Pasar la ITV no le gusta a nadie pero es un trámite del que ningún conductor se libra. En España, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) obliga a los a los vehículos de más de 4 años a pasar la inspección de forma bienal y a partir de los 10 años, de forma anual.
La ITV es un trámite que se realiza de forma periódico con el fin de garantizar que todos los vehículos conservan un buen estado de funcionamiento de todos los elementos de seguridad, y verificar así, que el vehículo cumple con todas las exigencias que marca la ley para circular por la vía pública.
A muchos se les pasa por la cabeza el miedo de tener que volver a pasarla o el famoso "me la han echado para atrás". Para evitar ese susto es recomendable para pasar antes por el taller para realizar unas revisiones, sin embargo, tú mismo puedes realizar un chequeo de tu coche para comprobar que todo está correcto.
Esto es lo que podemos comprobar de nuestro coche antes de pasar la ITV
Antes de pasar la ITV, hay una serie de comprobaciones que podemos hacer nosotros mismos:
- Supervisar el nivel del aceite del motor. La varilla debe marcar que los niveles de aceite entre el mínimo y el máximo.
- Comprobar que todas las luces funcionan bien: cruce, posición, larga.
- Verificar que el claxon suena correctamente.
- Comprobar que el parabrisas funciona correctamente y que tiene el agua suficiente en el depósito.
- Mirar la presión de los neumáticos para verificar que es la correcta.
- Revisar que los cinturones funcionan correctamente así como su anclaje.
- Revisar que no aparezca ninguna luz de aviso en el cuadro del coche.
Estos son los elementos que cualquier conductor puede revisar antes de pasar la ITV. Sin embargo, es recomendable pasar por un taller de confianza a realizar una pre-ITV. Además, es obligatorio llevar la documentación necesaria que te la pedirán al llegar a la estación: permiso de circulación, tarjeta de inspección técnica y el último recibo del seguro del coche.
