Hace poco menos de un mes, a las estanterías de las librerías llegó Mejor que ficción. Crónicas ejemplares (Anagrama, 2012), un volumen compilado por el crítico y escritor barcelonés Jorge Carrión.
En esta entrega, Carrión reúne piezas del mejor periodismo literario latinoamericano y español contemporáneo: desde el horror en ciudad Juárez escrito por Fabrizio Mejía Madrid;el África subsahariana contada por Martín Caparrós hasta instantáneas del sadomasoquismo relatadas por Gabriela Wiener; el terremoto de Haití o un retrato de Fidel Castro. Historias reales que nada tienen que envidiar a la ficción. Y todo eso se hace visible a partir de un género tan híbrido como mestizo: la crónica, sobre el que Carrión habla en esta entrevista.
-El libro comienza cita de Norman Mailer: “Casi todo lo que he escrito deriva de mi sentido del valor de la ficción”. Sin embargo, parece que en quienes escriben crónica ocurre todo lo contrario, lo escrito viene del sentido del valor del dato.
- Norman Mailer tiene razón en esa cita porque la historia de la humanidad y la historia del arte narrativo parten de la ficción, de la mitología, de la religión, de la épica fantástica u Homero.
-¿Se refiere al esquema de ficción como fórmula del viaje o más bien al story-telling?
-Más al story-telling, a la metáfora, el acto de contar. Es lo que crea un sustrato de interpretación del mundo de cada ser humano. Aunque no quieras, a la hora de contar la realidad utilizas un esquema de ficción.
"Jorge Carrión: pienso la literatura en Español como una única literatura".
-Aunque existen grandes nombres de la crónica española como Larra, Julio Camba, Goytisolo, Joseph Pla… parece que en España, en la actualidad, la crónica es un género literario y periodístico abandonado.
- En España, desde hace unos quince años, se ha ido perdiendo el reportaje largo de la prensa periódica. Mientras en América Latina surgían revistas como Etiqueta Negra, Gatopardo o Soho, que justamente trabajaban la marca Crónica, en España eso no existía…
-Pero...
- Eso no quita que para un estudio de la crónica en lengua española no tengamos que decir que la no-ficción de Josep Pla o de Manuel Chaves Nogales, Julio Camba y tantísimos otros no sea anterior a la de Rodolfo Walsh o García Márquez, o contemporánea. En ese sentido, pienso la literatura en Español como una única literatura.
-Sin embargo, la crónica latinoamericana posee rasgos que le son propios, las cadencias, por ejemplo. Y en su caso, que ha trabajado la hibridación de géneros, ¿qué separa la crónica de un Pedro Lemebel de un género como la auto-ficción?
-Pues la fe que se tenga el autor. Pedro Lemebel no está tan lejos de Fernando Vallejo. Son estéticas con puntos en común, lo que pasa es que Vallejo me dice que es una novela y Lemebel que es una crónica.
-En el prólogo del libro habla de la justicia casi como una categoría a priori en la crónica, ¿no le parece, simplemente, que la categoría moral está de más?
-Yo no digo que una crónica imparta justicia sino que debe intentar ser justa, pero en efecto eso nunca se puede valorar desde un a priori.
-La crónica, desde sus inicios, posee un sentido del compromiso que la distingue periodísticamente pero a su vez posee licencias literarias que llegan a contradecirla…
-De ahí justamente la afirmación de que la crónica más que un género es un debate. Lo único que hace que una crónica sea una crónica es el acto de enunciación del autor y el contexto de reproducción y no obstante cuando leemos, sabemos que es crónica, porque tiene algo que la singulariza.
"No es casual que la novela más importante del siglo XX, Cien años de soledad, se presente a sí misma como una falsa crónica de un pueblo y una familia"
-Una de las cosas que sugiere en el libro es que la crónica es un género que crece a la sombra del Boom y que incluso García Márquez le da aspiraciones novelísticas con Cien años de soledad, ¿por qué?
-Lo que digo es que no es casual que la novela más importante del siglo XX, Cien años de soledad, se presente a sí misma como una falsa crónica de un pueblo y una familia. Lo que propongo es que en el boom no hay conciencia de que la crónica sea un género. Se trabaja como un género alimenticio y décadas más tarde, cuando ya ha estallado el nuevo periodismo en los Estados Unidos, es que se dan cuenta de que lo que ellos hacían era pionero y literario.
-El periodista de redacción parece sustituido por el freelance, el individuo en tránsito y cosmopolita . Eso se aprecia en la selección de libro, que es muy heterogénea, y en la que se mezclan nombres como Pedro Lemebel o Martín Caparrós con Jaime Bedoya.
L-a deslocalización y el trabajo freelance ha generado un cierto cosmopolitismo. Ahora sobre la selección: es lo más amplia, lo más plural y lo más diversa, porque intenté combinar nombres con prestigio en sus países y en toda la lengua; autores nacidos en los cuarenta, los cincuenta y en los sesentas. También se cuidó que estuviesen representadas todas las regiones: España, México, la región Andina, el Caribe, el cono Sur, así como todos los géneros, tanto sexuales como estilísticos: crónica de viaje, crónica política, crónica gonzo histórica, postmoderna …
Un libro de No-ficción, o mejor que eso. Lo escribía hace unas semanas la periodista Leila Guerriero para el suplemento Babelia del diario El País, donde por comentaba y mencionaba esta antología de crónica. Vivimos en un momento de esplendor del periodismo narrativo. Los hijos y nietos de Rodolfo Walsh, Josep Pla, Truman Capote, Hunter S. Thompson o Gabriel García Márquez cultivan el arte del relato sin ficción en la historia de la literatura en nuestra lengua. Este libro editado por Anagrama y compilado por Jorge Carrión reúne veintiuna crónicas que dan fe de ese esplendor. En Mejor que ficción, Carrión reúne en una selección amplia y desprejuiciadas, a autores como Martín Caparrós, Rodrigo Fresán, Alberto Fuguet, Leila Guerriero, Pedro Lemebel, Juanita León, Fabricio Mejía Madrid, Maye Primera,Alberto Salcedo Ramos, Juan Gabriel Vásquez, Julio Villanueva Chang, Juan Villoro y Gabriela Wiener. Se mezclan en este volumen relatos de viaje por Japón, con la narración de la inmigración del África subsahariana o las consecuencias del terremoto de Haití; retratos de Fidel Castro o de la guerrilla colombiana; visitas a Tánger o Praga; las muertes en Ciudad Juárez;un pseudo diario de iniciación alsadomasoquismo ; incursiones en los barrios marginales de Buenos Aires o la mitología de Franco. Historias con un pie en el mundo, historias reales
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