Aunque sin los poderes milagrosos que muchos les atribuyen, los superalimentos cuentan con unas excelentes propiedades que los convierten en ingredientes clave de una alimentación saludable. Superalimentos como la cúrcuma, el antiinflamatorio natural que alivia los problemas digestivos; o el que actúa como antibiótico y regula el azúcar y el colesterol.
Tal y como señalan los expertos, la alimentación es, junto con el ejercicio físico, uno de los pilares para tener una buena salud. Algo que ya apuntó la Organización de las Nacionales Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 1986, cuando definió a los superalimentos como aquellos ingredientes que, gracias a sus características nutricionales, confieren mejoras para la salud.
Desde entonces, han sido muchos los superalimentos que se han ganado un lugar imprescindible en nuestra dieta diaria. Es el caso del jengibre, el kale, la espirulina, las bayas de goji y la quinoa, un alimento más allá de una moda, que ha llegado a nuestra alimentación para quedarse.
Foto: KamranAydinov en Freepik
Los beneficios de la quinoa, el superalimento rico en proteínas y omega 3 que mejora la salud
Originaria de los Andes, la quinoa fue uno de los alimentos principales en la dieta de los incas, que lo denominaron ‘la madre de todos los granos’. No fue hasta el siglo XX cuando se extendió el consumo de este alimento, llegando incluso a ser considerado por la NASA como un alimento fundamental para sus astronautas por sus excelentes propiedades nutricionales.
La FAO define la quinoa como un “alimento estratégico para la seguridad alimentaria del mundo debido a sus diversas propiedades nutricionales y adaptación al cambio climático”. Y es que es el único ingrediente de origen vegetal que aporta todos los aminoácidos esenciales, lo que la convierte en una proteína completa. Así, es un ingrediente clave para aquellos que llevan una dieta vegana o vegetariana, ya que pueden obtener proteínas de calidad sin que el origen sea animal.
Gracias a su aporte de proteínas, superior al de la mayoría de los alimentos de origen vegetal, entre 12 y 16 gramos por cada 100, la quinoa ayuda a mantener y aumentar la masa muscular. Además, es un alimento bajo en grasa, por lo que es muy habitual en la dieta de los deportistas.
Con un alto contenido en fibra, en torno al 15% de su composición, este superalimento es un gran aliado para la salud intestinal y combate el estreñimiento. Pero además, destaca por su alto aporte de omega 3 por lo que, además de ayudar a reducir la inflamación del organismo, disminuye los niveles de colesterol LDL (el malo) y aumenta el HDL (el bueno). Gracias a al omega 3, también facilita la circulación sanguínea, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares; y mejora la salud del cerebro.
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Entre los valores nutricionales de la quinoa también destacan vitaminas del grupo B, como la B1 (tiamina), B2 (rivoflavina), B3 (niacina) y B9 (ácido fólico), y también vitamina E. Entre los minerales, encontramos hierro, potasio, zinc, fósforo, magnesio y calcio.
Además, este superalimento no tienen gluten, por lo que es apto para las personas celiacas, y también cuenta con un bajo índice glucémico, por lo que permite su consumo en casos de diabetes.
Según algunos estudios, la quinoa es un alimento clave para la prevención y el tratamiento de las enfermedades hepáticas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, como el hígado graso no alcohólico y el cáncer de hígado. Así lo apunta un estudio llevado a cabo por el Instituto IMDEA Alimentación, de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), el CSIC y la Universidad de Cataria, que señala que este superalimento es una valiosa fuente de inhibidores de proteasas, que mejora la síntesis de ácidos grasos y triglicéridos y activa los macrófabos intrahepáticos, previniendo la acumulación de grasa en el hígado.
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