La actriz Elena Anaya, que hoy recibe el Premio Málaga en el decimoquinto Festival de Cine de Málaga por toda su carrera, ha admitido que le está "costando" volver a rodar después de haber trabajado a las órdenes de Pedro Almodóvar en "La piel que habito".
"Llevo como un año y medio sin rodar, leyendo muchos guiones e intentando encontrar uno maravilloso. Afortunadamente, están llegando muchas ofertas, pero la situación está muy difícil en España y fuera", ha afirmado en rueda de prensa.
Por ello, espera "que pronto se ponga todo en marcha", y ha confesado que tiene ganas de pegarse "una paliza", levantarse temprano y "darlo todo".
"Presentar películas y recibir premios es un abrazo muy bonito, pero donde más me siento en mi propia salsa y en mi propia piel es haciendo personajes", ha subrayado la actriz.
Sobre Almodóvar, considera que "es un maestro" por "su energía, su pasión, su devoción por el oficio, su trabajo, su disciplina, su entrega absoluta y el amor por lo que hace".
Ha trabajado "con grandes directores, gente muy talentosa, de mucho éxito y reconocimiento, pero Pedro va más allá", decía en referencia al director manchego, del que ha desmentido su fama de quisquilloso con los actores.
"Es un director muy divertido, que hace que el trabajo de los actores sea muy liviano y muy fácil, pero tienes que seguir sus órdenes. Tienes que hacer la película del director, es su película, y Pedro lo deja clarísimo desde el primer día. Si sigues su camino, te lo pone muy fácil", explicaba la actriz.
Al preguntarle por sus referentes, señala a Victoria Abril, Javier Bardem, Penélope Cruz, Goya Toledo o Pilar López de Ayala, y a nivel internacional, a Meryl Streep, "haga lo que haga".
Cuando recibe un reconocimiento como el de hoy, se da cuenta "de que han pasado dieciocho años" desde que empezó, la mitad de su vida, porque "el tiempo vuela", y ha recordado a su "primer padrino", el actor Manuel Morón.
"Él me dio el primer empujón y el anzuelo envenenado de enseñarme el camino de la interpretación, con muy pocos años y mucha rebeldía".
Si tuviera que darles un consejo a los jóvenes que quieren ser actores, les diría que es "muy importante que se decidan, si es lo que quieren hacer, que convenzan a sus padres para que les apoyen y se puedan preparar y formar".
"Siempre habrá alguien que les cuente que éste es un oficio muy difícil. Hay mucha gente muy buena que nunca llega a trabajar, pero no hay que pensar que te va a pasar a ti".
Al comunicársele la propuesta de recibir este Premio Málaga, su primera reacción fue de sorpresa, aunque le aclararon que no era un galardón "a toda una vida", y lo considera como "un empujoncito y un abrazo" en el momento en el que cumple "la mayoría de edad en este oficio".
