La comparecencia del ministro de Educación, Cultura y Deportes José Ignacio Wert ante el Senado, ayer, pudo haber sido lo mismo de siempre –medidas sin especificar, planes aéreos y preguntas que no vienen a cuento sobre el plurilingüismo-, de no ser por una cosa: la mención específica que hizo Wert acerca la normativa europea para las entidades de gestión de los derechos de autor. En otras palabras. Éstas dejarían de actuar por su cuenta y tendría que ceñirse, finalmente, a un marco común.
A menos de una semana de entrar en funcionamiento la Comisión de Propiedad Intelectual que aplica el Reglamento de la Ley de Economía Sostenible, José Ignacio Wet habló, de la redacción de una nueva Ley de Propiedad Intelectual que demorará cerca de dos pero sobre la que pesan una serie de temas muy importantes sobre las que ya trabaja María Teresa Lizaranzu, directora General de Industrias Culturales.
En el tiempo que demoraría la redacción de esa ley, dos medidas gozan de la prioridad suficiente para tomar medidas cuanto antes: una, el diseño y puesta en marcha de una medida que sustituya al canon por un procedimiento de pago a los autores como compensación equitativa, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado; y la segunda, un mecanismo, vinculado a una normativa europea, que permita fiscalizar a las entidades de gestión de esos derechos, para volverlas más transparentes.
Tras su intervención, al ser abordado por la prensa, Wert indicó, sobre el tema de las entidades de gestión que toca “resolver cuestiones de régimen administrativo”. La respuesta, ciertamente esquiva, no dio detalles sobre la elasticidad de lo que el término administrativo supone.
“Habrá una normativa europea sobre las entidades”, respondió Wert a Vozpópuli al ser consultado nuevamente sobre la dimensión de esos cambios referidos a ciertas entidades, por ejemplo la SGAE. “Todo eso que no puede esperar una nueva legislación de propiedad intelectual será objeto de legislación. No se puede precisar más”, completó el ministro en el resto de preguntas a la prensa.
Tras la “Saga”, algunos se dan un “retoque”
La palabra transparencia no fue pronunciada por Wert durante su comparecencia, aunque el mensaje que se desprende parece más que claro tras escándalos como la Operación Saga que involucró a directivos de la SGAE el año pasado.
Fuentes vinculadas a la SGAE han señalado que la actual junta directiva de la entidad hace todo lo posible por lavar su imagen ante un Ministerio de Cultura que pretende, ante todo, implantar el orden ante instituciones donde reina la opacidad, en lo que dinero se refiere.
Por ejemplo, la SGAE ejerce un papel excesivo en atribuciones y cobranzas por derechos frente a otras entidades de gestión en países como Alemania o Francia, por lo que acoplar el ejercicio de ésta y otras entidades –la SGAE no es la única, en España hay ocho- a una normativa europea haría mucho más transparente su ejercicio.
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