Pedro Sánchez ha garantizado a la vicepresidenta Yolanda Díaz y a Unidas Podemos que no caerá en la tentación de hacer “belicismo” en la guerra de Ucrania y se limitará a cumplir los compromisos militares y diplomáticos de España con la OTAN sin mucho ruido, para preservar así la buena salud del gobierno de izquierdas, que puede perder muchos apoyos en un tema tan delicado “si no se gestiona bien”, según han explicado a Vozpópuli distintas fuentes gubernamentales.
Los morados se dan por satisfechos con el contenido y el tono de su declaración institucional este jueves, en especial con el hecho de que el presidente del Gobierno no mencionara a la Alianza Atlántica e incluyera ese párrafo en el que dijo que ”España se desvivirá por el restablecimiento de la paz”; porque el socio minoritario cree que la actitud expansionista de la OTAN durante los últimos años también tiene mucho que ver con esta guerra, al margen de que ahora haya que poner el foco en el presidente ruso, Vladimir Putin, como responsable último del ataque a la población ucraniana.
Antes de esa alocución al país -cuyo contenido conoció Díaz con anterioridad-, Sánchez y la vicepresidenta segunda asistieron a mediodía del jueves a la reunión de la Comisión de Defensa Nacional presidida por el Rey Felipe VI en la que a puerta cerrada se habló, y mucho, de las serias consecuencias que va a tener este conflicto para la economía europea, en general, y la española en particular.
Para entonces, y fruto de ese intento de no poner en riesgo la coalición con el PSOE, tanto Yolanda Díaz como la secretaria general de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ya habían “condenado” vía Twitter la acción bélica de Rusia contra un país soberano. Lo hicieron con un minuto de diferencia y aparentemente coordinadas a fin de no dar lugar, con un tema tan sensible para las bases de Podemos como es la guerra, a la habitual especulación sobre sus diferencias. La vicepresidenta condenó a las 8.20 de la mañana la ”intolerable agresión” a Ucrania, y un minuto más tarde la líder orgánica la secundó:
A los morados les ha aliviado el compromiso de Sánchez con la paz y su nuevo tono. No les gustó nada el ardor guerrero que mostraron en las primeras señales de conflicto, hace semanas, tanto el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante una visita a Washington, como la titular de Defensa, Margarita Robles, anunciando el refuerzo de la presencia española en el Mar Negro cuando todavía las cancillerías europeas andaban buscando una solución diplomática; y tampoco les gustó aquella imagen del presidente en mangas de camisa desde su despacho de La Moncloa, como si estuviera dando órdenes a las tropas en el teatro de operaciones.
Creen que la crisis en el PP por la marcha de Pablo Casado y la guerra momentáneamente lo tapan todo en términos políticos y mediáticos, pero en las filas de Unidas Podemos cunde la preocupación porque las elecciones en Castilla y León son las cuartas desde la repetición de las generales en noviembre de 2019 en las cuales tanto ese partido como el PSOE pierden de forma abultada.
No han quedado terceros detrás de formaciones nacionalistas como el Bloque Nacionalista Galego (BNG), el PNV o Bildu, como sí ocurrió en las elecciones gallegas y vascas, el 5 de julio de 2020, y más de forma más acusada en las de Madrid casi un año más tarde, el 4 de mayo de 2021, a manos de Isabel Díaz Ayuso y Más Madrid, pero creen que ”algo hay que hacer para frenar esta ola conservadora de PP y Vox”, que se puede llevar por delante al gobierno de izquierdas y al propio Pedro Sánchez en las próximas generales.
“Tenemos que apostar decididamente por un gobierno más valiente con una agenda que ilusione a nuestro votante como es, por ejemplo la subida de impuestos a las rentas más altas, a la cual María Jesús Montero se niega“, dicen en Podemos
“Tenemos que apostar decididamente”, sostienen fuentes de la cúpula morada, ”por una agenda que ilusione a nuestro votante como es, por ejemplo la subida de impuestos a las rentas más altas, a la cual María Jesús Montero (ministra de Hacienda) se niega. Dejarnos de un comité de expertos -que solo siguen las consignas del PSOE- y dirigirnos contra las grandes fortunas. Solo eso puede cambiar la actual tendencia a la baja de los dos partidos”.
Son conscientes de que Yolanda Díaz no tiene el mismo punch que tenía Pablo Iglesias dentro del Gobierno a la hora de plantear soluciones a Pedro Sánchez a cara de perro, pero sí estiman urgente un gobierno ”un poco más valiente” en la defensa de los suyos, las clases más desfavorecidas, si no quiere ser engullido por una mayoría PP/Vox como la que se apresta a formar en unas semanas el popular Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León.
De eso hablaron este jueves los portavoces parlamentarios de los dos partidos, Héctor Gómez y Pablo Echenique, en una reunión para repasar la agenda de iniciativas. A la salida, fuentes socialistas y moradas señalaron que el objetivo del encuentro fue “fortalecer la coordinación” parlamentaria, después de varios desencuentros y del susto de la reforma laboral, finalmente aprobada solo gracias al error del diputado del PP Alberto Casero.
No basta, le dijo Echenique a su interlocutor, solo con que salgan adelante la nueva Ley de Vivienda, la de Libertad Sexual -solo sí es sí- o la derogación de aspectos clave en la Ley de Seguridad Ciudadana -ley mordaza-, sino que un gobierno valiente debe apostar por una subida de impuestos a los más ricos en beneficio de los servicios sociales a los más desfavorecidos.
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