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Los dos trucos infalibles para enfriar rápidamente latas de refresco o cerveza este verano

Te contamos en qué consisten estos dos sencillos trucos para enfriar de forma rápida tus latas de refresco o cerveza

En plena época estival es muy frecuente que a horas concreta de la tarde, o cuando estamos más 'libres' y sin muchas cosas que hacer, nos apetezca un refresco o una cerveza bien fresquita, algo que además es hasta beneficioso en su justa medida, como apunta la Fundación Española del Corazón. El problema surge cuando en el momento que nos queremos tomar esto nos encontramos con que la lata está en temperatura ambiente, haciendo que hasta se nos quiten las ganas de beber.

Pues bien, para solucionar este episodio te traemos dos trucos que solventarán el problema de la temperatura de tus latas en escasos minutos, donde en uno de ellos ni se necesita congelador. Para ambas, se necesitan algunos materiales muy fáciles de conseguir, ya que acostumbran a estar en todas las cocinas

Dos trucos para enfriar tu cerveza o refresco

  • Truco con congelador. Para este caso, los pasos a seguir no tienen ningún misterio. Se trata de envolver la lata o botella que deseas enfriar rápidamente con una o dos capas de papel de cocina mojado. Seguidamente, añadir una pizca de sal y dejar el invento en el congelador durante 10 minutos, tiempo suficiente para que la bebida esté lista para refrescarte. El motivo de usar un trozo de papel de cocina mojado radica en que el aire seco del congelador produce que el agua del papel se evapore rápidamente, haciendo así que se enfríe la bebida. La sal, por su parte, ayuda a absorber calor de la botella. Este truco también puede servir para cuando vayas a la playa si llevas papel contigo. Envuelve la botella o lata y mójala con el agua de la playa, que al ser salada tendrá este mismo efecto.
  • Truco sin congelador. Si no tenemos un congelador a mano, pero sí tenemos hielo, existe otro método para agilizar el enfriamiento del líquido. Para este clásico sistema se necesitan hielo, agua, sal y un gran recipiente en el que verter y mezclar los tres ingredientes anteriores. Este segundo proceso también es efectivo gracias a la reacción endotérmica del agua y la sal, absorbiendo el calor de las latas. Dado que la sal necesita calor para disolverse, lo cogerá de la lata o la botella en cuestión y provocará que el frío de los hielos llegue mucho más veloz al recipiente
Una lata húmeda y fría.

Con estos dos sencillos y rápidos trucos podrás degustar de un buen refresco o cerveza bien fresquita en casi cualquier lugar que te encuentres, siempre que tengas esos dos o tres elementos necesarios.

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