, fue condenado a comienzos de año a 25 años de cárcel por su implicación en un atraco a un furgón blindado en 2010 en el que murió una policía. Antes del episodio de Réau, ya se había fugado de la cárcel en 2013.
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