El cine español celebró su gran cita y no estuvo exenta, como suele ser habitual, de dardos políticos de distinta índole. La sanidad pública fue la gran protagonista de la gala, con diversas citas a ella en la víspera a la manifestación de este domingo por las calles de Madrid. Una insistencia que contrastó con la ausencia de menciones a la ley del 'solo sí es sí'.
Ni los presentadores, ni los premiados hablaron sobre las más de 500 mujeres que han visto cómo sus agresores sexuales, de la noche a la mañana, ha visto reducidas sus penas hasta el punto, en algunos casos, de obtener la 'carta de libertad'.
Mientras Clara Lago fue sutil en sus diversas menciones a la sanidad pública, Jordi Évole, encargado de entregar un premio, fue mucho más directo: "Hoy, que ya es domingo, a las 12 hay una manifestación en Madrid a favor de la sanidad pública". De este modo, se repitieron las reivindicaciones que ya se vieron en los Premios Feroz, cuando un discurso de Almodovar en esta misma dirección se hizo viral.
Hubo también dardos para Feijóo, que asistió a la gala, por su ya famoso lapsus: confundió los Premios Oscar con los Goya. Incluso hubo dardos para Sánchez, también presente en el auditorio sevillano. Lago criticó al Gobierno por "dejar tirado al Sáhara" y por la polémica actuación de la policía marroquí en la valla de Melilla. Fue la única vez que se escuchó a alguien en el auditorio atacar al Ejecutivo.
Los presentadores y Évole no fueron los únicos que se pronunciaron sobre la sanidad pública. La viuda de Carlos Saura, Eulalia Ramón, afirmó que esta "se merece que se cuide" cuando recogió el Goya de honor para su marido, fallecido el viernes. Aunque no hubo menciones directas hacia Isabel Díaz Ayuso, todos los dardos buscaron promocionar una manifestación que precisamente busca poner a la presidenta de la Comunidad de Madrid en el punto de mira.
De rositas se fueron otros políticos presentes. Aunque hubo menciones para el ministro de Cultura, ninguna fue para Miquel Iceta. Juanma Moreno, como presidente de la Junta de Andalucía, se sentó al lado de Sánchez y pudo disfrutar de la gala sin que le recorrieran sudores fríos por la espalda. Lo mismo le ocurrió a Yolanda Díaz, que no sufrió ningún sobresalto.
Aunque no estuviese presente, tampoco hubo menciones hacia Irene Montero. La 'ley trans' no fue un tema del que se hablase y el polémico texto del 'solo sí es sí', tampoco.
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