Hace unos días, Gabriel García Márquez cumplió 85 años. Justos. Todo fueron halagos y reconocimientos -merecidos, todos muy merecidos- para el autor de Cien años de soledad. Aprovechando el tirón del aniversario, en Vozpópuli sacamos del anecdotario un episodio que en su momento fue la comidilla de la capilla literaria de la Balcells.
Mal acostumbrados como se nos tiene a este quehacer editorial tan aséptico, donde todo ocurre a través de notas de prensa, muy pocos recuerdan este hecho. Se ha perdido la figura del escritor como personaje para sustituirle por el personajillo descafeinado. No es que, como escribe Juan Torres, bloger de Vozpópuli, que todo tiempo pasado fuera mejor o que nos domine el síndrome Jorge Manrique, aunque en verdad sí tenga algo de eso.
Hace 34 años, el 12 de febrero de 1976 ambos, los entonces grandes amigos Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez se encontraron a la entrada de un cine en Ciudad de México. Se sabe que en ese momento, el autor de La ciudad y los perros le asestó un rápido y duro golpe a García Márquez, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar.
Las causas de aquella pelea, por decidión de ambos, se mantuvieron siempre ocultas. Se trató de un pacto tácito que han respetado a lo largo de más de tres décadas. Sin embargo, en medio de numerosas especulaciones, ha sido la versión del periodista hispano-peruano Francisco "Paco" Igartua, la que más aceptación ha ganado a lo largo del tiempo.
Según Igartua, él fue testigo de cómo el Vargas Llosa se enfureció al ver al colombiano y, sin mediar palabras, se acercó y le asestó un puñetazo que sorprendió a su entonces amigo con los brazos abiertos. En su libro de memorias Siempre un extraño, el periodista dejó entrever que entre los motivos estuvieron los celos, por unos supuestos consejos que había dado "Gabo" a Patricia,esposa de Varlas Llosa, cuando esta tenía problemas conyugales.
Esta hipótesis es apoyada el biógrafo Gerald Martin, quien en su libro Gabriel García Márquez: una vida, aporta una nueva pista sobre el episodio, cuando asegura que, al momento de golpearle, Vargas Llosa le dijo a Gabo: "Esto es por lo que le dijiste a Patricia" o "Esto es por lo que le hiciste a Patricia".
En algún momento llegó a pensarse que no existía ninguna evidencia del incidente, hasta que el fotógrafo Rodrigo Moya publicó en México hace tres años dos fotografías en las que se ve a García Márquez con los efectos del golpe recibido.
Las instantáneas, aparecidas en el diario La Jornada cuando "Gabo" cumplió 80 años, aparece el autor de Cien años de soledad con el ojo izquierdo amoratado. Moya, fotógrafo mexicano de origen colombiano, señaló que tomó la imagen el 14 de febrero de 1976, dos días después del puñetazo.
Las imágenes fueron hechas a petición del propio García Márquez, quien "quería una constancia de aquella agresión". Recordó que le preguntó al escritor qué había pasado y éste fue "evasivo" y "atribuyó la agresión a las diferencias" que ya eran insalvables en la medida en que el autor peruano "se sumaba a ritmo acelerado al pensamiento de derecha".
Pero fue Mercedes Barcha, la esposa de "Gabo", quien hizo un comentario más elocuente: "Es que Mario es un celoso estúpido, repitió Mercedes varias veces, cuando la sesión fotográfica había devenido en charla o chisme", según Moya.
Han pasado ya 36 años desde este episodio y ambos, tanto Vargas Llosa como García Márquez, se han mantenido fieles al pacto de no revelar nunca cuál fue el origen de tan arrebatado intercambio que todavía hoy remueve conjeturas y da de qué hablar.
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