Cultura

San Juan: "El Ayuntamiento se equivoca cuando modifica por la presión mediática"

El actor apoya la difusión de la obra 'La Bruja y Don Cristóbal' en el Teatro del Barrio, la función que terminó con la detención de los titiriteros y, aunque defiende que el Consistorio madrileño está cambiando las cosas en favor de la gente, cree que cede a la influencia de los medios.

En el número 20 de la calle Zurita de Madrid se sitúa la sala alternativa Triángulo que, desde hace más de tres años, acoge el Teatro del Barrio, el proyecto "no subvencionado" impulsó el actor Alberto San Juan (Los dos lados de la cama, Airbag, Las Furias) en plena efervescencia del movimiento social que fraguó Podemos. Se trata de una cooperativa cultural que ofrece música, poesía, teatro, formación y mucho debate político. Fue sobre las tablas del local donde el 17 de enero de 2014 Pablo Iglesias se presentó ante un centenar de personas con ganas de "cambio". Entre ellas, escuchaban Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón o Teresa Rodríguez. Y fue sobre ese mismo escenario donde este fin de semana se volvió a representar la obra 'La Bruja y Don Cristóbal', la historia que terminó con la detención de Alfonso Lázaro y Raúl García, de la compañía Títeres desde Abajo.

Justo un año después de que los titiriteros viesen sus manos esposadas en medio una plaza del Canal de Isabel II por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo -y un delito cometido con ocasión del ejercicio de derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la constitución-, Alberto San Juan ha decidido acoger en el Teatro del Barrio la polémica función que continúa manteniendo los elementos de la discordia, sí, el famoso cartel con el escrito 'Gora Alka-ETA'.

No hay nada ofensivo en la obra y la pueden ver públicos de todas las edades. El 'Gora Alka-ETA' tiene todo el sentido en el relato" considera San Juan

"El juez abusó cruelmente de su poder. Debería disculparse por ello. Muchos medios cumplieron lealmente su labor al servicio del poder establecido al atacar al Ayuntamiento de Madrid, que ya está cambiando las cosas en favor de la gente, a través de los titiriteros", denuncia el actor. "Una actividad criminal, me parece, la de los medios que calificaron a los titiriteros de 'proetarras'. Gracias a esos medios, Raúl y Alfonso han recibido numerosas y graves amenazas de muerte. El Ayuntamiento, por su parte, se equivoca, creo yo, cada vez que modifica en función de la presión mediática. El poder al que sirven esos medios no busca su modificación, sino su destrucción", plantea.

Sobre la función, que en esta ocasión se dirige especialmente al público adulto y no a niños, dice que es "de lo más oportuna". "No hay nada ofensivo en ella y la pueden ver públicos de todas las edades. El famoso cartel tiene todo el sentido en el relato y, tal como han reconocido los tribunales, no tenía nada que ver con enaltecer el terrorismo", considera. Se vuelve a referir a la orden de prisión provisional sin fianza para los dos titiriteros dictaminada por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno y a que estos pasasen de celebrar el Carnaval de Madrid a dormir cinco noches entre rejas.

Los titiriteros

Después de un año, las dos causas que se les imputó han sido archivadas. "El último archivo, el que se refiere a incitación al odio, es provisional por lo que hemos recurrido a la Audiencia Provincial de Madrid para que sea libre porque tienen todos los datos necesarios para valorar que no existe delito", explican los artistas, a quienes San Juan no conoce personalmente. "Sólo he hablado un par de veces con Alfonso. Ellos contactaron con el Teatro del Barrio", explica el intérprete. Para San Juan, es importante entender "la barbaridad que se ha cometido contra ellos y el síntoma que esto supone". E insiste: "Es importante ver la obra para saber hasta donde ha llegado el abuso del juez y la manipulación irresponsable, por la violencia que genera, de los medios".

Esta señora (Carmena) ni ninguna otra nos representa, ni nos sentimos identificados con su proyecto político"

En la misma línea, los jóvenes, bautizados por varios medios como 'los titiriteros de Carmena' explican que el hecho de que hubiera niños no cuando representaban su obra "no significa que fuese una función para niños". "El cartel era una prueba falsa que un policía colocaba a la protagonista para incriminarle un delito de pertenencia a organización con fines terroristas. No vemos porque tendríamos que arrepentirnos de eso", defienden. Por eso, aunque han decidido implementar algunos cambios en algunas escenas de la obra, el famoso 'Gora Alka-ETA' se mantiene.

"Ser titiritero para nosotros es tener la suerte de poder dedicarnos a un oficio que nos apasiona y que al mismo tiempo nos permite poder expresar nuestras inquietudes. Lo "de Carmena" es por puras luchas entre partidos jaleadas por unos medios de comunicación que sirven a sus propios intereses comerciales y políticos. Esta señora ni ninguna otra nos representa, ni nos sentimos identificados con su proyecto político", atacan. Por otro lado, se sienten "contentos por todo el cariño y apoyo recibido" de su entorno. Un respaldo que también les ha dado San Juan en el Teatro del Barrio: "Las entradas han volado en un suspiro. Hay mucho interés en ver qué es eso tan salvaje que mereció prisión incondicional".

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