El pasado sábado 2 de noviembre, el presidente de la Generalidad Valenciana Carlos Mazón hablaba de la creación de cinco grupos de respuesta para cubrir todos los daños posibles causados por la DANA que asola casi 70 municipios de la Valencia y Castellón. Entre estos cinco grupos se encuentra el el Grupo de Respuesta Inmediata Sanitaria, y tiene como objetivo principal evaluar el riesgo epidemiológico presente en las zonas más afectadas. Médicos y profesionales de la salud se hacen eco de la peligrosidad de vivir en condiciones como las que atraviesan estos municipios: aguas estancadas, desbordamiento de aguas residuales, lodo, suciedad, y presencia de cadáveres, tanto humanos como animales.
El posible contacto de estas aguas con heridas, lesiones, ojos, o incluso ingerirlas por medio de bebidas o alimentos infectados puede suponer contraer infecciones o diversas enfermedades. La toma de precauciones es la primera indicación de las autoridades. Los voluntarios se cargan de guantes, mascarillas -preferiblemente FPP2- y botas altas y robustas, además de ropa impermeable. Pero para aquellos que viven en las localidades afectadas es más complicado aislarse y mantener la seguridad. Esta es siempre importante, pero hay grupos de riesgo en los que se debe hacer especial hincapié: niños, mayores, personas inmunodeprimidas y aquellas con patologías previas, como problemas respiratorios.
Infecciones y enfermedades posibles
El agua estancada conlleva numerosos riesgos para la salud. La suciedad y humedad es un caldo de cultivo para todo tipo de infecciones y microorganismos contra los que día a día luchan vecinos y voluntarios en las 69 localidades afectadas. Mientras, médicos, epidemiólogos y profesionales sanitarios hablan de las infecciones más comunes y enfermedades que pueden proliferar en estas situaciones, y ponen el foco en las heridas y lesiones de la piel. Siempre que sea posible, lo recomendable es no tapar la herida, limpiarla con agua y jabón y 'dejarla respirar'. Ahora bien, todo esto siempre teniendo en cuenta algo: evitar que tenga contacto con el fango, agua estancada y suciedad.
Las bacterias 'Pseudomonas' o patógenos como E.Coli son otras de las amenazas de las que también hablan médicos y epidemiólogos. La infección de la primera de ellas puede ser externa y leve -como las que afectan al oído o folínculo piloso- o bien interna y grave, afectando a los pulmones, torrente sanguíneo o válvulas cardíacas. Mientras, la E.Coli se caracteriza por la aparición de síntomas como la diarrea, calambres estomacales, dolor o sensibilidad en el estómago, náuseas y vómitos. La forma más popular de contraer la infección es por medio de alimentos y agua contaminados, algo que ocurre debido a la presencia de heces.
Tétanos, salmonella y leptospirosis
La leptospirosis es una infección provocada por una bacteria que prolifera en aguas estancadas. Entre sus síntomas más comunes se encuentra la tos seca, fiebre, dolores de cabeza y musculares, náuseas, vómitos, diarreas y escalofríos. Entre otras señales menos habituales se puede encontrar el dolor abdominal, ruidos pulmonares anormales, enrojecimiento de la superficiente blanca de los ojos, inflamación de los ganglios linfáticos, dolos de hueso, agrandamiento del bazo o hígado. También la rigidez y sensibilidad muscular, erupciones cutáneas y dolores de garganta.
El tétanos es otra enfermedad grave del sistema nervioso que también preocupa tras el paso de la DANA por Valencia. La enfermedad produce contracciones musculares, especialmente en la mandíbula y músculos del cuello, algo que se ve agravado al hablar del tratamiento: no hay cura, sino que tan solo se pueden contrlar los síntomas y complicaciones. La bacteria se encuentra en la tierra y heces de los animales, que comienza a extenderse tras el contacto con una herida. Algunos síntomas del tétanos generalizado son:
- Espasmos musculares dolorosos.
- Rigidez en la mandíbula.
- Tensión muscular en labios.
- Espasmos y rigidez en el cuello.
- Dificultad para tragar.
- Rigidez abdominal.
Finalmente, la proliferación de la salmonella es otra de las alertas de los profesionales. La bacetira vive en el intestino de personas, animales y aves, y suele contraerse por medio de la ingesta de agua y alimentos infecatos como carne cruda, huevos poco cocidos, frutas y verduras. Cocinar bien los alimentos y aislarlos de forma segura de todo tipo de suciedad, agua infectada, fango y lodo es esencial. Entre sus efectos se encuentra la aparición de diarrea, fiebre, vómitos, dolores de cabeza y sangre en las heces, entre otros como los cólicos estomacales, las náuseas y los escalofríos.
Las autoridades aseguran estar trabajando en todo riesgo, además de advertir a los afectados. El uso de ropa de manga larga, mascarilla, protector ocular y guantes son algunas de las indicaciones más repetidas, al igual que intentar lavarse las manos con frecuencia para evitar la exposición a microorganismos. De la misma forma, se debe extremar la precaución para evitar la inhalación de gases tóxicos, motivo que ya ha provocado el desalojo de varios voluntarios tras sufrir desmayos en la localidad de Xiva