Tras conocerse el palmarés de la 90º edición de los Oscar, celebrada el pasado 12 de marzo, muchos se preguntaban si se trata del comienzo de una nueva era en la industria cinematográfica y si soplan vientos de cambio en el medio audiovisual, en el que el cine de autor parecía desaparecer de forma paulatina entre producciones diseñadas por el algoritmo de las plataformas e interminables sagas de superhéroes y otras criaturas.
Para sorpresa de muchos, la película Todo a la vez en todas partes, una historia de multiversos sobre una relación maternofilial, acaparó casi todos los premios más importantes de la noche (película, dirección, guion original, actriz o interpretación secundaria masculina y femenina), mientras que La ballena sumó un premio por el trabajo de Brendan Frasier.
El cine independiente se lo llevó todo y consiguió además un hito: A24, responsable de estas dos producciones, hizo historia al convertirse en el primer estudio en la historia de los Oscars en ganar en todas las categorías principales y el primero en conseguir todas las categorías de actores. Además, antes de celebrarse la gala más importante del cine, la película dirigida por los Daniels ya se había convertido en la cinta más premiada de la historia, acaparando los galardones de los sindicatos SAG-AFTRA, Directors Guild of America y Writers Guild of América.
Premios aparte, al estudio A24 se le reconoce un mérito difícil de rebatir. Es, sin duda, el responsable de las películas más atractivas de los últimos años, de algunos de los títulos que mejor han funcionado en taquilla y que, al mismo tiempo, mejores críticas han tenido entre el público y la prensa. La oscarizada Moonlight (2016), Ladybird (2017), Midsommar (2020), X (2022) o Men (2022), así como la serie Euphoria, entre otras, son solo algunos de los filmes que componen el atractivo catálogo de esta productora y distribuidora, creada en 2012 en Nueva York por David Fenkel y Daniel Katz.
El secreto de A24 es su apuesta por "el nuevo talento y las historias originales", una estrategia que han mantenido "desde sus inicios", según destaca Adrián Peña, director de la distribuidora Youplanet
Adrián Peña, director de Youplanet, la distribuidora responsable de traer a España Todo a la vez en todas partes y La ballena, afirma en declaraciones a Vozpópuli que el secreto de A24 es su apuesta por "el nuevo talento y las historias originales", una estrategia que han mantenido "desde sus inicios" que, según asegura, les ha llevado a verse recomendados con una película "tan original y audaz" como la ganadora de los Oscar, a su juicio "la película independiente del año".
"En la era de las franquicias o de las secuelas y sagas, ellos apuestan por historias originales que antes se daban más. El ejemplo de Todo a la vez en todas partes es el cúlmen de su apuesta. Han descubierto a gente como Ari Aster, Barry Jenkins y ahora los Daniels y van a seguir descubriendo a gente nueva", destaca.
Tras la ceremonia de los Oscar, los medios destacaron la apertura de Hollywood a la generación Z con una película dirigida a atraer a nuevos públicos a las salas de cine. "Son un estudio joven a nivel de creación que ha sabido conectar con la generación millenial y Z con sus películas, cien por cien dirigidas a ese público. En España, las películas independientes que han funcionado tras la pandemia se dirigen a un público joven", agrega.
En España, Todo a la vez en todas partes, estrenada el pasado mes de junio, tiene una segunda vida al regresar a los cines de nuevo y ha superado en su primera semana tras los Oscar a varias de las grandes producciones que están ahora en cartel. "Cuando una película es relevante y genera conversación la gente está dispuesta a ir al cine a verla".
En cuanto a la fama que tiene A24 de ser duros negociadores, Adrián Peña apunta que este estudio "cree firmemente en sus películas y apuesta por la calidad antes de la cantidad". "Así defienden sus películas, sabiendo que tienen el poder de una película con calidad y la marca que han generado a lo largo de estos años", ha señalado.
A24: el espacio entre las majors y las plataformas
La conversación sobre los retos de la industria y las amenazas del audiovisual siempre han girado en torno a las plataformas, pero A24 ha conseguido, con paso firme, revertir algunos efectos nocivos como la desaparición de la autoría y el poder del algoritmo, así como atraer al público más joven, para muchos desaparecido. Enrique Costa, fundador de Elastica -empresa que ha distribuido en España la célebre Aftersun, distribuida en Estados Unidos por A24-, ha señalado a Vozpópuli que tanto A24 como Neon (productora de películas como la coreana Parásitos) son dos distribuidoras y productoras que "apostaron por un público joven cuando parecía que no existía".
"Es la segunda vez que ganan el Oscar. Lo hicieron con Moonlight cuando nadie les había invitado a la mesa. Han demostrado que apostar por el cine, por la explotación del cine en las salas, por el nuevo talento y por nuevos proyectos interesantes les ha permitido entrar de forma más orgánica en la industria cinematográfica norteamericana, no como otras empresas americanas cuyas fuentes de ingresos son las plataformas que en algunos momentos han prescindido de las salas de cine", señala.
Lo "fascinante" de A24 es que "compite como marca con los grandes estudios norteamericanos", algo que han conseguido en once años de trayectoria y "de forma escalonada", tal y como destaca Enrique Costa, de Elastica Films
Para Costa, lo "fascinante" de A24 es que "compite como marca con los grandes estudios norteamericanos", algo que han conseguido en once años de trayectoria y "de forma escalonada". Además, también pone de relieve que cuenta con un apoyo económico de fondos de inversión que permiten arriesgar.
Más allá del riesgo, otra de las características de A24 es su apuesta por la autoría que, en cambio, ha desaparecido de las producciones que se incluyen en las plataformas. "Ellos posicionan el talento, respetan el talento y viajan de su mano y eso es algo que otras empresas que han crecido rápidamente dedicadas a las plataformas, sus acciones publicitarias nunca incluyen el nombre del creador. Eso afecta y hace más pequeño el producto o la película", sostiene.
