Rusia sigue esforzándose en desafiar a la OTAN. Si el viernes recrudeció los ataques en el Oeste de Ucrania, este domingo ha bombardeado una base militar ubicada en Yavoriv, en la región de Lviv (Leópolis), y a tan sólo 25 kilómetros de la frontera con Polonia. El ataque a la instalación, en la que trabajan instructores extranjeros, ha dejado al menos 35 fallecidos y 134 heridos.
"Lamentablemente, perdimos más héroes: 35 personas murieron como resultado del bombardeo del Centro de Mantenimiento de la Paz y Seguridad. Otros 134 se encuentran con diversos grados de heridas y están en el hospital", ha anunciado en su cuenta de Telegram, Maksym Kozytskyi, responsable de la administración estatal en la ciudad de Leópolis, próxima al lugar del ataque. "El ataque aéreo se llevó a cabo desde el mar Negro y el mar de Azov. Los aviones despegaron del aeropuerto de Saratov. En total, los ocupantes dispararon más de 30 misiles", precisó Kozytsky, en un mensaje recogido por Efe.
Según la versión del responsable local, el sistema aéreo ucraniano logró derribar "algunos de los misiles" en el aire. Casi todos los incendios provocados por el impacto de los misiles fueron extinguidos a las 12 hora local. Sobre el terreno trabajan técnicos de explosivos y otros especialistas que inspeccionan el área, que ha quedado reducida prácticamente a escombros.
En las dos primeras semanas de invasión, que comenzó el pasado 24 de febrero, el Ejército ruso había concentrado sus objetivos en el este y sur del país´, además de los alrededores de la ciudad de Kiev. Pero desde hace unos días, sus esfuerzos se centran también en el oeste de Ucrania, lo que puede considerarse una nueva dirección en la estrategia de las tropas rusas. Mientras tanto, continúan maniobrando en los alrededores de Kiev para estrechar el cerco sobre la capital.
El sábado, las tropas de Vladímir Putin intensificaron sus ataques en las cercanías de Kiev, con combates en el noroeste de la región y el ataque con misiles a un aeródromo militar en Vasylkiv, al sur de la capital, mientras que las informaciones sitúan a los efectivos rusos a solo 25 kilómetros del centro de la capital. Tampoco hay tregua para la ciudad portuaria de Mariupol, al sureste del país, que permanece sitiada desde hace días sin agua, luz y gas.
Cerco al este y reclutamiento de voluntarios sirios
En el este de Ucrania, el Ejército ruso intenta rodear a las ucranianas mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, ha saludado públicamente el reclutamiento de unos 16.000 voluntarios, sobre todo de Siria, informa este domingo el ministerio de Defensa británico. "Las fuerzas rusas están intentando envolver a las fuerzas ucranianas en el este del país al avanzar desde Járkov en el norte y Mariupol en el sur", afirma el último parte de la inteligencia militar británica.
Defensa sostiene que los efectivos rusos que progresan desde Crimea, territorio ucraniano que Moscú se anexionó en 2014, quieren ir en dirección oeste hacia Odesa, eludiendo la localidad de Mykolaiv.
En un parte anterior, el ministerio constató que Putin "ha saludado públicamente el reclutamiento de unos 16.000 voluntarios, en su mayoría de Oriente Medio", en particular Siria, para apoyar su invasión de Ucrania. "Los mercenarios sirios se han desplegado junto con las fuerzas rusas en Libia desde finales de 2020", afirma el comunicado.
Defensa advierte de que estos voluntarios se sumarían al plan de Moscú de "desplegar mercenarios experimentados de las Compañías Militares Privadas Rusas", así como soldados reclutados, con el fin de reforzar a las fuerzas regulares "sobrecargadas" sobre el terreno. "Rusia está pagando un alto precio por cada avance, ya que las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan ofreciendo una firme resistencia en todo el país", mantiene Londres.