La falta de agua es una de las mayores preocupaciones de los expertos en medioambiente y asociaciones españolas. La organización Greepeace habla de la necesidad de instaurar nuevas medidas y cambios en hábitos de lo más extendidos con España para tratar de erradicar y luchar contra la sequía. Estas modificaciones, tal y como han informado, deberían darse antes del año 2040, pero, ¿a quién afecta más?
Cuidar los hábitos del día a día siempre es importante, como cerrar el grifo al lavarse los dientes, evitar los baños en favor de la ducha, o no enjuagar los platos antes de meterlos al lavavajillas. La población tiene más que interiorizados estos gestos, pero lo cierto es que no son la mayor fuente de malgasto de agua. Oficios como la agricultura son los que más utilizan y necesitan este bien tan preciado en el desarrollo diario de su actividad, y ahora deberán incluir algunos cambios en pro de mejorar la situación de España.
Medidas antes de 2040
España deberá reducir para 2040 casi un millón de hectáreas de cultivos de regadío, de las casi cuatro millones que tiene actualmente, debido a la disminución de la disponibilidad de agua como consecuencia del cambio climático, según un estudio de la organización ecologista Greenpeace.
Así, esta medida habla de la forma de regar de los agricultores. El aumento de las hectáreas de cultivos de regadío en los últimos años también juega en contra de la situación: aumenta la necesidad de agua y disminuyen las cantidades disponibles.
Según el informe "¿Cuánto podremos regar? Análisis del agua disponible en España con cambio climático", entre 2030 y 2100 se prevé una disminución de la cantidad de agua disponible sobre el campo en España. De acuerdo a los datos públicos de lucha contra la desertificación y modelos climáticos científicos, "habrá entre un 4,04 % y un 6,88 % menos de agua de aquí al año 2040", y se registrarán más sequías, más intensas y frecuentes, porque los ciclos de precipitaciones serán más irregulares, lo que también provocará más inundaciones.
Futuros enfrentamientos y conflictos
El aumento de demanda de agua, sumado a los numerosos puntos de regadío ilegales y pozos no regulados, además del descenso de las precipitaciones y aumento de la sequía, serán los factores principales que auguran un aumento de enfrentamientos y conflictos en los próximos años. Las discrepancias no solo surgirán en el gremio de los agricultores, sino también entre las distintas comunidades autónomas, comarcas y localidades.
Actualmente, el nivel de agua en los embalses se encuentra al 47,92 % del total. Las zonas que más preocupan son Cataluña, algunas de la comunidad andaluza y Guadalete-Barbate, todas por debajo del 30%. Mientras, a la disminución de precipitaciones se suma el aumento generalizado de las temperaturas, factor que acelera la evaporización del agua.
Para manejar la situación Greenpeace ha planteado una serie de propuestas, entre las que destaca el establecimiento por parte del Gobierno de una hora de ruta de reducción de los regadíos, incluyéndolos en la planificación del cambio climático. Reducir del 20 al 25% el regadío supondría una "reducción de entre 650.000 hectáreas y casi un millón de hectáreas hasta 2040".
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