Casi cuatro de cada 10 españoles confiesa no leer nunca o casi nunca. La mitad de los que leen lo hace a diario y la mitad que no lee cada día asegura que es por "falta de tiempo".
Estas claves sobre el hábito lector en España se desprenden del 'Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023', que ha sido presentado este miércoles en la Biblioteca Nacional.
El estudio desvela que el 68,3% de los españoles mayores de 14 años lee libros y el 52% lo hace de manera frecuente (a diario o semanalmente), un segmento que ha crecido un 4,8% en los últimos años.
Por otro lado, solo el 12,1% lee ocasionalmente (mensual o trimestralmente), y el 35,9% confiesa no leer nunca o casi nunca. Para el presidente de la FGEE, Daniel Fernández, se trata de "un tozudo tercio de españoles que jamás abre un libro".
Del grueso total de lectores, el 64,1% lo hace en su tiempo libre y el 21,3% lo hace por trabajo y estudios. Estas cifras se mantienen estables desde la irrupción de la pandemia -la cifra de lectores totales solo ha bajado un 0,5% con respecto a 2020-, cuando los índices de lectura aumentaron considerablemente como respuesta al confinamiento.
El evento de presentación del barómetro ha contado con la presencia del ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la directora general del Libro, del Cómic y de la Lectura, María José Gálvez; el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Daniel Fernández; así como Óscar Chicharro, responsable del estudio.
La falta de tiempo afecta a la mitad de los lectores
Todos estos datos atestiguan, según Urtasun, que en España "se lee y se lee cada vez más, pero aspiramos a que esta evolución crezca más". Desde su cartera se desarrolla un Plan de Fomento de la Lectura con una inversión de 1,4 millones de euros en ayudas a las entidades locales para incentivar la lectura.
Una de las variables clave que fomentan la lectura en España, según el barómetro, es el tiempo libre, pues el 44,3% de las personas que no leen lo achacan a la falta de tiempo. En esta línea, Urtasun ve necesario "democratizar el tiempo y la jornada laboral" con el objetivo de disponer de "trabajos compatibles con la vida".
Por otro lado, el 31,1% no lee porque prefiere otros tipos de entretenimientos y el 39% de ellos prefiere dedicar el tiempo a las pantallas. Fernández cree que esto "complica un poco más la situación y el panorama".
Además, existe un tercio de la población que carece de interés por la lectura.
Las mujeres y los jóvenes, quienes más leen
La brecha de género también afecta a la lectura, pues el estudio desvela que las mujeres leen más que los hombres, con un 68,6%, frente al 59,3% de los varones, aunque lectura ha crecido más entre los hombres durante la última década.
Los jóvenes son, con gran diferencia, quienes más leen: el 74% de los españoles entre 14 y 24 años son los más lectores, algo que, según Urtasun, "desarma el tópico de que la juventud no está interesada en los libros".
Les siguen quienes tienen entre 25 y 65 años (65,8%) y los mayores de 65 años (53,7%). En esta última franja el hábito lector ha aumentado desde 2012, con un incremento del 15,5% en algo más de una década.
Además, la lectura infantil se mantiene en valores muy elevados: el 76,3% de los españoles lee a los menores de seis años, dedicando a ello una media semanal de 2 horas y 39 minutos; el 86% de los menores entre seis y nueve años lee habitualmente, con una media de 3 horas y 5 minutos a la semana.
La brecha de clase
Si aplicamos el sesgo educativo en los datos del barómetro, se aprecia que la brecha de clase es bastante notable: el 86,5% de los lectores cuentan con estudios universitarios, el 62,3% con estudios secundarios y el 39% tienen estudios primarios.
En este sentido, Daniel Fernández cree que "la desigualdad lectora acaba creando desigualdades sociales" y añadió que "las sociedades lectoras son las que más progresan". También apuntó que "los hijos de padres lectores acaban siendo lectores" y alertó de que en la ESO "la lectura acaba abandonándose, probablemente por la irrupción de las pantallas".
Los madrileños, los más lectores
Por territorios, sólo seis comunidades autónomas superan la media nacional: Comunidad de Madrid (73,5%), Cataluña (68,2%), Navarra (68,1%), País Vasco (67,8%), La Rioja (66,6%) y Aragón (64,3%). Por debajo, se sitúan la Región de Murcia (59,5%), Andalucía (59%), Castilla-La Mancha (58,9%), Canarias (58,3%) y Extremadura (54,4%). Sin embargo, todas las comunidades han incrementado su población lectora en la última década.
Urtasun asegura que "no haya barreras" que impidan que la lectura llegue a todos los rincones del país, algo que, a su juicio, reforzaría la "cohesión territorial y social" de España.
La mitad compra libros
El barómetro desvela que el 53,2% de los españoles compra libros que no son de texto, un 0,5% más que en 2022 y un 12,9% que en 2012. Además, la mitad de los libros (45%) se compran en librerías. Urtasun ha asegurado que las librerías independientes representan un "canal privilegiado de acceso a la cultura" y que su ministerio se implicará en apoyarlas.
El 26% de los libros se compran en Internet y el 13% en las cadenas de librerías. Le siguen los grandes almacenes (6%), los hipermercados (5%), las ferias del libro y los mercadillos (4%), los quioscos (1%) y otros canales (1%).
Por otro lado, la lectura digital es la forma preferida para el 29,7% de los españoles. Los 'lectores digitales' leen sus libros en 'e-reader' (11,8%), ordenador (9,7%), 'tablet' (9,7%) y teléfono móvil (8,4%).
Descargas ilegales
El 64,7% de los lectores digitales reconoce que descargó los libros gratuitamente de Internet, mientras que quienes pagan por ellos representan casi la mitad (38,3%).
En este sentido, el 67,7% afirma que sabe distinguir entre las páginas de descargas ilegales y las que no lo son, el 21,4% no sabe identificarlas y el 10,9% en ocasiones muestra dudas.
A su vez, el 6,9% de la población escucha audiolibros, siendo éste un elemento preferido mayoritariamente por los menores de 45 años.
Por otro lado, la asistencia a las bibliotecas sigue sin superar los niveles prepandemia, pues solo el 26% de la población lo hizo durante el último año frente al 32% de 2019.
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